Un chico malo en mi verano✔

*Cuarenta y tres*

—¿Allie, en serio vas a salir? —mamá cuestiona cuando me ve bajar duchada y un poco más arreglada para verme con mis amigas.

—Sí, mamá, voy a verme con las chicas —respondo siguiendo a mi camino hasta la puerta—, no me dejes de cenar, comeré con ellas —añado y ella arruga su cara.

—Allie...

—Cariño, déjala que esté con sus amigas —Carl interviene conciliador como siempre—, ya la tienes en casa, déjala divertirse —agrega y ella trata de disimular su desacuerdo con sus palabras.

—Lo digo porque me gustaría hablar con ella —insiste.

—Ya tendrán tiempo —le corta el rollo a mi madre y me sonríe—, ve a divertirte —añade y me guiña un ojo.

Yo le sonrío en agradecimiento y miro a mamá.

—¿Papá ya te llamó? —le pregunto y ella da un respingo, luego se recompone y aclara su garganta.

—Ya hablamos lo suficiente para acordar tu regreso —contesta.

—¿O sea que no has hablado con él ahora?

—No es necesario, ya estás aquí —responde y no sé porque me parece injusta su respuesta, solo hace que quiera aclarar las ideas que se me metieron en la cabeza.

Suspiro bajo y lo desecho. Al final, no cambiarán nada, y no he hablado con papá, pero lo haré después para saber cómo le va a Luke, y es lo último que haré porque es la razón del porqué esté aquí y no allá con él. Me despido de mano y salgo de casa, afuera en la acera espero por Cam que pasará por mí en su auto. Este llega un rato después y ellas lucen felices de verme. Jess se pasa al puesto de atrás y me deja el de acompañante libre. Luego de saludarnos nos vamos hasta el centro comercial. Al llegar, Cam estaciona y lo primero que hacemos es ir de paseo por las tiendas solo para mirar y anotar lo que compraremos más adelante.

—Te ves diferente —Cam habla a mi lado mientras miramos unas blusas.

—Yo también lo noto —Jess le secunda levantando con su mano una blusa en color amarillo chillón, que ambas negamos y ella devuelve a su lugar.

—¿Nos dirás que pasó realmente con ese chico? —Cam increpa y Jess me mira congraciándose con la pregunta.

—No pasó nada —contesto algo escueto.

—Ne te creemos, es más, creemos que es la razón del porqué estas de vuelta tan rápido —sigue increpando.

Jess se une y hacen como un pequeño círculo del que no puedo escapar, y lo cierto es que ya no quiero ahogarme sola con lo que siento. Mis ojos se aguan, ahora tengo ganas de llorar.

—Vamos, vayamos a otro lugar, te escucharemos —Cam coloca su mano en mi hombro, las miro a ambas y no puedo evitar pedir un abrazo.

***