Eclipse || Larry

4. AYUDA

Jay volvió a limpiar las lágrimas de su hijo mientras éste se aferraba a ella con ansia, suplicando algo que la beta tenía demasiado claro.

—No me hagas ir hoy a clase. Por favor, mamá...

—No puedes perderte tu segundo día de clase porque la madre de Niall haya entrado en celo y él tenga que cuidarla.

—¡Niall es mi único apoyo, mamá! Si Niall falta, ¿Quién me consolará cuando se metan conmigo?

—Estás dando por hecho que se meterán contigo, Louis. No me gusta esto.

Mathias entró a la cocina con una sonrisa brillante, que enseguida se esfumó al ver a Louis así. El niño corrió hacia él hasta abrazarlo levemente, dejó un pequeño beso en su sien y limpió un par de lágrimas sueltas.

—¿Te sientes mal?

Louis se obligó a sonreír levemente, negando con su cabeza y limpiando sus lágrimas hasta hacerlas desaparecer, solamente por ver cómo Mathias volvía a retomar esa sonrisa con la que había amanecido.

—¿Has ido a ver a Scott?— Preguntó Louis cambiando de tema.

—Sí, está esperando con mi madre en el coche, ya se encuentra mucho mejor.

—¡Perfecto!— Añadió Jay con una sonrisa hasta acabar con su vista fija en Louis— Vamos, levántate que os están esperando.

—Mamá...

—Ni lo intentes, Louis.

El omega bufó sin contenerse. Se levantó de la silla y agarró su mochila hasta colgarla de su hombro para salir de ahí seguidamente junto a Mathias.

Betty los esperaba en el coche con su sonrisa habitual. Scott se encontraba en el asiento trasero ahora, observándolos a los dos. Louis se puso automáticamente nervioso sin saber el motivo.

El omega consiguió sentarse en el asiento del copiloto, por lo que atrasó su charla con Scott varias horas más tarde, y observó en todo momento como Betty intentaba dar temas de conversación para que los tres se pudieran animar un poco.

Aunque Louis se sentía muerto. Que Niall le hubiera mandado un mensaje esa mañana había sido su perdición absoluta y que su madre no le hubiera dejado faltar a clase automáticamente se convertía en el paso al infierno.

No pasó mucho más tiempo hasta que Betty aparcó delante del instituto, deseándoles a los tres un buen día que Louis estaba seguro de no tener. De hecho, bajó del coche solamente cuando sintió que no había marcha atrás.

Scott y Mathias se despidieron de él rápidamente yendo con sus amigos; aquellos que no tardaron a recibirlos con ímpetu, aún más a Scott, pues era al que más tiempo llevaban sin ver.

Louis no pudo evitar sentir un vacío en su interior, ya que no habían pasado ni diez minutos y ya extrañaba demasiado a Niall a su lado. Solamente fue la sonrisa rápida que le dedicó Mathias la que le dió el impulso suficiente para entrar a su tortura personal.

La gente lo miraba, algunos riéndose entre susurros y otros sin disimulo al soltar comentarios entre hirientes y vulgares que sin ninguna duda le hicieron incomodar. Pero aquello no fue lo peor. No, sin duda no lo fue.

Lo peor de todo fue cuando, en la primera clase, todo el pasillo por el que Louis tenía que pasar hasta llegar a su sitio estaba lleno de pies que ahora sí llamaron la atención del omega.

A su mesa llegaban dibujos de gente cayéndose, de pies e incluso algún artista se dedicó a perfeccionar el rostro de Louis contra el suelo. Sin duda una hermosa obra de arte, con ironía clara y dolorosa.