Samantha
—Es todo, me rindo.
—No puedes rendirte tan fácil.
—Puf ¿Fácil? hemos estado buscando toda la tarde.
—No exageres.
Quizás realmente no exageraba. Luego de irnos del restaurante pasamos a un pequeño negocio y compramos dos diarios. Hemos estado en la sección de empleos desde entonces.
—Como es posible que nadie necesite nada, ni siquiera que les cuiden, no sé, a su perro
—Yo cuidaba uno, Thor. Se murió-Digo triste recordándolo.
—Tú, amiga mía, tienes una suerte de mierda.
Le pego y me tiro en la cama mirando el techo, Eli hace lo mismo a mi lado. El cansancio comienza a invadirme.
—Creo que me quedaré dormida.
—Yo ya lo estoy—Responde.
Sonrío y vuelvo a cerrar los ojos, esta vez cayendo en un profundo sueño.
Limpio la última mesa del puesto de malteadas donde estoy trabajando "Tú malteada", mi jefe sí que podía ser original cuando se lo proponía. La campanilla de la puerta suena anunciando la llegada de un cliente. Me voy detrás de la barra para tomar el pedido. Mirando el tablero de malteadas, hablo.
—Bienvenido a tú malteada, ¿Cuál desea llevar? —Hablo sin ánimos, ya casi se acaba mi turno y solo quiero descansar.
—¿Con ese entusiasmo atiendes a todos?
Levanto la mirada. Ahí está el otra vez. Daniel. Ruedo los ojos.
—Solo a los idiotas—Le sonrió sarcásticamente.
Él se lleva la mano al corazón.
—Eso duele, Sam.—Luego me sonríe con coquetería—Pero cuando me hablas así, me gustas más.
Me ruborizo.
—¿Vas a ordenar o no?
—Ciertamente es la 5ta vez que vengo en la semana y el dinero para las malteadas se me está agotando—Hace un puchero—así que ¿Me harás el gran honor de aceptar una invitación a salir?
—Mmmm—Finjo pensarlo—No y si no vas a ordenar sal para que pueda cerrar.
—No me rendiré, Samantha.
Me da una de sus hermosas sonrisas y se acerca a mi rostro dando un beso en mi mejilla. El calor se extiende por mi cara.
—Siempre es un gusto poder escuchar tu voz.
Despierto con un sentimiento de tristeza en el pecho. Como me gustaría que volviésemos a ser esos adolescentes.
Busco a Eli por la habitación y por él sonido que proviene del baño supongo que se está dando una ducha. Suspiro y vuelvo a tirarme a la cama.
—Necesitaba un baño. Apestaba a desempleo. —Dice cuando sale.
—No fue chistoso.
—Amargada.
Me levanto de la cama y tomo unas toallas para ducharme. Cuando estoy lista me visto, cepillo mis dientes y salgo de la pieza. Eli ya tiene listo el desayuno/almuerzo, ya que, son más de las 12. Dormimos como nunca. Luego de comer seguimos con nuestra tarea de buscar empleo. Ya van a ser las seis de la tarde cuando Eli cierra el diario y me mira fijamente. Enarco una ceja en su dirección.
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Forzados a odiarnos (Terminada)
RomanceSamantha fue presionada a tomar una decisión y esta le costo perder a su gran amor, Daniel. Tres años más tarde y como si el destino se estuviese burlando de ellos, los pondrá cara a cara nuevamente, pero ¿Son 3 años suficientes para dejar de amar...