36 | FEAR

617 88 6
                                    

(MIEDO)

JUNG KOOK






—Eres lo último que recuerdo de Corea y eres lo primero que me recibe cuando vuelvo dos años después —continuó el tipo—. Somos una versión poco ortodoxa de Romeo y Julieta, ¿no te parece?

Una sonrisa socarrona se plantó en sus labios y quise borrársela de un puñetazo.

—¿Quieres saber quién muere esta vez?

Un gruñido amenazador brotó de mi garganta y Hae Ryung se apresuró a sujetarme por los brazos.

—Vámonos, Kook —se agarre se intensificó—. Sácame de aquí, por favor.

No quería salir con el rabo entre las patas, pero mi novia era mi prioridad y no iba a exponerla frente a un sujeto que gritaba era peligro.

Tomé su mano y la saqué de ahí, que Min no se defendiera era pésima señal.






[...]






El doctor apareció en la sala y nos apresuramos a obtener noticias de Hae Ryung.

—Estará bien —dijo el hombre de cabello blanco—. La descompensación que sufrió fue principalmente por estrés.

» Una mejoría en su dieta, suplementos y descanso bastarán para que se recupere.

El profesional extendió las indicaciones de las que Ji Woo se apresuró a coger, una reverencia de su parte y se retiró en compañía del ama de llaves.

Me dejé caer en el diván.

Si Min se había desmayado de camino a casa era por culpa de ese tipo y no de la presión por los exámenes de admisión, como había sugerido el profesional.

—Nos topamos con un sujeto en el centro comercial —solté mientras los hermanos acordaban dar aviso a su familia—. Ella... Ella se puso pálida con tan solo verlo.

El pánico comenzó a revolverme las entrañas y tuve que obligarme a respirar correctamente.

Una crisis nerviosa era lo menos adecuado en estos momentos.

Ji Woo se sentó a mi lado y comenzó a frotar mi espalda de arriba abajo, mientras Ho Seok se apresuraba con un vaso de agua.

—Despacio, amigo —aconsejó—. Tenemos todo el tiempo del mundo, ¿sí?

—¿Lo habías visto antes?

—Nunca —respondí a la mayor—, pero la conocía. Habló de volver a Corea luego de dos años y... Y... —masajeé mi pecho, luchando con la opresión en él.

—Respira, campeón —me animó hyung—. No vamos a ninguna parte.

Bebí de golpe el vaso de agua y escupí la sensación tétrica formándose en mi garganta.

—Le preguntó si quería saber quién... Quién moría esta vez.

Los rostros de mis amigos se deformaron bajo la misma conmoción que había golpeado a mi novia.

Me pidieron que lo describiera y, cuando el último detalle de su apariencia salió de mi boca:

—Choi Young Do —espetó Ho Seok.

Ji Woo tomó sus cosas y salió disparada hacia la entrada, repitiendo sin descanso que necesitaban una orden de alejamiento.

Entonces el pánico me invadió.

¿Por qué la vida se empeñaba en hacernos las cosas difíciles?






───── 𝐍𝐎𝐎𝐍𝐀 ─────
전정국

::: 𝐍𝐎𝐎𝐍𝐀 :::Donde viven las historias. Descúbrelo ahora