*Cuarenta y cuatro*

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—Tiene que ser una mala broma, Allie, no hay otra respuesta para eso —comenta Jess luego de que me desahogo con ellas.

Ambas están de no creer lo que me sucede, porque es como un guion de película de amor triste, y que se hará más triste si Luke muere.

—Qué fuerte —Cam exhala tomando un largo sorbo de su soda—. Ahora mismo quiero algo muy fuerte para tomar —añade renegando de su soda y dejando la lata en su lugar.

—¿Qué vas a hacer? —Jess pregunta y yo le miro, la pregunta parece una burla.

—¿Qué puedo hacer? —cuestiono desanimada.

—Sabes que no estuvimos muy de acuerdo con tu reciente aventura, pero no sé, siento que a esto le falta algo —Jess sigue cuestionando y yo lanzo una larga exhalación.

—Quisiera que fuera así. En serio quiero que haya otra explicación peor no la hay, la madre de Luke anduvo con muchos hombres y entre ellos estaba mi padre y quizás es la razón por la que mamá y él se separaron.

—Aun así, todo es tan extraño —Cam expresa.

—Chicas, para mí lo es; pero, independientemente de que sea real, lo que importa es que Luke tendrá la oportunidad que busca.

—¿Constataste que sea verdad?, ¿eso de tu padre si es el suyo, realmente? —Jess insiste y ahora me confunden.

Sé que están sorprendidas con todo esto, pero parece que le buscaran una pata más al gato que no tiene.

Luke es mi hermano y punto.

—Papá no mentiría con eso.

—¿Y qué hay de tu madre? —Cam habla ahora.

—¿Con ella? No hay nada —respondo.

—¿No te ha dicho nada al respecto? —Jess inquiere y siento que quieren ir un punto al que no quiero llegar, sin embargo, tiene razón, ella no ha mencionado nada aparte de que está sumamente feliz de que regresé con ella.

Ahora siento que solo está siendo egoísta.

—Hablaré con ella después —emito.

—Hazlo Allie, ni Cam ni yo creemos que no sepa nada de eso —Jess habla y yo asiento.

—Lo sé, ella debe saber todo; pero a veces no quiero preguntar nada porque la respuesta es la misma —digo desanimándome.

—¿Y si no? ¿Y si hay algo que aún no sabes? —Cam insiste y me hace resoplar, también darme cuenta que sus insistencias han mejorado notablemente mis ánimos.

Pero no quiero esperanzas que ya están muertas para mí, cuando la única viva es la de Luke y es la que importa.

—No las entiendo, pensé que lo que les importaba es que estuviera aquí con ustedes otra vez.

—Así es, pero no pareces estar realmente aquí, y no pareces feliz y no lo serás si no aclaras tus dudas —Jess dice y eso se siente como un golpe bajo, pero leal.

—Gracias.

Ambas toman mi mano.

—¿¡Allie!? —escucho que pronuncian mi nombre con mucha sorpresa. Me recompongo y me giro para encontrarme con William, y tres de sus amigos—, que bueno que estás de vuelta.

—Hola, William —respondo y aunque quiero ponerle mucha emoción a mi voz por verlo de nuevo, no pasa, ni siquiera me emociona verlo, o mi corazón late como cuando suspiraba en secreto por él—, gracias, sí aquí estoy... ya de... vuelta.

—Es bueno saberlo, te puedo llamar para quedar —dice y aparte de que las chicas bufan, sus amigos también.

—Eh, sí, está bien, llámame. No iré a ningún otro lado.

—Vale, entonces te llamo —repone y entre murmullos y abucheos de sus amigos se marchan.

—¿¡Qué!? —inquiero hacia mis dos amigas que están boquiabiertas.

—Nada, ya vemos que quieres rehacer tu vida amorosa —Cam se mofa de mí y yo le abro mis ojos.

Luego solo sonreímos, y la verdad, siento que puedo hacerlo sin remordimientos; no obstante, no es por lo que ha ocurrido con William, que no me ha causado ninguna emoción especial, es solo que, es hora de continuar y tomar las cosas desde otra perspectiva. Terminamos de tomar nuestras sodas y comer la pizza que ya se estaba enfriando y volvemos a casa. Cuando llego, mamá está en la sala, sentada en el sofá y en bata de dormir.

—No tenías que esperarme, podríamos hablar mañana —digo deshaciéndome de la chaqueta y dispuesta a ir a mi cuarto.

—No estás feliz de regresar, ¿verdad? —cuestiona y me detengo de mi huida.

—Estoy contenta de regresar —digo encogiéndome de hombros—, además que eso te hace muy feliz a ti.

—Allie —me llama y palmea a su lado del sofá para que vaya a sentarme. Hago una mueca de desanimo y a regañadientes voy y me siento donde pide—, sé que soy egoísta con eso, pero es porque te quiero...

—¿Crees que papá no?

—Allie...

—Sea lo que sea que haya pasado con ustedes, los quiero por igual.

—Lo sé.

—¿Entonces por qué siempre actúas como si él no tuviera derechos sobre mí? —cuestiono y aunque no quería ir por allí, las chicas tienen razón.

Tal vez solo necesito entender como son las cosas en realidad.

—Allie... eso no...

—No es cierto, ¿eso vas a decir? —inquiero y ella hace silencio y yo suspiro hondo.

Me levanto del sofá y esta vez no me detengo, ella tampoco lo hace. Se queda allí, y por primera vez, no insiste más.

***

Un chico malo en mi verano✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora