Addison Miller
Organizar el baile con Savannah era un dolor de cabeza. No sé cómo me convenció de sea su asistente, pero lo logró, y aún sigo sorprendida por eso.
En mi lugar tendría que estar Harry. Sin embargo, él huyó con Noah a cualquier lugar en donde Savannah no lograra encontrarlos.
Luego de debatir que temática iba a ser el baile, se decidió que iba ser la temática de constelaciones. En mi opinión algo anticuada o muy usada, pero según ella tenía una sorpresa que iba a dar paso a que sea el mejor baile de la historia en Portland School District.
—¿Cuál es la sorpresa? —insistí nuevamente.
—No voy a decirte Addison.
—¡Pero lo saben todas las chicas! —reproché señalando a mí alrededor —. Todas los saben menos yo.
—Porque si tú te enteras vas a odiar la idea y eres capaz de no presentarte a tu último año.
—¿Qué? Claro que no —mentí.
—Dejemos el tema de lado —ordenó—. Hoy vamos a comprar los vestidos te guste o no.
—De acuerdo. —Me quejé, mientras que Savannah me arrojaba más objetos para que los cargara y daba órdenes por doquier—. Si no encuentro nada me pondré un pantalón.
—Sobre mi cadáver. —Ella me observó amenazadoramente—. Si veo que entras al baile con un maldito pantalón, te asesinaré.
—La muerte suena tentadora.
—¡Addison!
—Okey. —La tranquilicé—. Usaré un maldito vestido.
Hoy iba ser un largo día.
[ ... ]
Savannah y yo estábamos en una tienda en donde alquilaban y vendían vestidos. Según ella no todos los vestidos lindos y únicos se encontraban en los lugares más caros y finos.
La tienda era de tamaño normal y a decir verdad se basaba en un lindo decorado de paredes blancas con pequeñas constelaciones pintadas de color negro y dorado. Tal vez no era como las gigantes tiendas del centro, pero sin duda tenía lo suyo.
—Buenas tardes —exclamó Savannah a la nada esperando a que alguien apareciera.
—Buenas tardes —respondió una señora que se encontraba atrás nuestro provocando que ambas nos pegáramos un buen susto.
—Venimos a comprar vestidos —hablé con obviedad.
—¿Qué tipo de vestidos buscan? —preguntó la mujer.
—Yo ya sé que vestido quiero —indicó Sav con seguridad—. Lo he estado observando hace algunas semanas atrás.
—Que niña lista —contestó la mujer sin nombre—. ¿Y tú linda?
—No tengo la menor idea... — respondí dejando mi oración sin terminar para saber el nombre de la mujer.
—Susan —contestó alegre—. Te digo un pequeño secreto. Haya atrás están los mejores vestidos, pero nadie va a verlos por el simple hecho de que se encuentran al fondo. Y creo que algunos de esos es el indicado para ti.
Asentí con una pequeña sonrisa en mi rostro y me dirigí hacia la parte trasera. Como dijo la señora, la parte trasera estaba repleta de vestidos muy hermosos a comparación de los adelante.
Deslicé mis manos por cada vestido buscando el "indicado". Seguí buscando y buscando, pero ninguno me convencía de querer probármelo y cuando estaba a punto de rendirme uno de estos llamo mi atención.
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Nuestros Propios Demonios |EDITANDO|
Teen FictionEn un mundo lleno de maldad en donde los verdaderos monstruos somos los seres humanos, las consecuencias caen tanto en el más culpable como en el más inocente, Addison y Harry saben muy bien eso. Ella es reservada y el mundo se ha ganado su odio. De...