•|Capítulo XVII: Adore You|•
“Silencio, eso es todo lo que puedo escuchar. Estoy lleno de vida, de enormes deseos y solo puedo escuchar el silencio en el más grande tormento. No hay poder, no hay nada. Sólo silencio."
….
Nunca antes había sentido tal energía llenar su corazón, Denki estaba sorprendido consigo mismo por la forma en que podía dejar fluir su poder a través de sus venas. La electricidad por su sangre roja, con calor y poder. Caer en la tundra y pelear contra criaturas que superaban su tamaño fue como verse a sí mismo convertido en una pesadilla y al mismo tiempo en un sueño. Los centinelas ciertamente eran seres impresionantes que dotados con la copia de quirks podían imponer presencia sobre cualquier alumno que no estaba acostumbrado a conocer sus puntos débiles pero el Omega por mucho que estaba asustado por la expectativa de las feromonas, las había sentido como un peligro hasta que su cuerpo aprendió que ellas no podían hacerle más daño. Una fuerza superior se acomodó en su interior y lo hizo moverse para pelear, una fuerza tan explosiva que Denki nunca en su vida había sentido algo así. Cómo una droga consumiendo todo su temor y haciéndolo invencible. Por momentos cerró sus ojos y visualizó a Shinso en la distancia, tratando de buscarlo para ayudarlo pero lo único que pudo encontrar en su cabeza fue verlo a él con Monoma. Las lágrimas cayeron frescas pero un segundo después vio unos ojos rojos mirándolo con atención. Se detuvo con sorpresa al reconocerlos.
Bakugō.
El tono de su voz lo hizo correr más fuerte, lo hizo apuntar y acabar con uno de los centinelas. Las señales que había hecho durante el examen no eran para sus compañeros, eran para llamar la atención de los centinelas. Probó la sangre en sus labios pero quemó más centinelas que nadie, con las feromonas bajo control las criaturas no eran tan fuertes como se veían. Solo computadoras que tenían un límite de calentamiento, y Denki rompió cada uno de ellos. El eco de su dolor se quemó con fuego, era un poco aterrador que solo la voz de su amigo le provocara eso pero no se contuvo a pensar un porqué, quería acabar con todos los que pudiera para marcar una diferencia. El tiempo para él pasó rápido y fue el único de la clase A que superó el examen final en solitario. Para todos era una sorpresa ver a Denki llegando donde los paramédicos con heridas pequeñas y una sonrisa triunfal en su rostro. Pero esa fuerza no se limitó a los eventos de la prueba final, cuando volvieron a la UA, esa misma fuerza se presentó día a día. Hasta el día en que Shinso pidió perdón para volver con él.
Las lágrimas de Shinso eran silenciosas pero sus palabras crecían como gritos profundos en la sala común. Era tan tarde que solo eran ellos dos, Shinso y Denki. Pero aún así, el Omega no podía llegar a empatizar con su dolor porque muy en el fondo sabía que Shinso estaba mintiendo. El alfa de casi un metro noventa tenía cierta tendencia a cortar las palabras cuando mentía, y ahora lo estaba haciendo tan bien que Denki por mucho que quisiera cerrar sus ojos y ver las estrellas detrás de sus párpados, sabía que solo sería caer nuevamente en el ciclo sin fin que ambos habían estado viviendo desde el primer año. Ahora, en la antesala de su salida de la UA, los años se llevaron de Denki ese revoloteo en su estómago cada vez que los ojos índigo le hablaban. Palabras que ahora no podía entender porque ya no era tan joven en ese amor, era un veterano en reconocer sus mentiras.
Pidió perdón pero tampoco sintió que esas palabras salieran de su corazón, solo las había dicho para que fuera más fácil salir de la situación pero las feromonas de dolor auténtico lo envolvieron. Por un instante, subiendo por las escaleras e ignorando sus palabras, se dio la vuelta con valor para verlo a esos ojos.
Tan mentirosos.
—¿Por qué me sigues mintiendo?—preguntó, la oscuridad hizo que la piel de Shinso se viera más pálida que antes. Solo era un alfa que no sabía cómo controlarse pero a los ojos de Denki, en sus labios nunca estuvo seguro su nombre. Era un lugar tan inseguro que solo quería huir de esa piel. Sobre todo ahora que sentía que podía tener un poco de autocontrol con los deseos de su cuerpo y corazón. El alfa tomó con fuerza su brazo, su mano rodeaba su piel con facilidad pero la energía que ejercía era mínima. Se sentía como una caricia, una traicionera y que dolía tener sobre la piel.
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Sickness
FanfictionEl extraño comportamiento de Izuku ha desencadenado la curiosidad de Katsuki, que con los terribles acontecimientos del pasado en su mente, está dispuesto a todo con tal de ayudarlo a superarse. Incluso si debe doblegar su orgullo de alfa para logra...