𝐌𝐲 𝐅𝐫𝐞𝐫𝐚𝐫𝐝 𝐑𝐨𝐦𝐚𝐧𝐜𝐞

Black Swan 🦢

Los movimientos sutiles y desesperados en sus brazos y el ritmo constante que sus pies en punta mantenían al marcar los múltiples piruoettes, eran dignos de admirar.

Sus manos que se movían con aquel toque de delicadeza tan único, sus dedos índices erguidos mientras el resto de sus dedos se arqueaban hacia adentro casi uniéndose por un magnetismo invisible; todo era tan perfecto que una gota de agua era capaz de deslizarse desde su hombro hasta acabar su recorrido en sus dedos sin irrumpir su camino.

Curvaturas impecables que captaban miradas y robaban suspiros, su rostro etéreo representaba a la perfección los sentimientos del cisne blanco.

—Excelente Frank —le felicitó el apático director Gerard Way—. Tu cisne blanco es perfecto, ahora muéstranos tu cisne negro.

Frank asintió despacio, caminando hacia el centro del salón lleno de espejos. Sus compañeros habían hecho un círculo para ver el ensayo general antes del gran día.

Respiró profundo un par de veces mientras Robert, el joven de cabellos dorados y ojos azules que era la representación del príncipe, hacía la entrada. Frank estaba nervioso porque sabía que interpretar al cisne negro era todo un reto pues era totalmente lo opuesto a él, sin embargo también estaba consciente de que debía entregarse al máximo ya que no tendría una nueva oportunidad como esa.

Y es que esa presentación sería algo grandioso, nunca habían presentado una obra de "El Lago de los Cisnes" en la que el mismo bailarín interpretara a ambos cisnes, hacerlo requería trabajo arduo y exhaustivo para que todo resultara perfecto.

Para conseguir ese papel, Frank estuvo en una audición con los mejores de sus compañeros y compañeras balletistas, y el jurado que estuvo presente para elegirle, eran de los más brillantes en el mundo de la danza.

Fue escogido en primer lugar por Gerard Way, el director. Un hombre alto, con cuerpo bien definido, su cabello negro un poco largo y un flequillo que adornaba casi toda su frente, siempre usaba una pañoleta roja alrededor de su cuello y eso hacía que sus ojos verdes y su pálida piel realzara más. Gerard siempre vio en Frank al cisne blanco ideal, pues desbordaba la inocencia y elegancia requerida, y aunque tuvo dudas respecto a la interpretación del cisne negro, pues Frank se volvía tímido al momento de proyectarlo, estaba seguro que también lo lograría, miraba ese poder en él.

Frank sabía que el ser cisne negro era su debilidad, así que había ensayado innumerables veces para conseguir ese esplendor y creía haberlo logrado, pero ahora que estaba ahí ante todos siendo cargado por Robert, con sus brazos estirados en quinta posición y sus piernas firmes y tensas mantenidas en el aire en un passé perfecto, sentía el temor a equivocarse naciendo de su interior.

Para cuando sus pies volvieron a estar en el suelo y se dispuso a realizar los múltiples chaînés al ritmo del sonido musical, sus ojos se fijaron en las esmeraldas que le miraban acusatorias, cada spot que marcaba volvía a su punto final en esos ojos.