DARK QUEEN ||Bucky Barnes||

Capítulo. 111

Los 70's.

Un auto pasaba a toda velocidad por las afueras de la base militar en New Jersey. —Hagan el amor no la guerra.— Dice el hombre del auto.

Steve y Tony al llegar a los setenta, se colocaron ropa de acuerdo a la época.

—No naciste principalmente aquí, ¿verdad?— Preguntó caminando junto a Capitán.

—La idea de mi, si.— Steve caminaba rápido junto a él.

—Bueno, imagina que eres SHIELD y éstas a cargo de una organización de inteligencia semifacista, ¿dónde la escondes?— Preguntó Tony.

—A plena vista.— Steve señaló con la cabeza un lugar.

Dos hombres entran a la habitación donde se suponía estaban las municiones. Tony escanea con sus lentes y los ve bajar, luego caminan hacia allá y entran en el ascensor.
Una mujer que se encontraba allí los ve raro, muy raro, ya que no los conocía. Stark se puso frente al Cap para cubrirlo para que no lo reconocieran.

—Suerte con tu misión, Capitán.— Tony se despidió saliendo del ascensor.

—Suerte con tu proyecto... Doctor.— Steve disimuló.

—¿Nuevo aquí.?— Preguntó la morena que tenía rato observándolos.

—No diría eso.— Steve contestó y la mujer lo vió más extrañada aún.

Tony entró al laboratorio y buscaba el teseracto. —¿Aquí estás?— Abre la caja con un láser y al ver el cubo, dice: —Devuelta al juego.— Saca la cuestión y la guarda en un maletín.

—Arnim. ¿Arnim, estás ahí?— Preguntó un hombre.

Tony cerró de golpe el maletín y se sorprende al ver quién era el hombre, así que camina al lado contrario para huir.

—¡Hey! La salida es por aquí.— Dijo Howard señalando la otra dirección.

—Ah, si.— El hijo del hombre susurro nervioso,

—Busco al doctor Zola, ¿lo has visto?— Preguntó.

—Claro, el doctor Zola, no, no lo he visto aquí.— Tony choca con una silla gracias a los nervios. —Ay, perdón.—

—¿Te conozco?— Preguntó Howard.

—No, señor. Soy un visitante de MIT.— Tony muestra el carnet.

—MIT. ¿Tienes nombre?— Preguntó él.

—Howard.— Dijo Anthony sin pensarlo mucho.

—Ah, no se me va a olvidar.— Howard se acerca.

—Howard... Potts.— Dijo Ironman.

—Pues el mio es Howard Stark.— Le da la mano a su hijo. Tony le termina agarrando un dedo nervioso. —Ten cuidado porque...—

—Si.— Respondió Tony.

—Estás un poco pálido, Potts.— Howard comentó,

—Si, no he dormido.— Tony coloca el maletín en una silla.

—¿Quieres tomar aire?— Howard pregunta y el otro Stark se queda callado por mucho tiempo. —¡Hola, Potts!—

—Si, me hará bien.— Dijo Edward.

—Por aquí.— Le señaló su padre.

—Bien.— Contestó Tony sudando.

—¿Y tu maletín?— Howard se lo entrega, Anthony lo abraza fuerte y se disponen a salir.
—No eres de esos raro, ¿verdad Potts?