Capítulo. 16

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Primera misión.

Jordan se encontraba haciendo algo de pesas en la gran sala de entrenamiento y muy callada también, cosa que era extraña en ella ya que nunca estaba en silencio. La muchacha se estaba dedicando un tiempo para pensar sobre su vida, sobre si las cosas que hacia estaban bien o mal, pero no llegaba a nada, solo recordaba su nombre y pequeños rasgos de la personalidad que antes tenía. Queen, como se autonombró, dominaba en todo, era más efusiva e imprudente que la anterior pero ambas tenían algo en común, y es que las dos están enamoradas de James Barnes.

La ojiverde escuchó unos disparos y giró su mirada hacia esa dirección, donde encontró la figura del Soldado probando su puntería, iba a decir algo imprudente pero prefirió callar.

—¿Te cortaron la lengua?— James se giró a verla, para darse cuenta que era bastante fuerte, levantaba 140 kilos en pesas.

Jordan suspira y deja la pesa en su lugar. —Ya quisieras, pero es un gusto escucharte hablar.— Caminó hacia él, tomando agua de su botella.

—Tus ojos están algo diferentes.— Siguió disparando al blanco que tenía en frente, pero no atinaba ningún disparo.

Jordan lo ve sorprendida. —Ok, tú estás hablando y yo no. Esto es raro.— ríe. Y lo ve fallar por décima vez. —Lo estás haciendo mal, Soldado.—

Barnes rueda los ojos. —No, lo hago bien.—

—Si para ti, fallarle al centro es bien, lo haces excelente entonces.— Vuelve a tomar agua. —Estás muy tenso, empezando por ahí. Relájate.— Carson tomó los hombros del soldado y le hizo un masaje.

Barnes suspiró algo incómodo por lo que ella hacía, pero no hace notar su mediano disgusto.

—Tienes buena postura y apuntas correctamente, pero no aprietas el gatillo como se debe, lo haces con la segunda falange y eso te desvía el disparo. ¿Entiendes?— Le coloca el dedo en la posición correcta.

James estaba atendiendo a lo que ella decía, algo nervioso, la diferencia de altura no era mucha y ella le respiraba en la nuca.

—Bien, ahora mantén la respiración tranquila, cuando exhales retén un poco y dispara. No puedes moverte tanto, tienes que estar tranquilo. Intántalo.— Le indica la muchacha.

James lo hace y acerta todo los tiros. —¿Así?— Solo fingía no saber, él era un excelente tirador.

Jordan lo ve con la boca abierta. —Eres un tramposo, solo querías tenerme cerca.—

El soldado se encoge de hombros desinteresado, ocultando que esa fue su intención desde el principio. —Iré a darme un baño, la misión es en pocas horas.— Se retira de la habitación.

El juego podía ser de dos, y ahora que Jordan sabia eso, no lo dejaría en paz nunca más.

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—Bien, ambos deben ir a España, allí habrá una convención de científicos y un excelente amigo del doctor Zola estará ahí, asesínenlo, de la manera más sigilosa posible.— Pávlov le decía a Jordan y James lo que debían hacer, ambos asentían ante todo.

La orden era asesinar al científico Oscar Olsson y arrebatarle un chip que siempre llevaba consigo, amigo íntimo del Dr. Zola. Alguien que conocía todos los secretos y fuentes de Hydra informaron que el científico iba a vender los secretos de la organización. Era una amenaza sin duda, ya que Hydra estaba "extinta" gracias al Capitán América. Ambos soldados luego de saber lo que harían, van a prepararse con sus nuevos trajes y armas.

—Doctor Williams, este traje es increíble

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—Doctor Williams, este traje es increíble. Dele un beso a la persona que lo fabricó de mi parte.— Se veía en un espejo, amaba lo sexy y empoderada que se veía con ese uniforme.

André ríe. —Lo hice yo. ¿Te gusta?—

—Obvio.— Abraza la muchacha al doctor y le da varios besos en la mejilla. A la vez se escucha un carraspeo que viene de la entrada de la sala.

El soldado estaba en el lugar, con su traje nuevo.

Jordan al verlo traga saliva y se echa aire con un libro. —Tengamos sexo, Soldado.— El uniforme que se colocó hombre se ajustaba en todos los lugares correctos, era una tentación.

Barnes de cruza de brazos y alza una ceja. —Es hora de irnos, enana.—

—¿Enana? Mido 1.75, ¿y desde cuándo hay tanta confianza entre nosotros?— Se queja Jordan.

—Trato de ser amable.— Responde él algo desesperado por irse. —Mueve tu lindo trasero, que se nos hace tarde.— Sale de la habitación, sin darse cuanta de lo que dijo.

—Oh, él piensa que mi trasero es lindo, doctor.— Ríe la castaña.

—Ya vete y ten cuidado.— Williams le besa la frente y la ve irse del sitio.

Jordan al llegar junto al soldado empezó a fastidiarlo, a verlo demás, cosa que le incomodaba a él.

—¡Ok, basta! Deja de mirarme como si fuera un pedazo de carne.— Prepara sus armas.

—Mm, es imposible. Todo en ti me provoca.— Murmuró ella mordiendo su labio.

James rueda los ojos. —¿Por un momento puedes estar callada y seria, por favor?— Ruega él.

Jordan niega. —Aún no. Te han dicho que eres un hermoso dios griego.—

—No recuerdo mucho de mi vida.— James termina de cargar su arma.

—Yo tampoco, somos del mismo equipo, ¿ves? Solo que tú eres más amargado.— Le dijo ella.

James se acercó y le colocó un pedazo de tela en la boca para callarla. Ya estaba estresado y la misión aún no empezaba.

Jordan por esa acción patalea y trata de quitarse la mordaza, pero es imposible ya que él le amarró las manos también. Balbuceaba palabrotas y algo sobre de que se vengaría, según entendió James.

—Paz, por fin paz.— Se recuesta en un asiento del jet, apoyando su cabeza en sus brazos, sonriendo triunfante. Callar a Jordan fue la mejor decisión que ha tomado en el día.

DARK QUEEN  ||Bucky Barnes||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora