Addison Miller
La culpa me consume poco a poco, desgarrándome y recordándome aquel día de verano en la fiesta de los Liar; viernes para ser exactos. Un día de la semana cualquiera, como los otros, pero ¿quién iba a pensar que esa noche todo cambiaría, y se iba a convertir en una maldita pesadilla que me persigue hasta el día de hoy?
Lo recuerdo muy bien, cada detalle está grabado en mi mente.
Las personas gritando, mi mejor amiga ensangrentada y el culpable, había escapado por el terror que había causado.
A veces no todos los monstruos son como en los cuentos, a veces simplemente, pueden ser los seres humanos.
Era el verano de 2016.
Noah Liar había organizado una fiesta en su casa, porque los Tiburones de Portland School District habían ganado el campeonato contra los Tigres de Shadow School. Era una gran fiesta llena de personas bebiendo alcohol y seguramente drogándose.
En ese entonces, era la chica que pensaba que el mundo podía ser un lugar mejor, que las personas podían cambiar y existían las segundas oportunidades.
Me sentía la persona más feliz del mundo, aunque esa felicidad solo duró horas que me hubiera gustado aprovechar más.
Recuerdo haber ido a la fiesta con Michael, mi novio.
También en la fiesta, me encontré con mi mejor amiga, Rydel.
Todo iba bien esa noche, todo iba perfecto. Pero ese momento de felicidad, no duró mucho.
Le había pedido a Michael una bebida sin alcohol. Como todo un caballero, él me la trajo y tomé sin dudar en lo que contenía esa bebida. Poco a poco comencé a marearme, mi visión se volvió borrosa y me costaba mantenerme de pie; le dije a Michael que no me sentía muy bien, así que me tomó del brazo y me llevó a dentro de la casa.
Subimos las escaleras y entramos en una habitación. Miré confundida a Michael y antes de que pudiera decir algo, sacó un arma de detrás de su espalada.
Él me tomó del brazo y me observó con seriedad.
Tenía mucho miedo y podía sentir como mi corazón latía con rapidez. Cada vez me costaba más respirar, estaba a punto de colapsar, estaba en la línea entre la vida y la muerte.
Él me soltó, me miró a los ojos y me dijo:
—Seguro te estarás preguntando por qué te estoy haciendo esto, claro que te lo explicaré mi querida Addison, pero guarda silencio —dijo con una sonrisa de lado. Él se reía de mi miedo, de que no podía hacer nada para enfrentarlo—. Mi primera intención era drogarte para poder acabar contigo de una vez por todas. No es mi primera vez asesinando.
No entendía cuál era la causa para desear asesinarme.
—Siempre tan ingenua. —Se burló—. Tan inocente.
Michael dejo un beso en mi coronilla y preparó su arma. No iba a permitir que me quitara la vida así como si nada.
Comencé a gritar lo más que pude, pero sus manos taparon mi boca al instante.
—¡Dije que te calles! —exclamó, mientras intentaba liberarme de su agarre—. Agradece que no te estoy torturando Addison, solo será un disparó y ya.
—¡Ayuda! —Volví a gritar una vez que me liberé de su agarre.
Sentía que mis esperanzas se acababan. Iba a morir y nadie sabría lo que había pasado conmigo; poco a poco, sentía que mis ojos se cerraban.
Me repetía mentalmente que aguantara, pero sabía que estaba perdida.
—¡Suéltala! —escuché que alguien gritó—. ¡Suelta a mí amiga, maldito!
Volteé mi cabeza con las pocas fuerzas que me quedaban para ver quién era; Rydel, mi mejor amiga, estaba aquí.
Intenté liberarme de Michael. Pataleé y traté de golpearlo con ayuda de Rydel, logrando liberarme de su agarre.
—¡Busca ayuda, Addison! —ordenó golpeando a Michael—. ¡Ahora!
Bajé las escaleras lo más rápido que pude, mis fuerzas decaían y terminé cayendo y golpeándome la cabeza contra el suelo. Sentí que mi mundo se venía abajo.
Noah corrió hacia mí y comenzó a decir mi nombre para que reaccionara.
—Ayúdame Noah, es Rydel —dije agitada, sintiendo cada vez más que el aire no pasaba por mis pulmones—. Michael le está... haciendo daño.
—Cálmate Addison, llamaré a los chicos por si necesito ayuda.
Noah, llamó a todos los jugadores del equipo.
Me levantó del suelo y me cargó subiendo las escaleras, mientras yo le indicaba donde estaba Rydel.
Llegamos a la habitación oyendo a Rydel, que no paraba de gritar, suplicando que él se detuviera.
Noah me soltó suavemente, pero aún seguía sosteniéndome para que no cayera.
Pasé un brazo por su cuello, mientras él pateaba la puerta varias veces para derrumbarla, debido a que Michael le había puesto seguro.
Aquellos segundos se habían convertido en los más largos de mi vida.
La puerta cayó, y todos entraron a la habitación en busca de Michael.
Rydel, se encontraba en la cama semidesnuda. Todo su cuerpo estaba golpeado, provocando que la sangre se esparciera por toda la sabana.
Noah le ordenó a uno de los chicos que cubriera a Rydel con una manta y llamara a una ambulancia.
Me solté de Noah y caminé hacia el cuerpo de Rydel que apenas respiraba y su pulso cada vez era más lento. En ese momento las cosas pasaron muy rápido.
Lo último que recuerdo es cerrar los ojos y caer al piso, mientras que más personas entraban a la habitación y comenzaban a gritar.
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¡¡Hola hermosuras!!
¿Cómo están?
Yo estoy muy feliz de comenzar este nuevo proyecto.
Desde ya muchas gracias a todos los que le dan una oportunidad a esta historia.
Bueno este es el primer capítulo de la historia, un poco corto, pero con la información necesaria para que puedan comprender el rumbo de esta historia.
¿Rydel seguirá con vida? ¿ Y qué pasará con Addison? ¿Habrá justicia para ambas?
Espero que le haya gustado este capítulo.
Quiero agradecerle a AbyGnz por la maravillosa portada y el banner ♥
No se olviden de votar o deja un comentario que es gratis JAJAJAJA y me alegran el día.
Nos leemos prontos
Besos 💞
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Nuestros Propios Demonios |EDITANDO|
Teen FictionEn un mundo lleno de maldad en donde los verdaderos monstruos somos los seres humanos, las consecuencias caen tanto en el más culpable como en el más inocente, Addison y Harry saben muy bien eso. Ella es reservada y el mundo se ha ganado su odio. De...