PRÓLOGO.

21.6K 1.3K 131
                                    

←←★→→

←←★→→

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

←←★→→


El aire que entraba por la ventana alborotaba delicadamente sus cabellos, dándole una relajación increíble. Admiro la pequeña habitación estaba parado en una esquina entre lo más oscuro de las sombras, esperando a que la castaña despertara, quería explicarle por qué se fue. Él en algún momento le tuvo un cariño especial la quería a la castaña, pero no la amaba lo suficiente como para estar con ella para siempre, además Isabella estaba obsesionada con la inmortalidad, él sabía que ella solo estaba con él por la inmortalidad, pero se calló nunca dijo nada al respecto.

Isabella Swan no era la tua cantante de Edward Cullen. Aún recuerda cuando su padre le dijo sobre eso que Bella no era su cantante.

Mi padre me cito en su estudio, aun no entiendo para que me necesita sus pensamientos son muy confusos tiene tantas cosas en mente que no entiendo nada.

-—¿Me llamabas padre? — dije después de tocar la puerta.

-—Si, siéntate por favor-— indico

-—¿Que necesitas? ¿Pasó algo? —- pregunte algo nervioso después de sentarme.

-Hijo, tú sabes que la relación que tienes con Isabella nos incomoda en cierto modo y tú lo has notado.

-—Lo sé, pero ¿a qué viene todo esto? -— estaba confundido no sabía que era lo que pasaba. No estaba molesto sabía muy bien que todos estaban incómodos con Bella ya que ella está obsesionada con la inmortalidad.

-—Bella no es tu tua cantante. Tampoco es tu compañera.

En cierto modo ya lo sabía, tal vez suene egoísta pero nunca ame a Isabella tanto como la ame a ella trate de hacerlo, lo juro, pero nunca la pude amar igual.

Al ver que no respondía Carlisle siguió con su relato.

-—Isabella solo te atraía por su sangré.

No sabía que responder, porque todo eso era cierto y no quería admitirlo no quería recordarla a ella mi amor eterno, hice todo lo posible para olvidarla, pero no puedo y no lo haré.

Cerró los ojos ante el recuerdo, le dolía saber que Isabella solo estaba con él por la inmortalidad, tal vez no era su cantante, pero por lo menos estaría feliz por tener a su pareja, pero se rindió y supo en ese instante que debía dejar de hacerse falsas ilusiones, simplemente esperaría su momento para estar con ella, la mujer que nunca olvido, la que siempre amo, su cantante, su amor eterno.

Abrió los ojos al notar como la castaña se movía desesperada de un lado a otro en su cama, estaba teniendo una pesadilla, lentamente se acercó a ella y puso su fría mano en la mejilla de la castaña para así lograr que ella despertara.

—Estás aquí — exclamó sorprendida.

Lentamente el apuesto vampiro retiró su mano de la de ella para volver a su antigua posición. Tenía una mirada de frialdad esa mirada hizo que Bella se sintiera pequeña.

La castaña esperaba una mirada de arrepentimiento que le rogara, que le dijera que la ama, que le suplicara por su perdón. Pero no hubo nada de eso a cambio obtenía una mirada seria del vampiro. No podía y no quería perder su oportunidad de ser inmortal aceptaba que el vampiro le parecía realmente apuesto pero nunca lo llegaría a amar como a Jacob. Si ella perdía es oportunidad no podría estar para siempre con Jacob, el moreno estaba imprimado de la castaña y el vampiro lo sabía por más que el licántropo ocultara sus pensamientos Edward siempre lo descubría, pero nunca dijo nada al respecto.

—Bella — habló — la verdadera razón por la que me fui...— fue interrumpido.

—Ya, ya lo sé, fue para protegerme lo entiendo — replicó sintiéndose victoriosa porque por fin le pediría perdón, pero que equivocada estaba.

—No — contestó recibiendo una mirada desconcertante de la castaña — la verdadera razón es porque.... hay alguien más.

— ¿Alguien más? — Se sentó de golpe — ¿Quién? ¿Cuál es su nombre? —preguntó desesperada estaba perdiendo su oportunidad para ser inmortal.

—Eso no importa.

—Por supuesto que importa ¿Como se llama?

—No importa — espetó entre dientes — Me quedaré en Forks y no será por ti.... será por mi familia por el bien de mi familia.

—No puedes dejarme, si me dejas Aro me matará tienes que transformarme antes y después te podrás ir — se arrepiento de inmediato por lo que dijo.

Solo te importa eso, la inmortalidad ¿verdad?

Estaba realmente molesto, la castaña metió a los Cullen en un problema con los Volturi y eso lo ponía muy molesto, aunque en cierta parte también fue culpa del vampiro porque él quería morir por sentirse culpable de la supuesta muerte de Bella y también quería morir por ella por su amor.

—Por favor, Edward, soy tu cantante, tu compañera — replicó.

—Bella tú no eres mi compañera, no lo eres.

—¿Como se llama? — replicó entre dientes.

El vampiro suspiro y apretó el puente de su nariz, le diría el nombre del amor de su vida ya que no tenía caso ocultárselo.

—Romina...Romina Berry.

Si él apuesto vampiro pudiera llorar estaba seguro de que lo hubiera hecho.

—Ella no será impedimento, tú y yo volveremos a estar juntos Te lo aseguro.

Observó como la castaña se levantaba de la cama y se ponía los zapatos.

—¿A dónde vas? — preguntó confundido.

—A tu casa, voy a poner a votación mi inmortalidad.

Edward negó lentamente, no podía creer hasta dónde podía llegar la obsesión de Bella por la inmortalidad. No lo entendía.

𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐄𝐭𝐞𝐫𝐧𝐨 [𝐸𝑑𝑤𝑎𝑟𝑑 𝐶𝑢𝑙𝑙𝑒𝑛] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora