𝐌𝐲 𝐅𝐫𝐞𝐫𝐚𝐫𝐝 𝐑𝐨𝐦𝐚𝐧𝐜𝐞

Liverpool Fan

La temporada de juegos era un dolor de cabeza para Gerard.

Frank siempre se ponía histérico a la hora de los partidos, sus gritos resonaban por toda la casa pues su fanatismo por el Liverpool era máximo. Usaba bufandas, camisas, gorras de su equipo favorito, tenía banderas e incluso se hizo un tatuaje alusivo, pero aún con todo eso Gerard no podía amarlo menos. De hecho cuando iba a ver los partidos fuera de casa con sus amigos lo echaba demasiado de menos, pasarle las cervezas bien heladas a como le gustaba.

Ese año sin embargo, Gerard pensaba que se había librado de ver su sala atestada de decoraciones rojas y la preciada manta de su querido Frankie gracias a la cuarentena, pero se equivocó. Aún no se explicaba de qué forma habían habido juegos.

Pero en fin, ahí estaba el castaño frente a él, con ojos de cachorrito. Esa mirada que sabía muy bien Gerard no se podía resistir.

—¿Me ayudarás mi amor? —volvió a repetir, balanceando su cuerpo junto a la isla en la cocina mientras Gerard terminaba de lavar los platos del desayuno.

Suspiró antes de voltearse colocando sus manos a los costados de su cintura. Llevaba puesto un lindo delantal fucsia que lo hacía lucir demasiado tierno. Aunque tratara de poner una expresión firme en su rostro sólo lograba verse más adorable.

—Y yo, ¿qué ganaría mi amor?

—Puedo limpiar el patio y la piscina.

—Eso te toca a ti Frankie —le dijo rodando los ojos.

—Puedo ir a comprar palomitas y boquitas para que miremos Harry Potter 8 entonces, esa que tú querías ver.

—Ay Frankie, ya te expliqué que es Harry Potter 7 parte dos corazón —le dijo con dulzura mientras terminaba de secar con un paño lo que había quedado mojado.

—Entonces ¿aceptas?

Gerard lo miró con ojos achinados, antes de volver a suspirar y asentir.

—Está bien pero...

—Gracias amor, eres el mejor mejor —se apresuró a interrumpirlo mientras corría escaleras arriba.

—Frank, ni se te ocurra que lo haremos aquí adentro si —le alcanzó a gritar.

—No te preocupes —le respondió de igual manera.

Media hora más tarde Frank tenía montado el pequeño escenario en el que grabaría el video que enviaría a la página oficial de su equipo, ya que querían que las celebridades famosas festejaran su triunfo de esa manera.

Frank colocó su enorme manta de fondo en el patio junto a la piscina. Se puso una gorra y una bufanda roja, llevaba puesto un par de shorts a juego y sus lentes de sol. También había llevado un pequeño banco para que Gee se sentara y tuviese una toma excelente. Mientras lo esperaba comenzó a agitar la botella de champagne, quería que la espuma subiera un montón.

—Bien Frankie, hagamos esto rápido, el sol va a quemar mi piel y sabes que no me gusta —se quejó Gerard mientras tomaba asiento con su celular en mano, listo para grabar. Se había colocado un enorme sombrero negro para que el sol no impactara en su rostro.

—De acuerdo amor, dame la señal.

—Casa del fan número uno del Liverpool Frank Iero, toma uno —dijo Gerard, con voz fingida, provocando que Frank quisera reprimir una carcajada porque ya había comenzado a grabar.

—Soy Frank Iero... jajajaja... —no pudo continuar puesto que destapó la botella y el líquido salió disparado hacia toda lados, logrando salpicar los pies de Gerard. Eso sumado a sus tremendas ganas de reírse, lo obligaron a rodar por el suelo mientras continuaba retrocediéndose de la risa.

—Okaaay, ya no es gracioso —dijo Gerard después de un par de minutos.

—Perdón amor, esque... jajajaja es que tu carita jajaja.

—Bueno creo que ya no podrás hacer el video hoy, así que me regreso a la casa —afirmó. Estaba dispuesto a levantarse pero Frank fue más rápido se puso de pie y re acomodo su ropa.

—Ya ahora si —respiró profundo y volvieron a intentar.

—Y... toma dos...

—Estamos celebrando la victoria de los Reds —habló agitando la nueva botella en sus manos—. Este año 20 20. —Destapó el corcho—. Vamos Reds. —Presionó la punta de la botella y el líquido salpicó hacia arriba, luego comenzó a moverlo sobre él, llenándose inclusive—. Uhh —soltó un pequeño gritito antes que Gerard cortara el video.

—Creo que quedó bien —dijo Gerard enfocado en la pantalla.

Lo revisó unas cuantas veces antes de mostrárselo a Frank, quién inmediatamente estuvo de acuerdo. N lo editaron porque ya le tocaría a la persona encargada de recibirlo hacer eso, así que tan pronto apareció el símbolo de entregado en el mensaje se giró hacia Gerard y capturó sus labios, sus manos apoderándose de su cintura.

—Gracias bebé —dijo contra sus labios antes de volver a tomarlos, con tanta suavidad. Pronto su lengua se encontraba recorriendo todo el interior de la boca de Gerard, degustando su saliva. Discretamente sus manos iban buscando un camino más abajo de su cintura.

—Mjhm —jadeó Gerard antes de separarse de aquel delicioso beso, dejando en el ambiente el sonido del chasquido de sus labios rojizos separándose—. Dejémoslo para más tarde amor —le susurró—. Tengo que preparar el almuerzo para las gemelas —le dijo antes de besar su mejilla y lamer un poco donde había saltado el champagne en el rostro de Frank—. Me encanta más como sabe en tu piel, quizás en la noche podamos jugar un poco —mencionó antes de levantarse y regresar al interior de la casa.

Frank asintió y con una sonrisa tonta recogió todas las cosas. Ssu día estaba resultando fabuloso; los Reds eran campeones y Gerard le había insinuado que tendrían una maravillosa noche. Nada más podía pedir.