Capitulo 20.

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La batalla.
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Una pequeña gota de sangre se hizo notar al cortarse para después impregnar el olor en el árbol, cuando terminó de hacer lo suyo se acercó hacia donde estaba Romina siendo abrazada por Edward de la cintura, sonrió hacia ellos cuando la de ojos azules le dedicó una pequeña sonrisa, en cambio el cobrizo solo hizo una pequeña mueca.

—Exageras un poco ¿No crees? — exclamó Romina al ver cómo Bella se acercaba más a ellos.

—Si es lo único en lo que puedo contribuir lo haré bien.

—Volverás locos a los neófitos, aunque la idea solo era que ellos enloquecieran por tu sangre, no a todo el Clan Cullen— Romina sonrió mientras la castaña bajaba la mirada apenada

Romina se acercó a Bella para inspeccionar la herida que se había hecho la castaña, Isabella Swan ahí lo supo, el corazón de Romina era demasiado grande que no guardaba rencor hacia nadie. Ella era dulce, hermosa, amable, bondadosa, ella era perfecta, entendía porque Edward la amaba demasiado.

Romina nunca la juzgó por los errores que cometió, al contrario, la aconsejo, ella era demasiado buena que no la juzgó cuando ayudo a Victoria en su plan el cual se arrepintió de haberlo hecho, pidió demasiadas disculpas a Romina por sus malos actos hacia ella y la pelinegra solo le sonrió y le dijo que no pasaba nada y que aceptaba sus disculpas.

¿Qué no pasaba nada? Por dios estaba a punto de asesinar a la mujer más hermosa y bondadosa que haya conocido, se arrepentía de todo el mal que le había hecho de verdad se arrepentía. Y ahora admiraba a Romina.

—Está bien, no quiero incomodarlos— se disculpó la castaña.

—No me molesta — negó Romina con una sonrisa haciendo que Bella se preguntara si no se cansaba de ser tan amable con ella.

La castaña miro hacia Edward esperando su respuesta.

—No me incómoda— respondió el cobrizo.

—¿Desde cuándo?

—Desde que formaste parte del plan para asesinar a mi mujer— contesto frío.

—Edward....

El cobrizo interrumpió a Romina atrayéndola a él, tomó la cintura de su compañera alejándola de Bella.

—Yo... lo siento, siento mucho si te lastimo que solo te haya usado— Bella bajo la cabeza.

La risa de Edward hizo que levantará la cabeza confundida.

—Eso no me molesta para nada Isabella— suspiro dedicándole una mirada demasiado fría— Lo que me molesta es que por tu culpa casi pierdo al amor de mi vida otra vez, acepté esto por ella, porque está en peligro al igual que tú, no me hagas perder el poco apreció que tengo hacia ti Isabella.

𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐄𝐭𝐞𝐫𝐧𝐨 [𝐸𝑑𝑤𝑎𝑟𝑑 𝐶𝑢𝑙𝑙𝑒𝑛] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora