Eclipse || Larry

7. NERVIOSO FÁCILMENTE

Harry salió de ese piso estudiantil con una sonrisa forzada plasmada en el rostro. Agradeció al hombre que había tenido la amabilidad de enseñárselo y salió de ahí tan rápido como había llegado. 

Aunque estaba a sólo cuarenta minutos de su casa, Harry no descartaba buscar una habitación en el campus universitario, pues algunos de sus compañeros ya le habían asegurado que era lo mejor y que la convivencia en las clases después se hacía más fuerte. 

Cuando lo comentó con Anne y con Des, la omega negó rotundamente, negándose a apartarse de su cachorro más tiempo del que ya tenían que estar obligados a estar separados, mientras que Des aceptó asegurando que eso le ayudaría más a concentrarse y a buscar ayuda en sus compañeros si alguna vez la necesitaba. 

Cuando Anne escuchó la opinión de su alfa, no pudo hacer otra cosa que asentir con sumisión. Entendió al final el por qué de todo eso y aceptó con todas las consecuencias, aunque no eran para nada de su gusto. 

Sin embargo, Harry ya llevaba tres habitaciones en esa semana y ninguna le parecía lo suficiente acogedora como para lo que le costaría alejarse de Doncaster; porque eso sería también alejarse así no solo de su familia, sino de todos sus amigos. 

—Harry— Dijeron justo detrás suyo, haciéndolo girar— ¿Ya te vas? 

En sus labios apareció una sonrisa mucho más verdadera cuando visualizó a su compañero de carrera, Liam, mirándolo con unos libros en sus manos. 

El alfa era musculoso, con fanales intensos de un color marrón claro, con facciones definidas y muchas omegas rondando detrás de él para ser las afortunadas. Eran como un complemento del que no se podía liberar. 

—Hola, sí. Acabo de ver unas habitaciones como os conté, pero nada interesante… 

—Quería hablar contigo sobre eso. Sabes que Jacob está recogiendo sus cosas porque dejará la carrera, por lo que la habitación en mi apartamento queda libre. ¿Quieres echarle un vistazo? 

—Claro. 

La habitación era pequeña pero bien distribuida, aún con varios muebles y objetos que tenía que imaginar fuera de ahí, con una ventana que dejaba ver el amplio patio donde la gente se reunía a estudiar o simplemente a pasar el tiempo al aire libre, un armario de madera oscura, un escritorio y una cama. 

Suspiró mirando todo más veces de la cuenta. Sintió la presencia de Liam detrás suyo y asintió aún cuando nadie le dijo nada. 

Esa no tenía humedad como las otras que había visto, no se escuchaban ruidos que pudieran dificultar su estudio, con Liam tenía la confianza de saber que no habría problemas en la casa, el departamento en sí estaba limpio y ordenado… Todo gritaba perfección por dónde lo miraras, y Harry no dudó en volver a asentir aún sin escuchar nada de nadie. 

—¿Cuánto pagas de alquiler? 

—Son seiscientos en total, gastos no incluidos. 

—Serían trescientos entre los dos más gastos. Está bien… 

Liam asintió dándole la razón, mirando como él la habitación una última vez antes de que Harry volviera a asentir; ahora de una manera más definitiva. 

****

—¿Cuándo? 

—No lo sé Zayn, ¿Dos semanas? 

—¡¿Dos semanas?! ¡¿Tú crees que yo puedo mentalizarme de tu ida en dos malditas semanas?!

—Estaba hablando sin saber. Además, no hagas de esto una montaña porque los dos sabíamos que podría pasar.