XV

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Todos los mas allegados a Aarón estaban frente a la sala donde se llevaba a cabo la operación, Taylor y Sam abrazaban a Louis quien mantenía ambas manos hechas un nuevo frente a su pecho, la rubia había dejado a cargo a un chico que llevaba bastantes años ahí con tal de brindarle todo su apoyo al ojiazul pues Aarón también era una parte importante de su vida, Niall estaba aún lado de Harry, ambos sentados en la pared frente al quirófano, todos viendo cómo de bien se estaba llevando acabo la cirugía y el rizado más que listo para entrar por si se le necesitaba. El rubio había ido a pedirle que fuese el donante de nuevo y creyó que se vería algo reacio pero Harry acepto tan fácil como cuando Aarón se lo pidió, hecho que obviamente no le contó a Niall, nadie ahí sabía que de hecho mantenía una relación muy cercana con el más pequeño, lo que le sorprendía porque cualquiera pudo ver las cámaras de toda la estación y encontrar que el mini rizado lo visitaba con frecuencia luego de terminar sus deberes, Aarón le había dicho que desde que cumplió seis años su padre lo dejó de vigilar y buscar por las cámaras pues en Marte no había muchos lugares a los cuales fugarse y notando que el niño tenía cierta madures dejó que anduviera libre sin presiones lo que le permitía también realizar sus labores con más confianza, todo eso tenía sentido, pues conforme Aarón se hacía más grande las visitas eran más frecuentes.

Luego de seis horas entre las que Sam y Niall se ofrecieron a llevarles la comida hasta las afueras de la sala a todos los presentes, descansaron un poco turnándose la única banca que yacía allí afuera, hasta que por fin Zayn y Liam se quitaron la instrumentaria que cargaban y se acercaron a la ventana para sonreír y señalar que todo fue un éxito, todos respiraron con normalidad. Esto era lo último por lo que Aarón debía pasar al menos mientras no saliera de Marte, por fortuna aquel tumor cerebral jamás volvió, y ahora sus huesos estaban reforzados para caminar y regresar a la tierra en cuanto Louis así lo decidiera.

De cierta forma todos festejaron esto, Liam se acercó para avisarles que la recuperación tomaría dos semanas más que nada hasta que el dolor cesara y las suturas se curaran, así que Aarón estaría más que bien  para cuando el momento de despedirse llegara. Harry estuvo meditando si en verdad se llevaría el secreto a la tumba porque era imposible negar que ya se había encariñado de Aarón y dejarlo ahí en Marte en definitiva iba a dolerle pero se autoflagelaba al pensar que así lo decidió él y ahora debía aceptar las consecuencias de sus actos, además sería un completo maldito si de buenas a primeras él le contaba la verdad a Aarón sin el consentimiento de Louis pues había quedado más que claro que para Louis él ya no era el papá de aquel pequeño.

Luego de que ya todos se retiraran Harry llegó a su habitación. Era miércoles y ya debía seguir con su rutina así que se colocó frente al ordenador y desde el sistema de comunicación que la NASA les autorizó para contactar con sus familiares en la Tierra y comenzó la llamada, una chica castaña apareció sonriente frente a él, la imagen no era de excelente calidad pero no estaba nada mal.

— Beth, hola —la saludó con entusiasmo a pesar de su notable cansancio.

— Hola amor, estaba muy ansiosa por tu llamada, me sorprendió que me pidieras moverla de hora, ¿pues que tenías que hacer? —le respondió con su característica voz suave y aquellos ojos marrones ligeramente brillosos.

— Una junta importante, ya sabes sobre el regreso —mintió, obviamente no le diría que su hijo estuvo en cirugía y debía estar presente por si se necesitaba, en lo único que podía aportar.

— De acuerdo sobre eso, hablé con mi papá y por más que le rogué no me autorizo que tú cuarentena durara menos, así que saliendo de ahí directamente tienes que volar hacia Los Ángeles para poder llegar al ensayo —al regresar de aquel viaje lo mantendrían en cuarentena para una óptima aclimatación a la gravedad, al oxígeno y demás, era una regla inquebrantable pero debido a la fecha de la boda Beth pretendía que el tiempo disminuyera únicamente para su prometido.

Con voz neutra— Si, esta bien.

— Desde hace varios días te veo algo raro, ¿seguro de que todo está bien? —preguntó la chica algo preocupada.

No, todo estaba mal, comenzaba a arrepentirse sobre todo lo relacionado con Louis y Aarón, estaba por terminar su sueño de estar en Marte y para colmo solo volvería a casarse con alguien a quien no ama, no mentiría, Beth era muy bonita y si que le tenia gran aprecio y cariño pero ambas cosas no eran amor, a pesar de eso mantendría su palabra porque si moralmente ya no valía nada al menos sus promesas podía cumplirlas. O más bien, debía.

Conoció a Beth en la universidad, ambos querían ser piloto y lo lograron, no eran mejores amigos pero sin duda salían juntos con frecuencia, se ayudaban con las materias y quizá se contaban algunas cosas personales pero nada más que una linda amistad, al terminar la universidad Harry quiso realizar una especialidad en la milicia y ella comenzó a realizar vuelos así que dejaron de verse un buen tiempo hasta que Harry logró entrar a la NASA, se cruzaron frente a las instalaciones de la misma y el rizado si que se sorprendió cuando Beth le dijo que su papá era nada más y nada menos que el director del lugar. Harry quedo boquiabierto y comenzó a preguntarle el porqué de que ella no estuviese ahí a lo que la rechifla simplemente respondió que ella quería viajar por el planeta no por el sistema solar así que ser parte de la NASA nunca estuvo en sus planes.

Volvieron a salir, honestamente Harry ya tenía otras intenciones porque la selección para la misión que iría a Marte estaba próxima, recordaba a Beth como una buena persona así que creyó que si salía con ella lograría su objetivo más fácilmente y así fue, debido a que la chica poco provocaba en él, fue que comenzó a salir con Louis, encuentros casuales que eran meramente sexuales, desde una perspectiva lejana podía parecer que Harry no sentía nada al respecto pero no era así, solía sentirse mal y decidía esporádicamente que hablaría con la verdad, pero cada vez que intentaba terminar con Beth se visualizaba diciéndole adiós a Marte así mismo cuando se imaginaba cortando lo que sea que tuviese con Louis sentía que se despediría de la diversión y su vida sexual. Era egoísta, vaya que lo era, incluso imagino que al ir con Louis en aquella misión podrían seguir con el sexo sin compromiso en el planeta rojo, lo que fue un estímulo más para no dejarlo y Beth jamás se enteraría de ello, aquello era un plus. Fue entonces cuando todo se le salió de control, Taylor se enteró sobre cómo Beth había interferido en aquella decisión sobre los tripulantes a Marte, Beth lo había orillado a casarse una vez que regresara y Louis había quedado embarazado.

— Si todo bien —respondió sin ánimos.

— Bueno, ¿has hablado con Anne? Esta muy emocionada, tanto que me brindó su ayuda con los preparativos y eligió este precioso color esmeralda para los manteles —la chica mostró un trozo de tela, ella realmente soñaba muy emocionada— y lo ame, creo que combinarán muy bien con tus ojos.

Anne y Gemma, su madre y su hermana no habían estado tan convencidas de aquella idea, cuando les presentó a Beth, Anne le dígito una platica privada donde afirmó no ver a Harry enamorado pero al anunciar la boda, su madre olvidó el tema por completo.

Harry asintió sonriendo, no tenía más camino que seguir con lo que el había planeado aunque ahora le doliera.

Spaces [Larry Stylinson, mpreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora