18. AMIGO

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—¿Harry?— Susurró Louis, colocándose mejor en la montaña de cojines que había lanzado contra la puerta. 

—¿Qué? 

El pecho de Louis volvió a bajar, expulsando todo el aire que había guardado. Acarició de nuevo la mano de Harry al darse cuenta de que, como temía, no se había dormido. 

—¿No duermes? Deberías ir a descansar….

—No te preocupes, no estoy cansado. 

Louis sonrió un poco, moviéndose hasta que se acurrucó alrededor de los cojines en el suelo y la mano de Harry quedó delante de su rostro. Sus dedos seguían tocándola en todo momento. 

—Ha sido un día duro, no quiero cansarte… 

—No lo haces. ¿Te has acabado ya la cena? 

—Sí… 

—¿Quieres que te traiga más? ¿Tienes sed? Necesitas hidratarte. 

—Estoy bien, gracias. 

Louis miró los dedos de Harry con detenimiento. Acarició posteriormente con la yema de sus dedos el recorrido de estos, provocando que el alfa los moviera un poco, haciéndole sonreír. 

Pasaron minutos en silencio. La noche cayó sobre la pequeña casa de madera en la que se encontraban y la paciencia envolvió a un Harry que ya había aprendido a vivir con un olor dulce y tentador, con unos dedos acariciando los suyos y un cosquilleo intenso perforando su estómago, envolviendo a un Louis de fiebre elevada, de sudores intensos y dolores que se calmaban cuando Harry hablaba o él lo acariciaba. 

Su omega se relajaba con la tranquilidad que desprendía Harry, la familiaridad de sus palabras o la seguridad que le ofrecía tener al alfa apoyado contra su puerta, sabiendo que, aunque Louis quisiera irse a su cama, él se quedaría ahí. 

Louis sentía que por alguna razón siempre recordaría ese segundo celo fuera de Lincoln. La segunda vez en la que nadie invadió su espacio personal ni le obligó a hacer cosas que no quería, la segunda vez en la que pasó el dolor él solo, siendo este diferente desde que Harry se cruzó en su vida. 

—¿Harry?

—¿Qué? ¿Estás bien? 

—Sí, yo… Necesito ir al baño… 

El alfa parpadeó un par de veces antes de apartar su mano de debajo de la puerta. Escuchó el movimiento al otro lado mientras él se levantaba del suelo igual, organizando su pelo y apoyándose en la pared. Escondió las dos manos en su espalda, justo cuando Louis abrió mirando a su alrededor, hasta acabar en él. 

No lo había visto desde la noche anterior. Verlo ahora así, tan indefenso con su cuerpo temblando un poco de más mientras intentaba regalarle una sonrisa, sólo consiguió partirle el corazón en dos, aunque le sonrió de vuelta y vio cómo caminaba con dificultad hasta el baño de ese mismo pasillo. 

Louis estaba pálido. Temblaba por la descomunal fiebre que estaba creciendo en su cuerpo, y que no tardaría en hacer efecto en él. El dolor de su cuerpo aumentaba al estar separado del alfa y el sudor recorría su cuerpo entero de una manera salvaje. 

Sentía que ni le salía la voz del cuerpo cuando gimió de dolor al quedarse solo, suspirando de más a la vez que todo a su alrededor comenzaba a darle vueltas sin final. Hizo sus necesidades y cuando salió del baño, se vio en la necesidad de apoyarse contra la pared para poder llegar de nuevo hasta la habitación. 

Harry lo miró desde la lejanía. Su alfa se encontraba desesperado por el deseo de ayudarlo a llegar a él, pero su mente controlaba parte de su organismo para hacerlo respirar profundamente. 

Eclipse || LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora