La Empleada parte IV(+18)

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Continua...

No podía creerlo, lo que antes la encendía como braza, en ese momento no le provocaba nada. Él llego al clímax, ella quedo insatisfecha. Ayudada por sus manos y aun a cuatro patas se auto-dio placer.

Una vez acabo, espero un momento a tranquilizarse, para luego hablar con Padilla.

-(Girando su cabeza hacia él) Padilla...

-¿Hmm? (Mirando al techo).

-Esto no puede seguir así (Mirándolo).

-¿Qué cosa? (Haciendo se el desentendido).

-(Levantándose de la cama) Lo nuestro Padilla, se acaba de terminar en este momento.

-(Sentándose de golpe en la cama) No estas hablando en serio, Victoria. Estas confundida, yo se que tu me amas...

-Dije que lo nuestro se acabó. (Mirándolo fijamente) No hay vuelta atrás.

-(Termino de vestirse y se acerco demasiado a su cara) Esto... No va a quedar así, vas a tener noticias mías. Cuando menos lo esperes...

Lo acompaño a la puerta, envuelta en una bata, un auto demasiado conocido para ella estaba estacionado frente a su casa. No le dio importancia y despidió a Padilla en la calle, con un último beso según él. El conductor del auto estaba que echaba fuego por los ojos. Cuando Padilla se fue, ella se metió a su casa, terminaba de darse un baño cuando el timbre resonó en toda la casa. Se puso rápidamente su camisón de seda color negro de finas tiras que daba a la altura de sus muslos fue a abrir la puerta, pero antes miro por la mirilla y ahí estaba él. Abrió sonriente y lo invito a pasar.

-(Tomándola bruscamente de los brazos) ¿Te cogió bien?

-(Le fue inevitable comenzar a humedecerse) Heriberto...

-(Alterado) ¡Contéstame!

-(Soltándose de su agarre) Si, no sabes que rico la pase (Altanera), fue increíble.

-(Ardido de celos) Eres...

Y sin previo aviso la tomó de la cabeza y pegó sus labios a los de ella, haciendo que sus dientes chocarán brutalmente entre sí. Fue un beso furioso y exigente, su dominante lengua abriéndose paso sin gentileza en la boca de ella. Recorriendo todas las partes de su jugosa boca. Mordia sus labios fuertemente.
Enredo sus manos en el pelo de ella y lo sujeto entre sus dedos, la dirigió al sofá que había en la sala y la recostó sobre el. Él se acomodo rápidamente encima de ella, entre sus piernas, Victoria dobló sus rodillas a la altura de las caderas de Heriberto, el cual inmediatamente sujeto uno de sus muslos con su mano derecha. Sus labios seguían labrando una lucha incansable, sus sexos se friccionaban continuamente, haciendo que ella se humedeciera y él se empalmara hasta casi sentir dolor. Se desvistieron y siguieron torturandose uno al otro, acariciando sus sexos al mismo tiempo, Heriberto bruscamente le sacó su mano de él y se hundió en su interior sin delicadeza, e inmediatamente comenzó un loco conjunto de arremetidas, a las que Victoria se vio obligada a sujetarse del cuello de Heriberto. El choque de sus carnes resonaba en la sala, los gimoteos de ambos aunmentavan cada vez más su volumen. El aire se trababa en la garganta de ella cada vez que él la penetraba. La levantó y le apollo la cabeza en el brazo del sillón, se posicionó atrás de ella, juntando sus piernas y dejándola entre medio de las de él. Llevo sus manos hacia atrás, juntando sus muñecas y sujetándoselas con una de sus manos. La penetró nuevamente, y tomó sus caderas con la mano que tenía libre, sus embestidas eras más rápidas y más fuertes.
El ser de Victoria temblaba sin parar, Heriberto soltó su cadera y levantó una de las piernas de ella a la altura de su cadera, casi obligándola a colocarse de costado, su extasis estaba cerca, arremetió contra ella unos segundos más y la culminación del placer se hizo presente.

Luego de casi media hora de estar abrazados en el sofá, él decidió romper el hielo.

-Victoria (Dudoso)...
-¿Hmm? (Jugaba con los bellos del pecho de él).
-Me estoy divorciando...
-Mjm...
-¿Escuchaste lo que te dije?

Al ver que no le respondía se giro a mirarla y ella estaba dormida...

Historia Tekila (ALTO CONTENIDO SEXUAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora