*Catorce*

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—¿Ves que valió la pena el sacrificio? —papá dice y aunque lo ha dicho a modo de pregunta, sé que solo me está molestando por mi reticencia a ir donde su amigo.

—Bueno, la pizza estuvo deliciosa. Punto para ti papá.

—Brooke hace las mejores, nunca deberías olvidarlo.

—Bien, bien —le doy el gusto.

Llegamos a casa y voy a bajarme, peor su teléfono suena y eso me hace sonreír un poco recordando la vieja melodía del teléfono de Luke. Eso me hace recordar que ha dicho Veneno, pero no creo que me acostumbre a llamarle así. la conversación de papá se resume en un ya "salgo para allá" y le miro interrogante.

—Algo de última hora, ¿te molesta quedarte sola unas horas? Va a demorar —explica y por su cara creo que esconde algo.

No, no es que me moleste quedarme sola.

—Ve, estaré bien.

—Entonces entra rápido para que pueda ir y volver.

—Papá, voy a estar bien.

—No me demoro, cielo —dice besando mi frente y luego empujándome para que salga de la camioneta.

Me bajo y le miro como da vuelta al volante mientras se arregla el pelo. Debe ser una chica, pienso con diversión y me apresuro a entrar, luego que se marcha.

—¿Allie? —escucho que me llaman de lado a oscuras de la valla. Espero a que se muestre, aunque sé que es Joshua.

No me detengo y empujo la verja de entrada y la cierro dejándole impidiéndole que entre.

—¿Podemos hablar? —prosigue.

—¿De qué?, ¿tenemos que hablar de algo?

—Sé que crees que terminé con Sophie por ti, pero no es así.

—¿Y por qué pensaría eso?

—No lo sé, tal vez por la forma en que me miraste antes de marcharte del restaurante —aduce y lo siento como una acusación.

Quizás si tiene razón, pero preferiría que no fuera así. Estaría bien que dijera que solo me imagino cosas.

—Solo me sentí mal pensando que quizás Sophie si tuvo una razón para hacerme su pesada broma, además que creí en ti. Habría estado bien que me lo dijeras. Habría evitado ir allí ya que ella seguro cree que soy la culpable de que la mandes al carajo.

—¡Pero no es así! —protesta.

—¿No?

—¡No! —recalca—, no tiene nada que ver contigo, ¿bien?

—Perfecto, no sabes cuánto me alivia eso.

—Creo que el sarcasmo sobra —dice algo quejoso.

—No era sarcasmo. Lo digo en serio, ahora debo entrar —digo muy seria y me doy la vuelta para entrar en casa.

—Allie —me llama y yo suspiro hondo deteniéndome, le miro interrogante, o espero que lo note. No hay muchas luces aquí afuera—, no dejes de ser mi amiga, por favor —añade y eso hace que me acongoje un poco.

Tal vez he sido muy drástica con Josh, cuando se supone que somos buenos amigos.

—¡Vale! —exclamo despidiéndome con mi mano en alto volviendo al camino a casa.

Cuando llego al porche escucho que enciende su camioneta, que seguro la había de tener oculta para que no lo viera. Una vez se aleja y se pierde el ruido del motor entro en casa y cierro. Papá tiene llaves, así que solo voy a la cocina por una botella de agua y luego a mi cuarto.

Un chico malo en mi verano✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora