Discusión.
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El ambiente estaba tenso no se escuchaba más que el fuerte viento haciendo que los árboles se movieran de un lado a otro, el silencio era sepulcral y en cierto modo incómodo. El clan olímpico había llegado a su casa esperando que Edward se encontrará allí, pero él no estaba ahí, no había rastro de él, tal vez aún seguía en el bosque descargando su ira o simplemente se fue, aunque no lo creían capaz de irse.
Después de que Edward se fue del límite del tratado los Cullen empezaron a razonar con la manada llegando a un acuerdo, Seth podría cruzar el territorio de los Cullen para poder ver a su impronta al igual que Romina podría cruzar el territorio de los lobos para ver a Seth, el lobo color arena estaba que saltaba feliz cuando su impronta se había acercado a acariciarlo dejando llevarse por las caricias de su hermosa impronta, Romina sintió una conexión con Seth pero no era una conexión de amor, no era lo sentía con Edward, al cobrizo lo amaba pero como pareja lo quería tener toda la eternidad a su lado, en cambio Seth era un amor de hermandad, aunque no estaba del todo segura aún seguía confundida.
La familia Cullen estaba triste y disgustada, creían que por fin iban a ser felices que ya nada hacía falta, porque estaban completos, pero sucedió lo de la imprimación haciendo que Edward se separará, creían que por fin sus primeros dos hijos serían felices juntos, creían que serían felices para siempre, pero todo fue un error.
Un árbol salió volando, asustando a los animales que se encontraban cerca, Edward Cullen seguía descargando su furia estaba un poco calmado para volver a su casa, pero por su mente no podía salir la escena en la que Seth se imprimo de Romina.
Sabía que Romina lo amaba, pero no podía dejar de pensar en que tal vez ella ya no lo quisiera, la sola idea de pensar que Romina ya no lo ame lo torturaba lentamente, si pudiera llorar estaba seguro de que lo habría hecho, pero no podía. Arreglaría las cosas y peleará por ella, no dejaría que ningún perro se la quitará, porque Romina Berry solo era de él, su Romí solo era de él y de nadie más.
Si los pensamientos del Cullen sonaban demasiado posesivos incluso tóxicos, pero había pasado demasiado tiempo creyéndola muerta y ahora que estaba a su lado un perro se imprimaba de ella, no era justo, él paso noches y días lamentándose por su muerte, torturándose con sus recuerdos y ahora llegaba un lobo que quería arrebatarle todo, pero él no lo permitiría.
El camino hacia su casa no tardo demasiado, en pocos minutos ya estaba enfrente de la puerta a punto de entrar, Esme rápidamente le abrió y lo abrazo preguntándole si estaba bien y de que él necesitaba hablar con la Berry, todos los Cullen salieron a cazar o a pasear por ahí en el bosque necesitaban darles privacidad al cobrizo y a su pareja, todos salieron rápidamente dándole una mirada de pena a Edward.
Romina lo había escuchado llegar, pero decidió esperar en la habitación del cobrizo para que pudieran hablar, estaba recargada en la pared viendo el paisaje que brindaba el bosque de noche era hermoso, pero no tenía muchas ganas de seguir apreciarlo, sentía un nudo en el estómago un nudo en la garganta como si le estuvieran avisando que esa plática saldría mal.
—Estas aquí.
El cobrizo hablo por primera vez después de haber entrado a la habitación, era algo tonto lo que había dicho, pero se sentía nervioso de que ella ya no lo quisiera, algo realmente imposible.
—Lamento lo que pasó.
—No fue tu culpa Romí, solo paso y....—el cobrizo se detuvo al olfatear un desagradable olor por parte de Romina.
Ese olor proveniente de Romina pertenecía a Seth Clearwater, cuando la pelinegra lo había acariciado el lobo se había acercado mucho más a ella haciendo que su olor se quede impregnado en ella. Edward la miro totalmente incrédulo, dando unos pasos hacia atrás se alejó de ella, poniendo sus manos en su rostro tratando de distraerse.
—Edward sabes que te amo, lo sabes ¿Verdad?
El de ojos dorados no contestó, simplemente se sentó en la cama soltando un fuerte suspiro de irritación.
—¿Dudas de mi amor por ti? — replicó Romina con su voz quebrada.
Al cobrizo le dolía verla así, pero ahora el dolor y la ira se estaban apoderando de él que ni siquiera podía contestarle, no dudaba del amor que Romina le tenía.
—La conexión con los lobos es algo difícil de explicar y realmente no sé cómo funciona ¿lo quieres?
—¿Qué? No Edward, estás equivocado— dijo ahogando un sollozo.
—¿Cómo puedo estar tan seguro?
El dolor lo cegaba al igual que la ira, sabía que, si Romina escogía a Seth, él se haría a un lado, dejaría que el amor de su vida, su compañera fuera feliz con alguien más, alguien que no era él, y solo pensar eso le dolía como los mil infiernos.
—¿No confías en mí?
Nuevamente no hubo respuesta por parte del cobrizo.
—Edward a Seth lo quiero, pero no es como tú...— fue interrumpida por el escalofriante gruñido de su pareja.
—¡Entonces si tanto lo quieres, porque no te vas con él!
La paciencia de la chica se había colmado, el cobrizo no entendía y eso la hizo que se molestará, estaba verdaderamente molesta.
—¿Sabes qué? ¡Eso es lo que haré! — grito dirigiéndose hacia la puerta de la habitación, recibiendo una mirada furiosa por Edward.
Romina salió corriendo rápidamente, sin saber a dónde ir, simplemente corrió hacia cualquier lugar encontrándose con su familia quienes sin haber querido escucharon su conversación, la chica lloraba y lloraba siendo consolada por sus padres y sus hermanos quienes le daban palabras de apoyo.
Mientras tanto Edward Cullen sollozaba fuertemente sin poder soltar lágrimas y eso lo desesperaba, finalmente se recargo en una esquina de la habitación haciéndose un ovillo, estaba arrepentido, realmente arrepentido, pero ya no había vuelta atrás.
Gracias por leer.
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𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐄𝐭𝐞𝐫𝐧𝐨 [𝐸𝑑𝑤𝑎𝑟𝑑 𝐶𝑢𝑙𝑙𝑒𝑛] ✓
VampireEh tratado de escapar de mi destino, pero todos los caminos siempre me llevan a lo mismo. Aunque en cierta parte le agradezco porque ese camino me llevo nuevamente hacia ti, mi dulce amor, mi amor eterno.