《Capítulo 39》

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N/A: Escuchen la canción cuando antes de leer el capítulo o al finalizarlo.

Addison Miller

Mi cuerpo estaba agotado de tanto luchar, sentía como mis energías se acababan lentamente. Mi boca estaba seca y todo mi cuerpo sudado. No podía continuar, pero no quería rendirme, simplemente no podía hacerlo.

Sentía que la muerte estaba a mi lado, esperando el momento indicado para que perdiera esta batalla.

¿Acaso este era el final? ¿Este iba a ser mi final?

No lo sabía, pero sabía que en la única persona que podía pensar en estos momentos era Harry.

Él le había dado sentido a mi vida. Él fue lo mejor que me pudo haber pasado.

Por eso temía perderlo y que nadie me haga sentir como lo hacía el, me aterra que nadie pueda calmarme y amarme como él.

El simplemente se había convertido en la persona más importante en mi vida. No quería morir, de eso estaba segura, pero tampoco quería rogar al cielo de que el viniera a rescatarme.

En algún momento tendría que morir, ¿verdad?

Un dicho que había leído en un libro decía "La muerte esta tan segura de ganar, que te da una ventaja de vida"

Tal vez ya había vivido lo suficiente. Tal vez mis dieciocho años de vida eran más que suficientes.

El tío de Michael entró a la habitación con una gran sonrisa en su rostro.

—Creo que tus amigos vinieron a rescatarte —habló—. También tu noviecito.

—Por favor —supliqué en un susurro—. Rompe mi alma, golpéame, hasta puedes quitarme la vida, pero no le hagas daño.

—¿Por qué haría eso? —preguntó sarcásticamente—. Si amo hacer sufrir a las personas. Si me disculpas tengo que acabar con algunas personas de aquí.

—¡Maldito hijo de perra! —grite sí entiendo como mis cuerdas vocales dolían—. ¡No le hagas daño!

—¿Por qué te importa tanto? —preguntó confundido—. Debes aprender que las personas no duran para siempre y que la mayoría de ellas nos decepciona. Antes de conocerlo admiraba tu forma de ser fría y distante, no cualquiera lo hace de verdad, pero él se presentó en tu vida y derribo todos esos muros que tardaste tanto en construir.

—Porque el me hace sentir viva, cosa que tú jamás llegarás a sentir en tu puta vida —contesté—. Temes amar por el daño que te han causado, pero el amor es lo más poderoso en este mundo.

—¿Hablas de capacidad o destrucción? —preguntó—. El amor es una incógnita, es difícil de comprender y también difícil de ejercer. Y nadie es cobarde por no querer amar, cuando pierdes a alguien que te hacía sentir especial tienes esa necesidad de volver a cubrir tu corazón. Algún día lo entenderás.

—Eres un idiota —dije sonriente—. Finges que no tienes miedo cuando por dentro te estás cagando de miedo, a eso si lo llamo cobardía.

—Tengo mejores cosas que hacer —respondió cortante. Él se había enojado, que imbécil.

Y nuevamente me quede sola en la penumbra temiendo de lo que podrí llegar a pasar.

[ ... ]

Harry Reynolds

Noah y yo ya nos encontrábamos dentro de la casa gracias a Savannah. Comenzamos a movernos lentamente intentado encontrar la habitación en donde había visto a Addison.

Nuestros Propios Demonios |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora