Bebé arcoíris🌈

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Gerard volvía a casa de su caminata diaria con Lois y Soup, repasaba en su mente una y otra vez las palabras que le diría a Frank

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Gerard volvía a casa de su caminata diaria con Lois y Soup, repasaba en su mente una y otra vez las palabras que le diría a Frank. Le dolía en el alma hacerlo pero le dolía aún más tener que ver la ilusión en los ojos de su esposo cada vez que compraba un test de embarazo y este daba negativo.

Cuando empezaron a ser novios habían tomado la decisión de no tener hijos por el momento. Conseguir trabajo, un auto y su propio hogar era la prioridad para ambos. Después que contrajeron matrimonio aquella decisión continuaba siendo válida pues aún no se sentían preparados.

Pero cuando Frank entró a sus treinta conversó con su esposo, era el momento perfecto. Ya necesitaba que alguien más llenara de alegría su hogar. Gerard estuvo felizmente de acuerdo, no le importaba trabajar un par de horas extras para que cuando el bebé naciera Frank estuviera todo el tiempo con él. Sería la mejor experiencia de sus vidas.

Casi un año pasó desde que habían decidido emprender ese viaje sin embargo no conseguían buenas nuevas. Simplemente no se daba. "Sigan intentando" les había dicho su doctora muchas veces.

Por esa razón Gerard quería hablar con Frank, ya no podía aguantar más ver los ojos que tanto amaba tristes y sin brillo.

—Amor, ya estamos en casa —anunció al llegar. Colocó las llaves en la repisa y liberó de sus correas a las perritas—. ¿Frankie?

—¡Aquí estoy bebé! —escuchó la voz de Frank proveniente de la habitación.

Fue a la cocina por un vaso de agua y luego se dispuso a entrar a su habitación, Frank debía estar en el baño así que era mejor decírselo ahora.

Gerard se sentó en la cama y jugó con sus manos.

—¿Sabes Frankie? Mientras hacíamos la caminata estuve pensando mucho —empezó a hablar. Escuchó como Frank abría la llave del lavamanos y al cabo de unos segundos la cerró—. No quiero que creas que no quiero, porque si quiero, tanto como tú lo quieres, lo quiero con todas mis fuerzas pero...

—¿Qué cosa Gee? —le interrumpió Frank. Se apoyó en el marco de la puerta con los brazos cruzados sobre su pecho viendo a Gerard con expresión seria, sus cejas juntas.

—Es sobre... la idea de... ya sabes... que no hemos podido... el bebé... —dijo entre balbuceos, estaba más nervioso y ya se arrepentía de haber hablado de eso—. Creo que deberíamos esperar, intentar dentro de un tiempo... yo...

—Gerard, seremos papás —dijo de pronto.

—¿Qué?

—Lo que escuchas, estoy esperando.

—Frankie ¿tú? ¿Cómo?. —Se había quedado sin palabras, realmente no sabía que decir. De todos los escenarios que había considerado, esta situación no había sido parte de ninguno.

—Pensé que tu reacción sería distinta Gee —dijo Frank relajándose un poco, bajó sus brazos a los lados de su cuerpo y suspiró—. Volvamos a intentarlo, con ánimos.

𝐌𝐲 𝐅𝐫𝐞𝐫𝐚𝐫𝐝 𝐑𝐨𝐦𝐚𝐧𝐜𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora