Capítulo. 15

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Los puños de Hydra.

Jordan después de darse un baño y disfrutar un poco de su habitación, fue al laboratorio del doctor Williams, donde el Soldado del Invierno era curado de la paliza de hace unos minutos.

—¿Vienes a burlarte de él? Si es así, te informo que tiene un pésimo genio ahora.— Dijo André mientras cura una herida en el abdomen de James.

Jordan suelta un silbido. —Ya se me quitaron las ganas de burlarme, quiero hacer otras cosas con él.— Mueve sus cejas picara.

James suelta un gruñido al escucharla, le irritaba su voz.

—No, por favor. Estoy aquí.— Se queja André como niño, a pesar de que tenía casi 50 años.

—¡Por dios! Ya sabes que a los bebés no los trae la cigüeña, deja tus tonterías que santo no eres.— Reclamó la muchacha sentándose en la camilla, junto al soldado.

—Iré a buscar algo, ya vengo.— Sale el doctor de la sala para buscar insumos y terminar de curar a Barnes.

Jordan mece sus pies, ya que no alcanzaba el piso desde el lugar donde estaba. —¿No hablas, soldado?—

—¿Y tú no te callas?— Dice James viéndola muy serio y con voz ronca.

—Oh, que linda voz. Me gusta.— Rió Jordan. —Si me odias por lo de esta mañana, te advertí que no me hicieras enojar.—

James rueda los ojos y se agarra el costado para bajarse de la camilla.

Jordan se inclina un poco para verle el cuerpo al Soldado. —Algún día, ya verás. — Muerde su labio viendo al adonis que tiene en frente.

—Dile al doctor que estoy bien.— Sale de la habitación.

La ojos verdes suelta un suspiro y luego una risa. —Ay, soldado. Me estás gustando más de lo debido.— Habla al aire.

—Queen, no. Habrá consecuencias.— El doctor iba entrando a la habitación.

—A estás alturas de mi vida, no me importan esas consecuencias, Doctor.— Contestó ella.

André niega. —Niña, no juegues con fuego, puedes ser muy fuerte pero eso no te exonera de las malicias de Hydra. No los conoces, han hecho y harán más cosas malas contigo si los desobedeces.—

Jordan rueda los ojos. —¿Entonces por qué trabaja para ellos?—

—Dinero, estabilidad, tome una pésima decisión pero ya no hay vuelta atrás.

—Mm, la ambición mueve al mundo, Doctor. Siempre lo hará.— Se baja de la camilla. —Iré a mi reunión, ya tengo hambre.—

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Hank Pávlov, esperaba a sus invitados en su alcoba. Les asignaría un horario de entrenamiento para la primera misión que en unos semanas tendrían. La cena ya estaba servida, solo los esperaba.

El soldado luego de darle dos toques a la puerta, entra a la habitación, con su semblante serio. Jamás cambiaba su expresión.

—Soldado, tome asiento.— Pávlov sonríe y lo hace sentar.

Barnes se sienta donde le indican, su mirada seguía perdida.

—¡Permiso!— Jordan entró a la habitación con un desorden, no era muy silenciosa cuando se lo proponía.

—Señorita, pase.— Dice Pávlov algo irritado por la entrada de la muchacha a su alcoba.

—Si, gracias.— La ojiverde sentó junto al soldado. —Supongo que estamos aquí para algo más que cenar, ¿o me equivoco?—

Hank se sienta en la mesa junto a ellos para empezar a cenar. —Les entregaré sus horarios de entrenamiento, tienen una misión importante en unas semanas, deben estar más que preparados. Los científicos les fabricaran trajes especiales para las asignaciones.—

—¿Eso es todo? Señor, usted hace un protocolo innecesario para decirnos que hacer. Solo es una observación, no se ofenda— Jordan pinchó la lechuga de su ensalada, antes de llevársela a la boca.

—Mis mejores soldados deben estar bien atendidos.— Contestó Pávlov.

James mira a Jordan de reojo, como detestaba a esa mujer, aunque también le parecía linda pero la odiaba más.

—Si, soldado. Ya sé que soy hermosa. — Le guiñó un ojo la muchacha al antes mencionado.

—Las relaciones están prohibidas aquí, Señorita.— Hank informa serio.

—Ya sé porque no tiene esposa, es muy aburrido, señor.— Jordan se concentra en comer.

—Eres detestable.— Hank responde serio.

—Eso dicen.— Se encoje de hombre sin interés

Entre palabras cortas, trascurrió la cena entre ellos. Nada anormal sucedió, claro, sin contar los insultos elegantes de Jordan.

Ambos soldados fueron escoltados a sus habitaciones, donde son abandonados en las puertas de las mismas.

—Buenas noches, Soldado.— La muchacha dice amablemente, abriendo la puerta de su habitación.

James la ve mal y  entra su habitación sin intención de responderle.

—Ya verás, te tendré comiendo de mi mano pronto, Soldadito. Ya verás.— Entró a su habitación sonriendo muy contenta.

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¡Hola! Espero que este capítulo les haya gustado. Le hice algunos ajustes a la historia porque tengo una ligera obsesión por el orden y si no lo hacía, uno de las víctimas de Jordan quedaría fuera de la línea de tiempo correcta. Se vendrán muchas cosas. Y nuevamente,  gracias a todos lo que me han apoyado, se les quiere.

#Angie. ❤

DARK QUEEN  ||Bucky Barnes||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora