Capítulo 18

11.6K 1.6K 1.3K
                                    

Samantha

Abrazo mis piernas a mi cuerpo mientras el agua fría cae sobre mí. Recuerdos de la noche invaden mi mente, bailando con Daniel. Bebiendo mi vaso de Coca Cola. Cuando comencé a sentirme mareada. Ese hombre entrando al baño tocándome a la fuerza. Cierro los ojos fuertemente. Ni siquiera podía defenderme.

Mis lágrimas se mezclan con el agua y lloro, los sollozos cada vez son más altos y no me importa. Mi cuerpo se siente entumecido, pero me da igual. Solo quiero borrar el toque de aquel hombre.

—¿Sam? —Dicen al otro lado de la puerta.

Ignoro todo, los golpes se hacen más fuertes hasta que finalmente se detienen. No dejo de sollozar y abrazarme a mí misma.

La puerta se abre y sé que es Daniel más no me giro, continuó vagando en mis pensamientos. Percibo como camina hacia mí, pero no dice nada. Él entra a la bañera y se sienta detrás pasando sus piernas por mis costados y llevando mi cuerpo contra él. Me abraza.

—Pequeña—Susurra en mi oído.

Su voz es como un detonante que me hace sollozar con más fuerzas y lo suelto todo. Me rompo en sus brazos y no me importa, no importa si luzco patética o inspiro lástima, estoy cansada, harta de que cada vez que intento levantarme el mundo me devuelve de una patada al suelo recordándome que yo no merezco estar de pie, pero ¿Por qué? Estoy cansada de ser fuerte, todo se derrumba a mi alrededor y el peso de lo que he soportado todos estos años me consume.

Mamá me dejo, papá me dejo y Dylan, solo recordarlo hace que llore aún más.

—No lo merezco—Susurro entre lágrimas.

—Por supuesto que no, pequeña—Dice Daniel apretándome más contra él.

Besa mi cabello una y otra vez. Comienzo a temblar por el frío del agua y Daniel lo nota cortando el agua. Quiero decirle que no lo haga, que el agua fría entumece mi dolor, pero no lo hago, dejo que me cargue. Ambos destilamos agua provocando que el piso se moje completamente. Me deja en el piso y va por unas toallas. Él se acerca a mí y saca la camisa que traigo puesta por mis hombros. Su mirada es tierna y me transmite tranquilidad. Coloca la toalla sobre mi cuerpo.

Me saca fuera del baño, sobre la cama hay ropa seca.

—Prepararé algo de comer, vístete.

Lo veo salir de la habitación y camino hacia la cama. Me visto con lo que dejo y una vez lista salgo. Daniel se mueve por la cocina, está preparando cosas con tanta destreza y yo solo lo miró.

—Prepararé pasta, espero que te guste.

—¿Quieres que te ayude en algo?

Él lo piensa un momento.

—Mmmh, no—Dice finalmente—Hoy te consentiré.

Le doy una sonrisa.

—Está bien.

Treinta minutos después él ya tiene todo listo. Se sienta a mi lado y comenzamos a comer. Solo disfrutamos de la comida y ninguno dice nada. Esta delicioso. Terminamos, él se levanta y retira los platos.

—Puedo lavarlos yo—Me ofrezco.

—Está bien, tu lava y yo seco.

Cuando ya estoy terminando con el último plato, Daniel toma un vaso y lo llena con agua acercándolo a sus labios. Cuando está a punto de tomar lo baja de nuevo y lo lanza en mi dirección.

—No acabas de hacer eso.

—Sí lo hice.

Lo miro enojada y sin que lo vea venir le lanzo agua con el plato que tenía en mis manos. Él abre los ojos sorprendido.

Forzados a odiarnos (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora