𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐄𝐭𝐞𝐫𝐧𝐨 [𝐸𝑑𝑤𝑎𝑟𝑑 𝐶𝑢𝑙𝑙𝑒𝑛] ✓

Capitulo 22.

Mi amor eterno.
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Jacob se iba recuperando de a poco y cada día estaba mucho mejor ya que Bella lo obligaba a permanecer en la cama para que reposará. Bree cada día mejoraba con su autocontrol con ayuda de Romina y todos los Cullen, ahora ella ya era una Cullen más y se sentía muy querida por todos, Esme la recibió con los brazos abiertos como una hija más, todo era perfecto.

Y serían mucho más felices cuando llegue el día de la boda de Edward y Romina. Cuando le dijeron a la familia Alice llegó rápidamente con una montaña de revistas con vestidos de novia, cómo era de esperarse la pequeña duende se encargaría de la decoración, Romina confiaba en él gusto de Alice así que no tuvo ningún problema.

—13 de agosto.

—Si, ¿Crees que es muy precipitado?

El cobrizo sonrió mientras se acomodaba

—No. Quiero estar casado contigo lo más pronto posible

—Alice organizará la boda

Edward sonrió

—Si, seguro que lo hará. ¿Dejarás que Alice organice todo?

—Si ¿Por qué no?

—Entonces dejarás que escoja la tiara, el vestido, la recepción, los invitados, ¿Te imaginas a quienes va a invitar?

Romina solo sonrió asintiendo.

—¿Y eso importa?

Edward acaricio la mejilla de su compañera.

—Dime ¿Porque haces esto?

—¿El que?

—Quieres mantener a todos felices, pero tú ya estás dando demasiado. Amor tienes un corazón demasiado bondadoso que hay veces que me dan ganas de encerrarte en lo más alto de una torre custodiada por un dragón, para que nadie lastime tu hermoso corazón.

—Desde que nos conocimos siempre soñé tener una vida contigo, añoré tener una vida llena de amor y felicidad. Pero ocurrió aquello, hubo llanto, dolor, pérdidas e incluso batallas, pero finalmente estamos aquí los dos juntos, sin nadie que nos separé.

Edward sonrió mientras se levantaba y abrazaba a Romina por la cintura.

—Cuando nos separamos prometí volver para poder tener una larga vida junto a ti, te prometí amor eterno y eso lo cumpliré siempre amor mío.

Con un dulce beso sellaron esa promesa que se cumpliría, la vida que siempre desearon juntos se cumpliría, serían felices por siempre, nada los separaría. El cobrizo acaricio la mano donde posaba el anillo de compromiso el cual estaría toda la eternidad en el dedo anular de Romina Berry, juntos serían una pareja fuerte, podrán vencer todo el mal que se aproxime.

Pero...

¿Podrán vencer la muerte?

Una vez lo hicieron, vencieron la muerte.

Pero ¿Qué pasaría si está vez la muerte los vence a ellos?

La muerte, llegaría de nuevo, dispuesta a llevarse lo que alguna vez le perteneció.

Gracias por leer.