17 | CRACK

4.4K 399 82
                                    

(FISURA)

HAE RYUNG




—Hay algo raro aquí —concluyó mi amiga con los ojos entrecerrados—. Mi radar del amor me dice que esa no es toda la historia.

Se cruzó de brazos y, tras pensarlo un poco, preguntó:

—No solo fuiste a destruir la casa de Jung Kook, ¿verdad?

Tomé mi cuaderno y clavé la vista en su contenido, rogando en silencio que mi cara no estuviese roja como un tomate.

Aunque Yoo Jin era mi mejor amiga, hablar de besos, caricias e insinuaciones en plena borrachera seguía siendo vergonzoso, después de todo, yo era la mayor en la relación.

—Hae Ryung... —insistió, enarcando una ceja.

—Te necesitan en la sala de profesores —interrumpió la delegada y jamás pensé que le estaría tan agradecida de ella en la vida.

—Lo siento, el deber me llama —me excusé y salí disparada hacia la zona administrativa.

Cubículos vacíos era todo lo que había cuando llegué y asumí que se trataba de un error.

«O de una pésima broma».

—¡Hae!

Ji Woo asomó desde la oficina cuya placa la señalaba como la Coordinadora Académica y supe al instante de qué trataba el asunto.

Apenas entré a su lugar de trabajo, descubrí una pila de documentos esperando por mí.

—Lamento llamarte tan de repente —se disculpó—, pero necesito urgente un poco de ayuda.

La hija del Profesor Jung era realmente eficiente al momento de cumplir con sus obligaciones, una cualidad que la había llevado bastante lejos siendo muy joven pero, en ocasiones, habían días en que sus habilidades no bastaban y le ayudaba con el papeleo más simple.

Un Caramel Macchiato esperaba en mi siempre improvisado, pero familiar escritorio y, con una probada a los dulces granos de café, me dediqué a darle una mano con su trabajo.

La carpeta con la información de los estudiantes que participarían en las competencias acabó en mis manos, provocándome mariposas en el estómago cuando llegué a la ficha de Jung Kook.

—Espera un minuto.

Ji Woo tomó la nómina de participantes y la reemplazó por una diferente.

Una donde no estaba Jeon.

Sujeté su muñeca cuando quiso quitar la hoja con sus datos personales, comentándole que debía tratarse de un error, por lo que se apresuró a decirme que estaba lesionado.

—Una lástima, si me preguntas —comentó, observando su hoja de vida—. Mi hermano me dijo que tiene mucho potencial.

Ignorando la presencia de Ho Seok en su comentario, observé cómo la participación del castaño en el próximo Campeonato Juvenil se reducía a la oficina de Jung y terminaba en uno de los cajones de su escritorio.

—¿Acaso fue por...?

Negué con la cabeza.

El corte que se había hecho no era de consideración y lo traté adecuadamente. Si Jung Kook no podía debutar en el equipo de baloncesto no era por mi culpa, ¿o sí?

Un portazo se escuchó a lo lejos y la voz del Entrenador Kim rompió el hilo de mis pensamientos.

—¡Jeon, espera!

No lo pensé dos veces y me precipité fuera de la oficina, descubriendo a Jae Wan frustrado por la reacción de mi novio primero y al menor de los Jung como el nuevo fisioterapeuta después.

Omitiendo aquel detalle, salí al pasillo y evité a los estudiantes que salían a la hora del almuerzo para finalmente encontrarlo en el área de descanso, bajo el árbol en el que solíamos comer.

La distancia me permitió distinguir el vendaje alrededor de su tobillo y la culpa me invadió al comprobar que se trataba del mismo pie con el corte.

Di un paso y luego otro, no quería dejarlo solo, pero el resentimiento en sus manos empuñadas me detuvo en seco.

—Lo arruinaste —espetó, hundiendo el rostro entre sus rodillas y eso bastó para comprender que no me quería aquí.

Di media vuelta y, con el corazón pendiendo de un hilo, me marché.

«Seguro ahora me odia».






───── 𝐍𝐎𝐎𝐍𝐀 ─────
전정국

::: 𝐍𝐎𝐎𝐍𝐀 :::Donde viven las historias. Descúbrelo ahora