Capítulo. 43

5.7K 504 435
                                    

Ahora es mi turno de cuidarte.

Las letras en cursiva son recuerdos o sueños.

Jordan se encontraba acariciando el cabello de Bucky, mientras este veía la televisión, acostado sobre las piernas de ella. Tenían aproximadamente un año viviendo juntos y ayudándose entre sí. Ninguno negará que ha sido difícil, las pesadillas y la aparición del soldado los han colocado en posiciones complicadas pero han sabido superarlo poco a poco.

—¿Buck?— La voz de Jordan llama la atención del castaño.

—¿Si, bonita?— James responde al llamado de la muchacha, últimamente le decía ese apodo porque el Carson ya no sonaba lindo.

Jordan muerde sus labios nerviosa, algo que logra notar Barnes.

Bucky gira su cuerpo, para poder ver a Jordan bien, quedó boca arriba. —¿Qué sucede?—

—¿Puedo hacerte trencitas?— Jordan sonríe con inocencia.

Bucky la ve con el ceño fruncido. —¡No! ¿Por qué trencitas?— Se sienta correctamente en el sofá, cruzando sus brazos.

Jordan ríe un poco. —Es que tienes un lindo cabello y me tienta a manosearlo.— Hace gestos con sus manos.

—No, soy un hombre rudo, no puedo andar con trenzas.— Barnes habla, mientras se levanta y coloca sus manos en su cadera, viendo a Jordan.

—Tonterías, eres el chico más adorable del mundo.— Taylor se levanta para colocarse frente a él y acariciarle el cabello. —Solo una, anda. No seas malo.— Hace un puchero.

Bucky la ve con los ojos entrecerrados, tratando de resistirse a la mirada de perro bajo la lluvia que ella le daba. —No, trenzas no.—

Jordan ve el piso y suelta falsos sollozos, a ver si así lo ablandaba.

El de brazo metálico muerde su labio para luego decir: —Pero puedes cortármelo un poco.—

Jordan sonríe exactamente como el gato de Alicia en el País de las Maravillas. —¡Al baño, señor Barnes!— Ordena la mujer bastante emocionada, parecía una niña con muñeca nueva, aunque a ella nunca le gustaron las muñecas.

—Me estoy arrepintiendo.— Anuncia Buck, mientras camina a paso lento al baño.

—No. Nada de arrepentirse, la primera palabra es la que vale.— Jordan toma ambas manos del hombre y lo empuja a la silla del baño, para sentarlo.

Bucky la ve con una ceja alzada. —Ojalá eso también aplicara a lo que tú dices.—

—No sé de que hablas.— Jordan busca las tijeras en los cajones.

—¿Ves? Siempre esquivas la verdad. Deberías trabajar en eso.— Bucky la ve curiosa por el gesto de desagrado que hizo ella.

—No esquivo la verdad.— Ríe la ojiverde.

—Si, amas mandar pero no que te manden. Eres controladora.— Bucky le pellizca la panza a Jordan.

DARK QUEEN  ||Bucky Barnes||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora