Sweaters and Christmas Tree

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A través de los vidrios de la recámara se miraban los copos de nieve caer en forma de suave llovizna

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A través de los vidrios de la recámara se miraban los copos de nieve caer en forma de suave llovizna. Se apilaban sobre el espeso cúmulo que estaba formándose desde la noche anterior.

Bostezo y se giró sobre su costado derecho. Sonrió al ver parcialmente el rostro tranquilo de su novio durmiendo a su lado. Estaba sobre su espalda con una mano cubriendo parte de su rostro, su boca entreabierta, su pecho descubierto subiendo y bajando al compás tranquilo que marcaba su respiración.

Ambos dormían en ropa interior pues al estar nevando mantenían alto el nivel de la calefacción, lo que les generaba la calidez suficiente.

Gerard comenzó a recorrer con un par de sus dedos el pecho de Frank, sonriendo malicioso cuando alcanzó el borde de sus boxers rojos de Mickey Mouse. Si su plan ideado la noche anterior funcionaba, podría esperar la noche buena con su arbolito de navidad en la sala de casa.

La cuestión era simple. Despertar a Frank con una maravillosa mamada. Hacerlo sentir bien para que dejara a un lado su odio a la navidad y decoraran juntos el árbol.

Con la yema de sus dedos comenzó a acariciar la semi erección matutina de Frank hasta hacerla endurecer por completo. Luego se incorporó con cuidado y se colocó ahorcadas sobre los muslos de Frank, con sus piernas a cada lado de las ajenas.

Deslizó la prenda hacia abajo, sólo lo suficiente para que el pene de Frank saliera y descansara con libertad sobre el tatuaje de las golondrinas en su vientre. Se lamió los labios al verlo tan duro y dócil solo para él pues el castaño aún dormía.

Presionó besos húmedos y suaves por todo su vientre. Deslizó su lengua cálida sobre la textura de la piel entintada de la palabra "And" que unía ambas golondrinas, la representación de ellos dos. Un tatuaje que Frank había adquirido hacía pocos meses atrás, para diseñarlo se inspiró en los maquillajes que ambos solían usar en los conciertos de la gira Revenge.

Perfecto... —susurró Gee para él mismo.

Con ayuda de sus manos a ambos lados de la cadera de Frank pasó su rostro sobre la zona púbica, aspirando su delicioso aroma.

Inició su labor plantando besos por las bolas de Frank, las tomó una por una y las llevó a su boca, succionándolas un poco. Luego deslizó su lengua por todo el falo, masajeando con su lengua la vena que se marcaba en aquel pene que tanto le gustaba.

Dejó pequeñas lamidas en la punta de su miembro y luego lo introdujo en su boca, acariciando con su lengua solo la cabeza. Escuchó como Frank empezó a respirar fuertemente, subió su mirada lo suficiente para encontrar unos ojos avellana que le miraban brillantes de lujuria.

—Gee... sigue... —pidió moviendo sus caderas.

Gerard inhaló profundo y metió en su boca toda la longitud. Relajó su garganta hasta que su nariz chocó contra el vello púbico, succionó un poco para luego iniciar movimientos hacia arriba y hacia abajo. Follando la polla de Frank con su boca.

𝐌𝐲 𝐅𝐫𝐞𝐫𝐚𝐫𝐝 𝐑𝐨𝐦𝐚𝐧𝐜𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora