Capítulo XIV: We All Knew

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•|Capítulo XIV: We All Knew|•

"Hay un espacio vacío entre nosotros, es un pequeño pedacito de lo que hubiera sido nuestro corazón. Nadie nunca podría haberlo sabido, pero lentamente dejaron caer esa sensación entre ambos. Ahí nos dimos cuenta, que aunque estuviéramos listos para amar, nunca sería posible y suficiente para nosotros."

"Será lo último que haré, lucharé demostrando los sentimientos que nadie más pudo interpretar. Cambiaré al mundo y lo pondré de cabeza, le daré orgullo a mi maestro y seré libre de la sensación asfixiante en mi corazón. Esperando cada día por aquel mundo donde todo es destrucción y polvo."

Tomura siempre pensó que su nombre, Tenko Shimura, era solo una página vacía de su existencia. Odiaba a su familia y a los héroes por todo ese daño, por hacerlo temer y dañar sus propios ideales, incluso antes de tenerlos. Esas dos palabras eran un peso en su corazón y cuando pudo despertar, todo esa sensación simplemente fluyó como el aire a su alrededor. Desde un atardecer despertando hasta la noche donde Izuku lo destruyó para dejarlo confinado en una habitación vacía, con sonidos vitales de su cuerpo. Fue lo peor, fue como perder la posibilidad de caminar después de haber aprendido a correr. Todo a su alrededor perdió sentido hasta que ella se presentó con su actitud pedante, no fue agradable pero inclusive una persona como ella podía conmover su destructivo corazón. Cuando su celo se presentó de imprevisto, y se desmayó en mitad de la preparación de un desayuno, ella lo llamó por su nombre. Su voz fue como un silbido suave en una mañana tranquila, fue un llamado a su corazón, a ese músculo errático que había perdido sensación hace años.

Le gustaba, nadie en su sano juicio no lo haría, una Omega como ella… No era común, sin embargo, cuando repetía Tenko con tanto dolor, recordó brevemente algo que nunca pudo entender. Un sueño, donde era un depredador pero la presa lo cazaba. En ese momento se sintió así, siendo cazado por un bello conejo blanco. No le hacía daño pero lo arrinconaba en contra de algo que no podía escapar.

Después de eso, apenas pudo recordar todo lo que pasó en el hospital porque su cuerpo lo estaba castigando por renegar al Omega que le pertenecía por naturaleza. Apenas abrió sus ojos en el hospital, y Mirko estaba mirando la ventana de su habitación. Vistiendo un abrigo blanco con una bufanda negra, la misma tela le hacía ver más morena, más hermosa de lo que ya era. ¿De verdad quería dejarla atrás? Si fuera por él, no estaría detrás del Omega de dieciocho años, porque sabía que aunque lo quisiera intentar, para ganar esa lucha tenía que matar a la bestia Katsuki Bakugō, el héroe que se negó a ser villano y aunque fuera partidario de la idea de quitar vidas… Brevemente se preguntó, ¿qué podría sentir ella al respecto? Un corazón como el suyo, seguramente no sería capaz de perdonar algo así, y no es como si estuviera perdonado por todo el daño que hizo. Solo estaba viviendo con ella porque era un peligro pero quería saber más de esa sensación, dejar que todos esos sentimientos fueran por su cuerpo como una sombra curvando su forma por la luz. Sin pensar, cada día perteneciendo a la sensación, esperando acabar pronto con todo por ella. Porque si pudiera cometer un error o un pecado, esperaba que fuera ella.

—Finalmente despertaste, tenemos que irnos. Te llevaré al norte apenas salgamos de aquí, tengo trabajo y serás mi compañero de asignación—ella estaba llorando, el aroma de sus feromonas era una sensación nostálgica en su nariz, hormigueando dolor por cada centímetro de pulmón. Para Shigaraki era molesto sentirla de esa manera, quería destruir su razón de estar triste. Pero no podía ser posesivo con ella, no aún, así que se limitó a responder de mala manera.

—Vaya, nunca pensé que sería un héroe de mierda, que asco da todo esto—ella se molestó aún más ante la mención de la palabra "héroe".

—No es en estricto rigor un trabajo de héroe, porque tendré que matar a alguien así que solo serás el plan de respaldo por si algo me ocurre a mí—detrás de sus palabras estaba la razón de porque su corazón dolía. Y  Shigaraki lo entendió. Ella estaba lista para salvar personas, acabar con villanos y ser la mejor heroína de Japón solo siendo una Omega. No sé suponía que terminaría así, seduciendo a un alfa alemán que buscaba comprar acciones en la comisión de héroes. Se sentía asqueada de solo imaginarlo, años de entrenamiento para nada. Para ser una asesina y niñera del creador de las criaturas que la dejaron obsoleta en el mundo de héroes.

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