Double Happiness

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Gerard le sonreía pleno a su reflejo en el espejo mientras terminaba de tejer la trenza en su largo cabello negro con raíces turquesas

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Gerard le sonreía pleno a su reflejo en el espejo mientras terminaba de tejer la trenza en su largo cabello negro con raíces turquesas.

Estaba tan contento que sentía que explotaría en ese mismo instante. Colocó delicadamente pequeñas flores blancas a lo largo de su trenza, luego peinó hacia un lado el flequillo que había dejado suelto. Colocó un poco de rímel a sus pestañas rizadas por naturaleza, a sus verdes orbes les hizo un delineado de gato perfecto y en la esquina de sus ojos para realzar el color puso con la punta de su meñique una pizca de glitter dorado, en sus carnosos labios, labial color mate.

Estaba casi listo, solo le faltaba tomar un suéter que cubriera su enorme vientre, y es que para tener seis meses de embarazo, el bebé había crecido bastante.

Sin embargo todo tenía un porqué.

—Me aterra que algo malo suceda con mi bebé —comentó mientras yacía recostado sobre la camilla con su vientre al descubierto.

—¿Porqué lo dices Gee? —preguntó Chris, la doctora que estaba a cargo de su embarazo. Ella terminó de colocarle el gel y comenzó a deslizar el transductor sobre su piel.

—Mi vientre es muy grande. Todas las chicas del grupo de mamás primerizas a donde voy a tomar mis clases tienen vientres muy pequeños, ni siquiera Sabrina, que ya tiene casi las 38 semanas está tan grande como yo. —Tenía su vista fija en la pantalla, hasta que la risita de su doctora le distrajo—. ¿Qué?

—Es muy grande porque no es un bebé Gee, son gemelos.

—¿Queeee? —preguntó casi con un grito.

—Estás esperando dos bebés, al parecer no lo vimos en la ecografía pasada por la posición en la que estaban, pero mira aquí están. —Efectivamente en la pequeña pantalla gris se podían observar las dos manchas—. ¿Quieres saber que son?

—Me gustaría que Frankie estuviera aquí.

—De por si será una enorme sorpresa que le digas que tendrán una doble felicidad.

—Creo que tienes razón, tengo un par de días para pensar como decirle.

—Te daré una idea luego... ahora tan taaaan...

—¡Dime ya Chris!

—Los dos bebés son... ¡unas niñas!

Gerard soltó un gritito de alegría, se limpió el vientre con suma rapidez para después abrazar a su doctora y luego llamar a su hermano para ir a almorzar y celebrar la noticia.

𝐌𝐲 𝐅𝐫𝐞𝐫𝐚𝐫𝐝 𝐑𝐨𝐦𝐚𝐧𝐜𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora