La Historia de Alex

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Pov Ana.

Habían pasado dos días después de que Alex llegó, teníamos que esperar una semana para que los signos de la infección se presentaran, estos días estaban siendo horribles, Ale no me hablaba, de hecho ha estado evitándome, Tamara dice que la ha visto mal, pero no llorando, me dijo que pereciera como si estuviera enojada. Ahora me encontraba en el búnker, le llevaba en desayuno a Alex.

-Hola ¿Cómo estas?

-Hola, pues como puedo estar, me tienen amarrado y encerrado aquí, además tú solo vienes a dejarme comida, te necesito Ana.

-Alex yo te pedí que no vinieras, te dije que estaba bien, ahora todo se complicó, por tenerte aquí nuestras provisiones se están acabando más rápido.

-Si es así libérame, y vamos no las necesitas a ninguna de ellas, tú y yo somos el mejor equipo, siempre fue así.

-Puede ser, pero no fue la forma de hacer bien las cosas, te pedí que no vinieras, es muy peligroso salir y lo sabes.

-Estoy bien Ana, ninguna de esas cosas me atacó.

-Dime ¿Cómo están las cosas a fuera?

- Todo está horrible, son tantos los infectados que los militares se replegaron.

-Quieres decir que ya no hay militares en las calles.

-Los hay, pero son muy pocos, mi papá dice que sufrieron muchas bajas.- el papá de Alex era policía, era obvio que información así le llegaría.

-Maldita sea ¿Qué vamos a hacer?

-Irnos, Ana yo te puedo proteger sabes que siempre lo he hecho.

-No me voy a ir conmigo Alex, aquí es mucho más seguro.

Después de eso nos quedamos en silencio, le di de comer y cuando terminó, salí de ahí sin decir nada.

Cuando entré a la casa todas estaban en la sala, se veían preocupadas, me acerqué para ver qué sucedía.

-¿Pasa algo?

-Si Ana, la comida se está acabando, también los artículos de higiene personal, tenemos que salir a buscar más.

-Creí que dijiste que los alcanzaría una semana más, además tenemos la comida militar.

-No esa es para emergencias, y si se lo que dije, pero eso estaba contemplando cuando éramos cuatro, con tu novio aquí eso cambió.

-¿Qué vamos a hacer entonces?

-Vamos a salir, hay un supermercado a 10 cuadras de aquí.

-¿Eso no es muy peligroso?

-Lo es, pero la camioneta ya está equipada, yo manejaría, solo necesito dos para que sean tiradoras.

-Bien entonces vamos Tamara, Tú y yo, voy a alistarme.

-No, yo no pienso quedarme a cuidar a tu noviecito.

-Ale por favor, tú no sabes disparar, es muy arriesgado que tú vayas.

-Claro que no, si puedo, yo voy, no me quedaré aquí.

-Entiende Ale, no puedes arriesgarte así.

-Ana basta, yo voy a ir, tú te vas a quedar aquí, y vas a cuidar a tu novio.

Ale salió de la casa, seguida por Mafer, tenía miedo, no quería que nada le pasara a Ale, todo esto me ponía mal yo tenía que ir, tenía que protegerla.
-Ana, la voy a cuidar ok, no te preocupes.

-Regresen con vida, por favor Tamara, cuídala.

-Lo haré amiga, vamos a volver.

Cuando ellas se fueron decidí ir con Alex, no quería esperar sola, la preocupación me estaba comiendo viva, por lo menos si estaba con él, las cosas pasarían más rápido.

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