Capítulo. 21

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Febrero. 1989

Hank Pávlov estaba en serios problemas con los diferentes jefes de Hydra, luego de la muerte de Zola, el hombre se tomó atribuciones que no le correspondían. Usaba a Dark Queen y al Soldado del Invierno a su placer, para robarse el dinero de los casinos o acabar con las persones que a él no le permitían hacer lo que quería, cuando en realidad los soldados debían tener misiones fuera del ámbito personal de la persona que los custodiaba. Así que los otros jefes de Hydra, organizaron un golpe contra la base en Siberia, buscando a Hank.

—¡Quiero que ellos me protejan!— Golpea la mesa Hank, ordenando que Jordan y James lo protegieran del ataque.

André que se encontraba ahí y era su amigo desde hace mucho, solo se dedica a escuchar. —Pávlov, rompiste reglas y vendrán por ti. El Soldado y Queen fueron creados para cambiar el curso de la historia, para que Hydra siempre tuviera el control de los acontecimientos y de las personas al sembrar temor. No los crearon para tu beneficio propio, te dije que traería consecuencias, espero que solo te envíen lejos de aquí y no que te asesinen.—

—Usaremos a Jordan, si. Ella me protegerá.— Marca un número en el teléfono de su oficina.

—No lo hará, te odia.— Se levanta.

Hank gruñe. —Entonces lastimaremos a su lindo Bucky.— Choca la bocina del teléfono con su base fuertemente. —Yo mando hasta el último minuto.—

El doctor André Williams suspira asintiendo y saliendo del lugar. Recogería sus cosas y se iría, no se quedaría para la masacre.

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Jordan y James estaba felizmente en la sala de entrenamiento, almorzando. La amistad estaba más fuerte y ambos se protegían mutuamente.

—Entonces, ¿te golpearon esa vez y los asesinaste?— Pregunta Barnes mordiendo su hamburguesa de pollo.

Jordan responde moviendo su cabeza en afirmación. —Creían que por ser mujer no los mataría, grave error.— Toma de su refresco.

—Eres muy ruda, me encanta eso. Me encantas entera.— Rió James y limpia su boca con una servilleta.

—Ay, Soldado. Si sigues, me terminarás gustando.— Lo ve la mujer de ojos verdes con una sonrisa divertida.

James se acerca un poco a ella, realmente mucho. —Entonces seguiré haciéndolo.—

—Extraño al amargado que no hablaba.— Jordan muerde una papá frita.

Barnes sonríe de lado. —Oye, ¿tú y yo nos conocemos desde hace más tiempo cierto?— Dice más serio.

—Desde aquella paliza, ¿por?— Come ella más papás fritas.

—No, no, mucho antes. Recuerdo cosas y tú estás en esos recuerdos, al igual que un muchacho rubio.— James la toma de la barbilla cuando ella mira a otro lado. —Oye, mírame.—

—Seguro lo soñaste, eso es bueno porque nunca sueñas.— Jordan tenía miedo, si Bucky recordaba su pasado, lo llevarían a la maquina de choques eléctricos que borra su memoria y todo lo que había logrado ella, la confianza que se tenían, el cariño, se iría al carajo.

—¡No! No lo soñé y lo sabes. Éramos amigos, o algo más que eso. ¿Por qué no quieres decirme?— La toma James de los hombros. —Dime, ¿qué éramos?—

—Nunca le pusimos título a lo que teníamos, pero era hermoso.— Suspira la mujer.

James le toma las manos para que le siga contando. —¿Cómo era yo?—

Jordan suelta una risita. —Un galán, uno muy divertido, con la sonrisa más encantadora del mundo. Un amigo sincero y leal. Un gran hombre.— Sonríe muy hermoso y sus ojos mostraban nostalgia.

Barnes une sus frente con la de ella. —Gracias.— Le besa la frente. —Gracias por decirme quien era.—

—Aún eres esa persona, mira, me diste un beso en la frente.— Ve los ojos azules del hombre frente a ella.

—¿Puedo besarte?— James roza sus labios con los de ella.

Jordan no tiene la necesidad de responder, ya que ella misma une sus labios en un beso lento, que poco a poco aumenta de intensidad. La ropa empieza a desaparecer y en medio de la sala de entrenamientos, entre gemidos y jadeos, los sujetos se demostraban el amor que sentían por el otro, ese amor que hace mucho ambos necesitaban recibir. Las embestidas de James iban acompañadas de palabras románticas que salían de la boca de Jordan, el acto culminó con ambos susurrando el nombre del otro y sellado con un dulce beso.

—Entonces, ¿metí un mapache al apartamento en donde vivíamos con Steve?— Pregunta James confundido, mientras acariciaba el cabello de Jordan.

—Si, ese pequeño ladrón se llevó mi tarea y por su culpa reprobé matemáticas.— Reía contenta por tener a su Bucky de nuevo.

—Pero acabas de decirme que siempre fuiste mala en matemáticas, el mapache solo te robó la tarea una vez, ¿no?— Rasca su cabeza sin entender.

—¡Shh! Fue culpa del mapache.— Lo abraza.

James ríe y une sus labios con los de la mujer, era un beso suave y profundo. De un momento a otro, las alarmas de emergencia empiezan a sonar. al igual que muchos disparos. Las bases estaban siendo invadidas por personas que buscaban a Hank Pávlov.

Los ex-soldados de la segunda guerra mundial, se vistieron con rapidez juntos antes de que un André desesperado entrara a la sala.

—Deben irse, es su oportunidad de escapar.— Williams, llevaba consigo dos mochilas con los trajes de ellos, municiones, equipo médico y comida.

—¿Irnos? ¿A dónde? Doctor, ¿qué pasa?— Jordan toma la mochila.

—Vinieron por Hank y ustedes, los llevaran a otras bases. Los van a separar.— El Doctor toma a ambos de la mano  y los lleva a una salida secreta del lugar.

—No lo permitiremos, no pueden.— James se coloca la mochila.

—Entonces, síganme.— El doctor los dirige a un pasillo oscuro, hace unos 10 años prometió para si mismo, que al tener la oportunidad de sacarlos de ese infierno, lo haría y ahora que eso sucedía, no iba a desaprovecharlo.

DARK QUEEN  ||Bucky Barnes||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora