25 | I HATE YOU

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(TE ODIO)

YOON GI






-Solo come, ¿quieres?

-No -espeté-, quiero lo que prepara Hae Ryung, no tu espantoso pan quemado.

-Está un poco más crujiente de lo normal, eso es todo -se defendió Nam Joon, poniéndole mantequilla al suyo-. Coopera, ¿sí? Ella está muy ocupada, merece un descanso.

-¿Ocupada? ¡¿Ocupada?! Já -crucé los brazos al pecho y me reí sin gracia-. Sí, seguro tiene mucho que hacer ­­­-comenté sarcástico.

-¿Qué estás insinuando?

Joonie le dio un mordisco a su tostada, disimulando el mal sabor con la mitad de su café y me felicité mentalmente por haber rechazado su ofrecimiento.

-Se está quedando con Yoo Jin, ¿no?

-¿Seguro? -insistí, entrecerrando los ojos-. Porque varias veces descubrí que no se estaba quedando en su casa.

Kim sacó su teléfono y tecleó sin descanso hasta que una sonrisa desdentada se formó en sus labios.

Acababa de confirmar el paradero de Hae, aunque la sonrisa incómoda y forzada que me enseñó en su celular no hizo más que confirmar mis sospechas: Hae Ryung la estaba pasando mal.

«Eres hombre muerto, niño conejo».

-¿Sabes dónde vive su novio?

-¡¿Novio?! -repitió Joonie tan escandalizado que me arrepentí de abrir la boca-. Dime que no es cierto, suficiente tuve con los chistes de Seok Jin.

-No es cierto.

Silencio.

-¡Estoy hablando jodidamente en serio, Nam! -zanjé, haciendo berrinche.

­­­­­-Tiene que ser una broma.

-Ojalá lo fuera -bufé, tomando mis llaves y alcanzando mi chaqueta.

-¿Vas a salir? -asentí-. Pero si ni siquiera has comido -señaló, ofreciéndome un pan menos quemado.

-No tengo hambre -respondí.

Me acomodé el cuello de mi chaqueta y me dirigí a la puerta.

-Nos vemos después.






[...]







El letrero de Hey, Mr. parpadeaba al final de la calle con sus luces de neón.

Entré al pub sencillo y acogedor que administraba Shin y me acerqué a la barra ordenando un vaso de vodka, que ni siquiera alcancé a probar porque la dueña del lugar se lo bebió de golpe.

-¿Problemas en el paraíso? -preguntó Su Ran, batallando con el ardor en su garganta-. No es muy común verte con algo tan... Fuerte.

-Algo así -contesté, encogiéndome de hombros-. Otro igual -pedí al barman, pero mi orden fue descartada.

-No esta noche -dijo, deslizando una tarjeta sobre la madera pulida.

Mi atención cayó al trozo de papel mientras la rubia de complexión pequeña me comentaba que el dueño de Dogg Bounce asistiría a la fiesta a la que, casualmente, estaba invitada.

Eché un vistazo a la hora y guardé la tarjeta de su estudio en mis vaqueros.

No estaba de ánimo pero, si lo pensaba bien, dedicarle unos minutos a promocionar mi trabajo era una excelente distracción.






[...]








El número de Gang Hyo Won figuraba en mi lista de contactos luego de una muy productiva reunión.

Aunque las bromas de Su Ran iban una detrás de otra porque era incapaz de no mirar el número del reconocido productor en mi teléfono.

-Cualquiera pensaría que tienes novia -se mofó.

Estaba por responderle cuando una figura, desagradablemente familiar, en la calle de enfrente captó mi atención.

-Llámame cuando llegues al pub -señalé, deteniendo un taxi para Shin-. Tengo algo que hacer.

Memoricé la matrícula del vehículo y crucé la calle disculpándome por dejarla sola.

Al cabo de unos minutos, me detuve frente a una casa de dos pisos y me adentré en lo que parecía ser una fiesta de cumpleaños.

Ignoré las miradas de quienes sí habían sido invitados al festejo y me abrí paso entre los asistentes descubriendo a Jung Kook solo junto a la mesa de los refrescos.

-Hijo de puta -espeté, tomándolo por el cuello de su camisa y estampándole el puñetazo que se merecía.

-Hyung -balbuceó, llevándose las manos a la mejilla.

-¡No soy tu hyung, pedazo de mierda!

Me abalancé sobre él, queriendo cobrarle cada una de las lágrimas derramadas por mi hermana.

-¡Yoon Gi, no!

La voz de mi amiga resonó en medio de la música y supe que el tiempo estaba en mi contra.

Forcejeé con Jeon, haciendo oídos sordos a todo lo que me decía, no importaba cuánto tratara, no iba a detenerme.

Lo empujé con tanta rabia que sus costillas impactaron directamente contra el sofá cuando cayó y esa pequeña victoria bastó para zanjar su relación con Hae Ryung.

-¡No volverás a verla! -grité y mi amenaza bastó para devolverle las fuerzas.

Se levantó del suelo y me golpeó, provocando que sintiera el sabor metálico en mi boca.

Miré a todos lados y sonreí victorioso al dar con una silla que, por intervención de un tercero, destrozó un espejo.

-¡Detente!

Su Ran se interpuso entre nosotros, valiéndose del agarre que un sujeto alto y de cabello rubio ejercía sobre mí.

Los presentes se hicieron a un lado cuando la policía llegó y, mientras el festejado nos señalaba como los responsables del alboroto, mis manos luchaban por llegar a Jung Kook una vez más.

La rubia a mi lado no dejaba de suplicar, pero mis oídos no escuchaban absolutamente nada.

Hae Ryung había sobrevivido apenas a lo que le habían hecho en el pasado, no iba a dejar que otro maldito infeliz destrozara a mi hermana.






───── 𝐍𝐎𝐎𝐍𝐀 ─────
전정국






P. D. : A que no se esperaban un capítulo narrado por Yoon Gi 🤭


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