*Veinticinco*

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La barca de Luke se acerca, y mi pecho se acelera. Ni siquiera le conté a mi amiga nada relevante y ya tengo un gran lío en la cabeza. Me incorporo de pie y guardo mi teléfono. Espero a que llegue al muelle, pero no lo hace, detiene la barca en la parte de los troncos sobresalientes y se incorpora de pie en la barca. Me quedo expectante con lo que intenta hacer. Se quita la camisa que lleva puesta, ni siquiera termino de admirar el tatuaje que lleva en su torso y ocupa parte de su hombro, cuando después se quita los pantalones cortos quedándose en boxes, sus zapatos, y se tira al agua.

Chillo con sorpresa cuando hace eso. tapo mi boca con mis manos. ¡Qué le pasa!

—¡Luke! ¡Luke! —llamo con un poco desespero. Mi corazón se acelera y solo se calma un poco cuando él sale del agua y sacude su cabeza—, ¿Qué crees que hace?

—Tomo un baño, estamos en un lago, ¿no? —dice salpicando agua hacia mí—, ¿por qué? ¿Te asusté?

—¡Tonto! —chillo, enfurruñada—, pensé que regresaríamos.

—Vamos, lánzate al agua —pide y yo abro mis ojos.

—Estás loco, no voy a hacer eso.

—Bueno, quizás debes empezar a enfrentar ese miedo, ¿no?

—No lo creo —digo abrazándome a mí misma.

—¿Por qué? A veces es mejor disfrutar de los miedos que dejar que te afecten.

—Porque no es tan fácil como crees.

—Créeme, lo sé. Entra, prometo no dejar que te ahogues.

—Estás loco.

—Tal vez un poco —repone y eso me hace resoplar a desgano.

Le observo nadar y casi que burlarse de mí, mientras yo solo pienso en lo aterrador que me resulta su idea. Retrocedo observando como nada hasta la plancha y después sube, sacudiéndose el agua del cuerpo y el pelo. Trato de no mirarle mucho a su cuerpo desnudo y sus boxes negros que se pegan demás por el agua. Esta también será una primera vez. la primera vez en que veo a un chico casi desnudo. Decido fijarme en su tatuaje en color negro, haciendo un evidente contraste con el blanco exagerado de su piel.

—Traje comida, pero está en la barca.

—Solo tráela al muelle —expongo.

—No, nadaremos hasta allá.

—¿Qué te hace pensar que hacer algo como eso?

—Nada, solo que no tendrás alternativa.

—¿¡Por qué haces esto!? —me exalto. La idea de enfrentarme a mis propios miedos me asusta. No creo que pueda hacer lo que él cuando habla de disfrutar del miedo.

—No va a pasarte nada. Aun puedo evitarlo.

—Por qué lo dices.

—Porque aún estoy aquí.

—¿Vas air a algún lado después?

—Al final del otoño, todos iremos a algún lado, ¿no?

—Yo iré a casa, ¿y tú? —respondo porque quiero saber qué hará; sin embargo, hace silencio antes de responder.

—También —dice finalmente. Y luego sonríe, pero no es una sonrisa de alguien que está feliz por hacer eso, y no se me hace extraño porque la mía es igual. Eso me hace pensar que estoy dejando que Veneno me infecte más de lo que quiero, que hasta ya quiero saber dónde es su casa.

—¿Qué hay de Scarlet? —pregunto para desviar el tema y quizás sus intenciones de hacerme meter al agua.

—Se fue a casa.

—¿Y supongo que enojada?

—Un poco, pero ya se le pasará. ¿Y bien?

—¿Y bien qué?

—No quiero hablar de Scarlet, así que vamos al agua pato.

—¡Por supuesto que no!

—¿Por qué no? —discrepa acercándose mucho, las gotas de su ropa interior caen en mis zapatillas.

Luke es delgado y más alto que yo, su tatuaje queda a la altura de mi rostro. Es una mezcla entre tribal y una calavera, pero no luce aterrador. Su dedo mojado levantando mi mentón, me sobresaltan, luego me calmo al perderme en sus bonitos pozos azules, que con la luz del sol lucen, cristalinos.

—¿Te da miedo morir, Allie? —pregunta y mi cuerpo se tensa.

La sensación de respirar agua por tu nariz en vez de aire, tus pulmones comprimirse hasta casi no poder respirar, y luego sentir tu cuerpo pesa y todo se torna oscuro a tu alrededor hasta volver del color negro más puro, no es agradable.

—Estuve a punto de hacerlo, estaba muy pequeña pero no es algo que haya podido olvidar —expreso, mi voz se vuelve un poco trémula, no es fácil de contar.

—No me escuchaste, ¿verdad? Para mí no es tan fácil como crees.

—Lo sé, pero solo inténtalo.

Eso me hace resoplar, Luke realmente tiene un espíritu insistente, y de repente es como si se hubiera transformado en alguien diferente. En alguien que me agrada demasiado, aunque su método de ayuda suene un poco terrorífico para mí.

***

Un chico malo en mi verano✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora