《Capítulo 22》

703 175 275
                                    

Addison Miller

El receso invernal había comenzado.

—A la playa —propuso Noah.

Savannah, Noah, Harry y yo, intentábamos decidir a donde ir de vacaciones. Y la verdad, estaba resultando más difícil de lo que esperaba.

—Estamos en pleno invierno, idiota —indicó Savannah.

Había pasado ya una semana y todavía no habíamos decidido a donde ir, y ya teníamos suficiente con el mal humor de Savannah. Todo esto del baile y de a dónde íbamos a ir la estaba llevando al límite.

Savannah, a veces podía dar miedo y en esta situación nadie quería hacerla enojar. Si se enoja, significa peligro.

Era como una pequeña bomba que podía causar mucha destrucción. Así era Sav, pero así la amábamos y soportábamos.

—¿Y si vamos a la casa del lago? —propuse encogiéndome de hombros.

—Me gusta —respondió Savannah dando pequeños aplauso—. Hace años que no vamos allí, era un lugar hermoso de admirar.

—¿Qué es la casa del lago? —preguntó Harry.

—Una casa que está frente a un lago, creo que es muy obvio —habló Noah con sarcasmo.

—Es una casa que le pertenece a los padres de Savannah, solíamos ir cuando éramos muy pequeños.

—Yo digo que es una muy buena idea —dijo Noah—. ¿Quién me apoya?

—Yo.

—Está bien, me agrada. No es la mejor, pero es lo que hay. —Se quejó Savannah cruzándose de brazos.

—Yo también —concordó Harry.

Por fin habíamos decidido a donde ir después de semanas de discusión. Y me sorprendió que Savannah no haya estallado en ira. No era una persona conformista, siempre le encontraba un pero a todo, aunque esta vez dejo su impulsividad e inconformismo de lado.

—Debo irme —dijo Savannah—. Tengo que planear el baile y aún no he decidido la temática.

—¿Quieres ayuda? —pregunté.

—Claro, dos cabezas piensan mejor que una.

—Entonces te quedas —respondí.

—Yo creo que me voy —musitó Noah—. Planear bailes no es lo mío.

—Creo que yo también —habló Harry mientras que ambos se levantaban de sus asientos con rapidez.

Noah y Harry tomaron sus cosas, se despidieron y salieron por la puerta principal.

Idiotas.

—¿Qué tal las cosas con Harry? —preguntó Savannah.

—Nada serio.

—No te creo. —Savannah me señaló con su dedo índice.

—No lo sé, es complicado.

—Tú le gustas —dijo sonriente—. Es más, creo que está enamorado.

—No lo creo. Además, ¿cómo estás segura de eso?

—Por la forma en que te mira, Addi. Te mira con tanto amor.

—Seguro. —Me burlé rodando los ojos—. Es mejor que pensemos temáticas para el baile.

Savannah me observó, ella quería preguntarme algo, la conozco demasiado bien.

Nuestros Propios Demonios |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora