EPÍLOGO

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Louis suspiró, moviéndose inquieto por el largo pasillo. Intentó relajarse, porque sabía que en ese momento Harry volvía conduciendo de su nuevo trabajo en la agencia de abogados y que, al sentirlo tan nervioso, el alfa sería capaz de hacer cualquier cosa. 

Miró por la ventana, buscando tranquilidad.

Louis se encontró en primer plano con un Niall en el jardín delantero de su casa, con una barriga ya de seis meses y una sonrisa en su rostro, mientras Zayn le enseñaba a montar un columpio para su primer retoño. 

La verdad era que Niall y Zayn habían buscado ese bebé por años. Todos estaban demasiado emocionados al ver cómo el embarazo evolucionaba y los resultados eran positivos.

Sólo Louis era consciente de las mil lágrimas que desprendió el omega. Aseguraba ante el resto de la gente que todo estaba bien, pero lloraba cuando Louis era el que le invitaba a pasar a su hogar para desahogarse. No fue hasta que Louis le aconsejó buscar ayuda en centros especializados; quizás tomarse pastillas para ser más fértil o intentarlo en un celo próximo, que Niall acabó haciéndole caso con un buen resultado. 

Harry también había estado feliz con la noticia.

El alfa recordaba con cariño todos los momentos en su infancia donde Zayn y él temían no encontrar el verdadero amor, todas esas veces en las que Zayn le aseguraba temer porque Niall no sintiera lo mismo y los consejos que él le dio para tranquilizarlo. Harry recordaba la felicidad de Zayn cuando iban a la biblioteca con la excusa de estudiar, sólo para ver a Niall. Recordaba las fotos que le mandaba de ropa para sus citas o todas las veces en las que acompañó a Zayn a lugares sólo porque había quedado con Niall allí y no tenía ni idea de dónde se situaba. 

Al final nada salió mal con ellos, mucho menos con la familia de Louis. 

Su padre nunca insistió y sus hermanas buscaron a Jay con el tiempo, pidiéndole una disculpa que la beta les aceptó sin pensarlo, pues no dejaban de ser sus hijas. Le pidieron perdón a Louis también. Él las perdonó, aseguró que nada había pasado, aunque en verdad prefería mantener las distancias.

Que lo ofendieran a él estaba bien, para Louis no era nada nuevo. Pero ofendieron a Harry, y eso nunca sería olvidado por él. 

Betty seguía tan bien como siempre, más que feliz. Ella parecía la más emocionada ante la ansiada felicidad de sus dos retoños.  

Mathias se dejó morder por aquel alfa que le contó a Louis. Álvaro resultó ser una buena persona que se integró con facilidad a la familia y que parecía llevarse demasiado bien con Harry, cosa que a Louis le hacía sonreír pues, no era un secreto que el menor ya conocía toda la trayectoria educativa de Harry y la admiraba en demasía. 

Scott, por su parte, encontró una omega que no tenía el sentido de la amabilidad en el punto medio. No dudó en engañarlo y romperle el corazón totalmente, convirtiéndolo así en un alfa negado para el amor. 

No fue hasta que Louis habló con él, convenciendo a Scott de que él al principio era igual hasta que conoció a Harry, de que el destino pondría en su camino a la persona indicada para él y que eso solamente había sido un bache pasajero que tendría que superar, pues nunca se sabía quién se podría enamorar de su sonrisa. 

Al final, Millie llegó a su vida de una forma inesperada, abrazando al alfa con el cariño y el amor que merecía y enseñándole lo que otras personas le habían privado. 

También estaba Liam, que los visitaba prácticamente a diario y se había proclamado un miembro oficial en la familia desde el momento en el que llegó con una hermosa beta hacia ellos. Liam les pidió consejo durante lo que fueron cinco eternos meses, hasta que finalmente consiguió que el corazón de Alice tuviera un lugar con su nombre.

Eclipse || LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora