Samantha
Despierto poco a poco, mi cuerpo esta tenso y los recuerdos me invaden, me acomodo mejor en la cama y observo la habitación, está un poco oscura porque las cortinas están cerradas, pero puedo ver claramente que es enorme y de un color gris, tiene algunos cuadros de lo que parece ser arte abstracto.
Me levanto y voy hacia los grandes ventanales, el sol apenas está apareciendo y desde esta altura del edificio puedo observar toda la ciudad. Percibo el sonido de la puerta y me giro asustada. Pero el alivio llega a mi rápidamente al ver que es Eli. Ella corre hacia mí y me abraza con fuerza.
—Estaba tan asustada—Me dice llorando.
—Yo también lo estaba—Comienzo a llorar con ella.
—A penas vi que no contestabas mis llamadas fui a buscarte y tu puerta estaba destruida, yo...yo pensé lo peor. —Habla con dificultad.
—Dylan me mintió—Le digo, recordarlo duele—Me hizo creer que quería cambiar, me devolvió el dinero, pero todo fue una trampa. Debió tomarlo de nuevo a penas me llevaron a ese lugar.
—Daniel le dio su merecido.
— ¿Qué?
—Para encontrarte lo buscamos a él, teníamos un plan para hacerlo hablar, pero Daniel simplemente lo golpeo hasta que el hablo.
— ¿Por qué Daniel me buscaría?
—Vine a pedir su ayuda, yo no iba poder encontrarte sola y lo lamento, pero debía hacerlo.
Solo asiento, recordando la pequeña conversación que tuve casi inconsciente con Daniel. "No me dejes sola" Me cubro la cara con mis manos, por Dios que vergüenza.
— ¿Te sonrojaste?
—Claro que no.
—Claro que sí. —Me da una sonrisa—Deberías volver a dormir, aún es temprano para comenzar el día.
Ella se tira en la cama y yo me acuesto a su lado.
—Por cierto, ¿Dónde estamos?
—En el pent-house de Daniel, es enorme.
Ella se gira y se dispone a dormir. Yo me quedo pensado que estoy en su hogar y me percato de lo que llevo puesto. El rubor se apodera de mí y me acomodo en la cama. Finalmente cierro los ojos.
Siento a alguien moverse a mí a lado y abro los ojos de golpe.
—Mierda, dormimos demasiado. —Dice Eli a mi lado. —Son las doce del día
Ella se levanta.
—Daniel te dejo cosas de aseo en el baño. Yo debo irme ahora, pero volveré más tarde.
—Espera—La detengo—No me dejes sola aquí.
—Estarás bien—Me guiñe un ojo.
Ella sale de la habitación y yo me levanto de la cama, la sudadera de Daniel me cubre hasta los muslos. Camino hacia el baño, este es enorme y luce tan, limpio. Encima del mueble de baño hay un cepillo de dientes aun guardado en el empaque, lo tomo. Mientras cepillo mis dientes me miro al espejo. Mi caballo esta desordenado, tengo unas grandes ojeras y un moretón adorna mi mentón. Luzco como un zombi. Trato de peinar mi cabello con mis manos, sim embargo este muy enredado. Suspiro y salgo. Me detengo en seco al ver a Daniel parado cerca de la cama.
—Hola—Dice él
—Hola
Él me observa, no me mira con odio ni rencor, solo hay preocupación en su rostro.
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Forzados a odiarnos (Terminada)
RomanceSamantha fue presionada a tomar una decisión y esta le costo perder a su gran amor, Daniel. Tres años más tarde y como si el destino se estuviese burlando de ellos, los pondrá cara a cara nuevamente, pero ¿Son 3 años suficientes para dejar de amar...