Capítulo. 77

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Doctor Strange.

La vengadora más fuerte entraba al Santuario de los Hechiceros en New York, cuando una voz masculina que no conocía la recibe con las siguientes palabras:

—Bienvenida de nuevo, Caos.—

Jordan miró a todos lados. —¿Quién carajos habla?— Dijo ella confundida.

—Para ser dios eres muy grosera.— Siguió diciendo aquella voz.

—¿Vas a salir o te tengo que buscar?— Habló la ojiverde caminando hacia las escaleras.

Un hombre con capa roja, unos guantes amarillos y barba apareció frente a ella por medio de uno de los portales.

—Oh, pero mira, un anciano.— Jordan dice soltando unas risitas.

El hechicero rodó los ojos. —Soy el Doctor Stephen Strange, ahora el nuevo Hechicero Supremo.—

—Ajá, ¿y qué le pasó a Ancestral?— Taylor estiro su mano a la capa del hombre la cual le pegó antes de que la tocara. —Abusadora.— Le dijo ella a la tela roja.

Strange sonrió de lado al ver la pequeña interacción entre su capa y la mujer, luego se le borró. —Murió, mientras tu estabas quien sabe donde aquí se desató una batalla contra uno de sus ex-alumnos y otros.— El doctor ve como Jordan intenta tocar la capa de nuevo. —Supongo que no te interesan los detalles porque no me estás prestando ni un grano de atención.—

Jordan lo ve a los ojos. —Lo siento, tu capa me es curiosidad y si, no me interesan los detalles porque ya se que la historia terminará en un 'Y así salvé al mundo'.— Imitó perfectamente la voz de Strange.

El antes cirujano sonrió un poco. —Me agradas.— Dijo.

—Que bueno, ahora, dime, ¿quién me ayudará con mis fantásticas habilidades?— Jordan habló mientras subía las escaleras hasta el segundo piso.

El doctor se elevó y levitó hasta la chica. —Yo. Ancestral me lo encomendó, así que vamos a trabajar bastante.—

Jordan se queja y lo apunta con su dedo. —Sin trucos raros, Stephen.—

Strange sonrió con malicia y la abrazó a su cuerpo, luego los teletransportó a la biblioteca. Taylor quedó sentada y mareada en una silla, mientras el hombre buscaba un libro.

—Uy, como quisiera golpearte.— Se queja la neoyorquina, con una mano en la cabeza.

—Mientras estabas haciendo quién sabe qué en quién sabe donde, me tomé la molestia de leer algo de tu libro. No te importa eso, ¿no?— Strange se sentó frente a ella.

—Ya que.— Suspira y  lo ve. —Ajá, sigue hablando.—

—Ya conozco todo lo que hiciste como dios, ahora quiero conocer todo lo que haz hecho como Jordan.— Dijo Stephen.

Jordan sopló parte de su cabello el cual estaba fastidiando sobre sus ojos. —¿Para qué? ¿Acaso no ves las noticias o escuchas lo que los demás dicen?—

—Tengo muchas ocupaciones, Jordan. Así que cuando quieras empieza a hablar, no me iré.— Strange se puso más cómodo en la silla.

La castaña soltó un largo y pesado suspiro. —Nací en 1917, mi madre biológica murió ese día y a mi padre biológico nunca lo conocí.—

—Continua.— Dijo el hechicero.

—No me presiones, nunca he hablado de eso con nadie.— Jordan lo ve seria. —Luego de eso, una enfermera me tomó entre sus brazo, me llevó a su casa y junto a su esposo me adoptaron. Eramos una linda familia, ¿sabes?— Sonrió la mujer al recordar esos momentos. Gracias a sus habilidades podía recordar hasta el rostro del doctor que atendió su nacimiento. —La típica familia de revista, el esposo, la esposa y la niña siempre sonriendo pero los perdí a los dos años en un accidente no tan accidental.— La mujer paró de hablar, tenía su mirada puesta en la nada.

Strange le tomó una mano y la apretó para darle fortaleza, luego la soltó y sirvió té, mismo que aprecio mágicamente en la mesa.

Jordan giró la vista a la tasa un momento y continuó contando su historia. —Recuerdo que los vi morir, sufrieron mucho porque se quemaron vivos. Aún no entiendo como a mi no me pasó nada.—

—Puede ser porque tenías tus poderes, al menos el de regeneración y luego del accidente los suprimiste por completo.— Habló Sthepen.

—Si, quizás.— Jordan mordió su mejilla, mientras veía el humo que salía del té. —Sarah se ocupó de mi luego, la madre del Capitán América. Ella siempre decía que yo debía sonreír, que mis padres adoptivos siempre estaban conmigo pero yo nunca creí en la vida más allá de la muerte ni en eso de que tus seres queridos te acompañan.—

—Bien, ¿y luego?— Preguntó el hombre.

—Luego la ayude a criar a Steve y pesadillas acerca del accidente empezaron a fastidiarme. Mi infancia y adolescencia fueron relativamente normales, perseguir a mi hermanito desnudo por toda la casa y defenderlo de los bravucones unos años más tarde eran mi forma de diversión. Ah, y sin agregar a la historia a James Barnes, el amor de mi vida, el único hombre con la capacidad de romper y armar mi corazón con solo mirarme y mostrarme su bella sonrisa.—

Strange sonríe, se notaba que esa mujer jamás hablaba de sus sentimientos de tal manera.

—No logré graduarme de la secundaria, porque era pésima en matemáticas y reprobé. Aún no me lo perdono porque antes de eso mi madre, bueno Sarah, murió y lo único que me pidió antes de irse fue que me graduara pero no cumplí.— Jordan mete su dedo en el té y al sentirlo frío, vuelve a calentarlo con sus poderes y le da un sorbo a la taza. —Está rico, gracias.— Sonríe hacia el hombre. —El resto es historia, fui al ejército, luego Hydra entró a mi vida y después los Vengadores, en fin.—

—Muchas desgracias, ¿no?— Habló el hechicero.

—Demasiadas, quizás sea un castigo por querer vivir como los humanos y dejar mis responsabilidades.— Dijo la ojiverde.

—No, no es un castigo. A veces ciertas personas pasan por pruebas bastante duras, eso los convierte en mejores versiones de ellos mismos.— Dijo Stephen.

—Lo sé, lo sé pero hasta cuando la vida va a seguir con las pruebas, ¿eh? Si no se mueren las personas que me importan, se van. Ya estoy harta de tanta espera, yo solo quería ser feliz. Sentir las emociones de los humanos, la emoción de un primer beso o de un cumpleaños, quizás también algo de dolor pero esto ya rebosa los limites.— Jordan dice casi en un gruñido.

—Bueno, como dijiste, querías sentir lo que nosotros y te vino el paquete completo de un solo golpe. ¿Quieres saber que creo?— Le preguntó Strange a la chica, la cual asintió. —Un día, quizás pronto o quizás no, serás feliz pero debes tener mucha paciencia. Ya recibirás tu recompensa por tanto sacrificio.—

Jordan sonríe grande. —Eres mi psicólogo desde ahora.—

—De nada, Taylor.— Sonríe el doctor también. —Ahora ya que llegué a la conclusión de que no serás completamente dios hasta que dejes tus traumas y frustraciones de lado, puedes ir a descansar. Mañana empezaremos con los entrenamientos. ¿Ok?—

—Si, señor brujo.— Jordan hace la seña militar de la mano en la frente y se va. —Espera, ¿cómo que dejarlas de lado?—

—Anda a dormir, a pasear, yo que sé y mañana te lo explico mejor.— Stephen la corrió de la biblioteca.

—Oye, me agradas también.— Se va sonriendo, sintiéndose mentalmente bien por los momentos.

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HOLAAAAAAAAAAA!

Aquí otro capítulo. Espero que les haya gustado y lo disfrutaran. Son los mejores aunque no los conozca. Nos leemos mañana, espero. Bye.

#Angie. ❤

DARK QUEEN  ||Bucky Barnes||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora