《Capítulo 14》

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Addison Miller

Noah ya se había ido de mi casa, debido a que mis padres habían llegado.

Estaba en mi cuarto sentada en la cama con ambas cajas frente a mí.

Decidí abrir la caja número uno tomando lentamente aquella serpiente de juguete, cuando poco a poco fui recordando lo que significaba, llevándome nuevamente a los recuerdos del pasado, pensando que los había olvidado por completo; pero que equivocada estaba.

FLASHBACK

¿Vas a ayudarme a ganar la apuesta de este año? —preguntó Michael mientras me agarraba de la cintura.

¡Claro que no! —respondí riendo—. Es una pérdida de tiempo.

¡La vida es una sola Addison! —contestó, mientras elevaba los brazos al aire—. Quédate quieta Addison, tienes algo en tu hombro.

¡Ey! —grité, mientras veía que una serpiente estaba en mi hombro y comenzaba a sacudirse de un lado a otro—. ¡Idiota!, eres un tonto, Michael Stevenson.

Tú eres hermosa —respondió.

Ten —dije tendiéndole la serpiente de juguete.

Esta serpiente de hule, aunque no lo creas, será algo muy especial para mí.

¿Por qué? —pregunté arrugando el ceño sin comprender.

Porque si no gano la apuesta —respondió, haciendo una breve pausa— Por lo menos tendré la certeza de que te pude hacer reír a ti y eso es mejor que todo el dinero del mundo.

Michael, me tomó desprevenida de la cintura y me besó.

END OF FLASHBACK

Me pregunté muchas veces en la oscuridad de mi cuarto, entre lágrimas y llantos porqué me tuvo que pasar a mí, cómo es que había caído en su engaño. Hay veces en que tengo miedo de que pasen los meses, los años y no pueda resolver mis problemas, mi vida de por sí. Quedarme en la incertidumbre de si podré lograr algo.

Pero hay veces, las cuales son muy pocas, que siento que mi vida va a mejorar, pero de repente algo malo sucede y las pocas esperanzas que tenía se esfuman, convirtiéndose en partículas invisibles, difíciles de volver a armar, imposibles en realidad.

Decidí abrir la caja que tenía el número cinco en la base y saqué la pequeña margarita que estaba seca por el paso del tiempo. Recuerdo que ese había sido el día de nuestra primera cita después de que me propusiera ser su novia. En aquel momento; uno de los momentos más felices de mi vida, pero ahora uno de los peores recuerdos que tenía, el cual se había convertido en una pesadilla.

FLASHBACK

¿A dónde me llevas? —pregunté.

Es una sorpresa, pero te va a encantar —indicó, mientras entrelazaba su mano con la mía.

Ten, esto es para ti.

Oh por dios, Michael —dije, mientras agarraba el ramo de rosas— Son hermosas.

Como tú —respondió haciendo que me sonroje.

Caminamos por algunos minutos más cuando llegamos a un bosque repleto de árboles. Cuando llegamos noté que el lugar estaba todo decorado. Había luces en los árboles a nuestro alrededor y dos reposeras de color negro.

Nuestros Propios Demonios |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora