Nuestra Historia

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Narra Ana.

No podía estar más feliz, bueno no me gustaba la situación digo a quien le va a gustar estar en medio de un Apocalipsis, pero por lo menos estaba con Ale, tal vez nuestra relación no sea la más sana del mundo, pero de algo estoy segura la amo, la amo tanto que estoy dispuesta a dejarlo todo por ella, ya fui cobarde una vez y la lastimé demasiado, y lo sigo haciendo, pero eso se acabó ahora que estaré más cerca de ella voy a reconquistarla.

Seguíamos en la sala escuchando las indicaciones por televisión, teníamos que avisar en nuestras casas donde estábamos, así que salí al patio para llamar a mi mamá.

Llamada entrante:

-¿Bueno? Ana, hija que bueno que me llamas ¿Dónde estás?

-Estoy en casa de una compañera, ma están diciendo que nos nos dejarán salir, ya hay militares afuera de la casa de Mafer.

-Si hija no podemos hacer nada por ahora solo esperar, y por favor no te acerques a esa niña Alejandra, se que el maestro las puso en el mismo equipo, cuídate, no quiero que pase lo de la ultima vez.

-Si mamá no te preocupes, me voy a cuidar y por Alejandra ni te preocupes que  no le hablo.

-Espero verte pronto mamita, en cuanto podamos iremos por ti.

-Está bien mamá, cuídense también ustedes, un beso para Cobby.

- ¿Y para tu hermano?

-Ay no para él no hay nada, jajaja, no es cierto mamá ya sabes que los quiero mucho a todos.

-Adiós hija cuídate mucho.

-Adiós mamá.

Llamada finalizada.

Después de hablar con mi mamá volví a entrar a la casa y vi a Mafer muy pegada con Ale, sabía que se llevaban bien pero no eran las mejores amigas, además Mafer la estaba tomando de la mano, pero que se creía esta mujer para tomar la mano de Ale de esa forma.

-Hey morra, ¿No vas a llamar a tu mami?, digo ha de estar muy preocupada por ti.

-Déjala en paz Ana te lo advierto, aquí no esta tu mami para defenderte.

-¿Me estas amenazando?, pero si aquí somos amigas todas.

-Mafer, ¿Me prestas tu teléfono?

-Si adelante ocúpalo, nosotras te dejamos sola, para que puedas hablar.

Todas salimos de la sala, bueno en realidad yo me quede en la entrada, no es que quisiera oír la platica de Ale con su mamá pero necesitábamos hablar, a final de cuentas viviríamos juntas y en este lugar no teníamos nada que ocultar, podríamos ser nosotras mismas, y por lo menos eso era lo que yo quería.

Llamada entrante.

-Bueno, mamá, soy yo Ale.

-Hija, ¿Dónde estas?, por favor dime que estas bien.

-Si ma, estoy bien, estoy en casa de Mafer.

-Bien, por favor no te preocupes, en cuanto podamos iremos por ti.

-Mamá, ¿Podrían venir por mi ahora?, Ana también está en esta casa.

-Alejandra aléjate de esa muchachita, no te quiero cerca de ella, pero en que estas pensando sabes que si el juez se entra que esta cerca de ella te meten a la cárcel.

- No me van a meter a la cárcel mamá, por eso necesito que vengan por mi ahora.

-No se puede Alejandra, los militares que están en las calles no nos dejan salir de la casa, por favor hija aléjate de ella.

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