𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐄𝐭𝐞𝐫𝐧𝐨 [𝐸𝑑𝑤𝑎𝑟𝑑 𝐶𝑢𝑙𝑙𝑒𝑛] ✓

Capitulo 21.

Los Volturi.
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El desgarrador grito de Riley al ser asesinado fue lo único que se escuchó, Seth había asesinado a Riley, Edward asesino a Victoria para después lanzar un encendedor a los cuerpos.

Todo era un silencio sepulcral, no se escuchaba más que el fuerte viento soplar, la respiración y corazón de Bella, los sollozos del lobo color arena que se acercó al cuerpo de su impronta pidiendo disculpas en su forma de lobo por no haber llegado antes.

Edward sentía que moría en ese instante, el ver el cuerpo inerte de su compañera le hizo soltar un sollozo desgarrador que hizo que los ojos de Bella se cristalizaran.

El cobrizo se acercó al cuerpo de su amor eterno para revisarlo, estaba demasiado pálida, sus ojos estaban cerrados por lo que no podía ver los hermosos ojos azules de su amada, su cabello negro como el ébano resaltaba entre la blanca nieve, parecía que estaba dormida, estaba fría. Su respiración era lenta y pausada, su corazón latía tan lento como siempre.

El vampiro besó dulcemente la frente de su amada.

—Perdón por no haberte protegido amor, lo siento, lo siento mucho— sus ojos se llenaron de lágrimas que nunca podrían caer.

Los azules ojos de Romina se abrieron lentamente viendo como Edward sollozaba sin lágrimas, ella acaricio su mejilla llamando la atención de él que al verla simplemente pudo besarla con tanto amor y adoración que hizo sonreír a Seth y Bella.

El lobo se acercó a su impronta para que lo acariciara.

—Estoy bien Seth, tranquilo — acaricio al lobo color arena.

Edward solo sonrió mientras besaba la frente de su amada con adoración y cariño.

—Estoy bien amor, aquí estoy, te prometí que nunca te dejaría sólo y cumpliré mi promesa.

Nuevamente se besaron con tanta adoración. Romina se levantó con ayuda del cobrizo y el lobo, aunque ella aseguraba que estaba bien los dos hombres insistían en que deberían cargarla, Romina se acercó a Bella curando la herida que tenía en el brazo sonriéndole, la castaña se acercó hacia la pelinegra abrazándola cuidadosamente feliz de que Romina estuviera bien.

—Me alegro de que estes bien.

Romina solo reía dulcemente dedicándole una linda sonrisa a la castaña.

—Tenemos que irnos, Alice dice que nos apresuremos— informó el cobrizo, con cuidado cargo a Romina al estilo nupcial mientras Seth aún en su forma lobuna subía a Bella arriba de él para irse a aquel punto.

No tardaron demasiado en llegar donde estaban todos los Cullen, Alice rápidamente se acercó a Romina con lágrimas en los ojos por no haber visto la visión antes. Toda la familia Cullen se fundieron en un gran abrazo alegres de que todos estuvieran bien. Romina miro hacia una pequeña vampira como de unos 15 años, leyó la mente de su padre adoptivo sabiendo que la neófita se había rendido, ya que ella no quería formar parte de esto.