Capitulo 9.

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Viaje.
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Seguía procesando lo que había leído momentos antes, ¿Quién era esa persona? ¿Sería ella? No, no podría ser ella era algo realmente imposible a menos que..."No", se negaba rotundamente a qué ella fuera uno de ellos, no podía simplemente no podía.

Si no era la misma persona entonces ¿Quién era esa persona llamada Romina? ¿Por qué le mandó una carta a Carlisle y Esme? ¿Qué era ella de ellos? ¿Sería algún familiar? No era imposible a menos que sea algún amigo que él nunca había conocido. Se debatía internamente en abrir la carta y leerla, dársela a Esme y hacer como si nada hubiera pasado o preguntarle a Esme y Carlisle sobre ella. Optó por la primera opción, cauteloso empezó a abrir desesperado aquella carta.

—¡Edward! Esme pregunta porque tardas tanto ¿Qué estás haciendo? —interrumpió Alice Cullen.

Estaba demasiado absorto en sus pensamientos que no se dio cuenta de la presencia de Alice, nervioso intento esconder la carta con el nombre de Romina. Alice al ver lo que trataba de esconder le arrebató las cartas de las manos para después salir corriendo hacia la cocina donde se encontraba Esme. El cobrizo al ver como su hermana adoptiva se fue corriendo la siguió con rapidez dónde estaba una Alice preocupada tratando de ocultar sus pensamientos y una Esme asombrada por leer el nombre de la carta no esperaba cartas de Romina ese día, aún no era fin de semana. Al ver a Edward trató de pensar en otra cosa menos en ella, pero no fue del todo exitoso.

"No esperaba una carta de mi niña hoy". Pensó Esme. Un pensamiento que fue captado por Edward.

¿Su niña? ¿Quién era esa persona que Esme le tenía tanto cariño? Se pregunto internamente Edward. Debería ser alguien especial para que la llamará así. Las dos vampiras en la casa se dieron una corta mirada nerviosa sabiendo lo que se vendría, esperaron pacientemente la pregunta que cambiaría la vida de todos.

¿Quién es esa Romina? —preguntó cruzando sus brazos en señal de desesperación.

—Romina es una amiga nuestra, no se las he presentado porque es una mujer muy ocupada —contesto una nerviosa Esme.

—¿Tú la conoces? —preguntó alzando una ceja hacia la dirección de Alice

—No, no la conozco, pero ¡Estoy emocionada por conocerla! —contesto con verdadera alegría combinada con nervios.

—¿Qué decía la carta? —se recargó en la mesa que estaba en el centro de la cocina.

—Bueno... Decía que ella vendría a pasar algunos días aquí en Forks.

—¿Y se quedará aquí? —pregunto impaciente al no poder saciar su curiosidad.

—¡Ya son muchas preguntas, ya vete a hacer lo que sea que estabas haciendo antes, o vete a cazar o pasear, pero ya vete! —grito Alice empujándolo hacia la salida.

𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐄𝐭𝐞𝐫𝐧𝐨 [𝐸𝑑𝑤𝑎𝑟𝑑 𝐶𝑢𝑙𝑙𝑒𝑛] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora