LA CONFRONTACIÓN.

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POV ALE.

Estaba en shock no podía creer nuestro encuentro con ellos seria tan rápido, y menos como lo estábamos haciendo Ana estaba discutiendo con su mamá mientras mis padres solo me veían sin decir nada, de un momento a otro oí el sonido de una cachetada, y voltee a ver a Ana que se sostenía la cara. Y después vi a su madre irse en contra mía yo aun tenia la mano inmovilizada así que no me iba a poder defender.

-Mamá déjala, no toques a Ale.

-Cállate Ana Cristina, esta niña fue la que te volvió así, tu eras normal hija.

-No mamá ella no me hizo nada, yo la amo, y en todo caso yo soy la que volvió así a Ale.

-No amor tú no me hiciste nada, y no estamos haciendo nada malo.

-¿Cómo se atreven a ser tan sínicas?, y tú muchachita, vas a terminar en la cárcel, ya te perdona una vez, pero esta vez será diferente.

-No mamá, no puedes hacer eso, porque Ale y yo estamos casadas.

- ¿Y estas personas saben que ella tiene una orden de alejamiento?, ¿Saben que te intentó violar?

- Eso fue una mentira señora, fue lo que usted quería creer y Ana le dijo que fue verdad en ese momento porque tenia miedo de usted.

-Así es mamá esa es una acusación que no era real, y yo quité esa orden de alejamiento, ya soy mayor de edad.

-Alejandra, ven aquí hija, no quiero que esta mujer te haga nada.

- NO mamá, ya estoy harta de hacer las cosas por los demás, yo soy feliz con Ana y voy a luchar por ella.

-Hija por favor, no vale la pena que te insulten.

-No, y no voy a dejar que lo hagan mamá, señora yo se que usted no me quiere con su hija porque soy mujer, pero en el amor no se manda.

-Claro que lo pueden hacer, lo que están haciendo es una aberración.

-No mamá, Alejandra y yo nos amamos, y eso no está mal, y te voy a pedir que si no tienes nada bueno que decir, es mejor que nos dejes tranquila.

-Hija por dios, eso apenas que vuelvo a ver, no ,me puedes sacar de tu vida.

-Pues entonces acéptame tal cual soy, simplemente estoy enamorada, velo como lo que es mamá amor.

-Pero no está bien.

-¿Quien lo dice? Te dejas guiar por algo que alguien escribió haces muchos años.

-Es que no....
-Ma hace mucho que se te acabaron los argumentos, solo déjame ser feliz.

-Ana, vámonos, nos espera nuestra comida.

-Si quieres venir, estás totalmente invitada mamá, también ustedes suegros.

-Nosotros vamos con ustedes.- dijo el hermano de Ale seguido por sus papás, quien abrazaron a su hija.

-Espera Ana, yo también voy.- dijo mi hermano abrazándome.

-Bien vamos, no darán una pequeña fiesta.

Todos seguimos hacia el comedor donde nos acomodaron en uno de los mesones, el doctor Ornelas se disculpó con nosotras, nos dijo que él nunca imaginó que las cosas se pondrían así de feas, Ale y yo le dijimos que no pasaba nada que él no sabía y que no se preocupara.

-Bueno, yo quiero hacer un pequeño brindis, por Ana y Ale, amigas, no saben lo felices que estamos por ustedes porque al fin pueden estar juntas sin miedo, porque al fin pueden ser libres y porque no están dejando compartir esto con ustedes.

-Gracias Tamara te amamos.

-Yo también quiero hacer un brindis por mi hermanita y su novia, perdón esposa, Ale supe que estabas enamorada de Ana desde la primera vez que la llevaste a la casa, se que papá y mamá están igual de felices por ti como lo estoy yo, pero ya sabes que les cuesta trabajo decirlo, les decimos lo mejor.

Después de pasar un buen rato con las personas que nos querían, y aunque me doliera que mis padres no estuvieran aquí me sentía bien,  porque estaba con Ale, nuestras amigas y los señores Ornelas nos dieron unos pequeños presentes, por nuestra boda. Mi hermano regresó con mis padres para que les dieran una habitación donde pudieran quedarse, lo mismo hizo la familia de Ale, me sorprendía lo mucho que ellos apollaban a Ale siempre, eso me recordaba como los míos no querían hacer ni el más mínimo esfuerzo  por enterdeme por entender que estoy enamorada, y que no tiene nada de malo.

Ahora Ale y yo estábamos acostadas en nuestra habitación acurrucadas, esto me gustaba, ya me había acostumbrado a dormir con ella, a sentir su calor, por eso estaba bien ahora, porque la tenía a mi lado, ella me daba fuerzas.
-Ana, ¿Estas bien?

-Si amor, estoy bien.

-¿Sabes que me puedes contar lo que sea verdad?

-Lo se, pero estoy bien, bueno no es como que no me esperara lo que pasó, pero no lo esperaba hoy.

-Si, yo tampoco, se que te duele, pero ya lo entenderán amor.

-Me gustaría que mis padres fueran como los tuyos.

-Tambien les costó trabajo, pero lo entendieron.

-Si, pero ellos no hacen ni el intento  por comprender lo.

-Bueno pero amor tienes a tu hermano,  y tienes a nuestros amigos, y a mi.

-Si, por eso no me sentí mal después  de lo que pasó, prestan tu y ellos conmigo.

Ale se quedó dormida después de un rato y yo me quedé despierta viendo al techo, no podía dormir de verdad quería hablar con mis padres, con los dos, aunque mi papá nunca me ha dicho nada pero se que él al igual que mi mamá no estaba de acuerdo con lo que yo sentía por Ale. Tenía que hablar bien con ellos, sin gritos y sin que me atacarán, y eso haría mañana los buscaría para eso, tenía que hacerlo antes de que se fueran, porque según lo que me había dicho el doctor Ornelas ellos volverían a su centro de resguardo, solo se quedarían un par de días más y yo quería estar tranquila antes de que se fueran, y si no me iban a entender por lo menos quería que escucharan lo que tenia que decirles.

Aquí esta un nuevo capitulo espero que les guste y disculpen que no haya publicado antes, pero estoy en las últimas semanas del semestre ya l
Actualizaré más seguido.

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