*Cuarenta y dos*

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La alegría cuando me fui ni siquiera se asoma ahora que regreso, quizás porque lo hice antes de tiempo. Mis vacaciones soñadas simplemente se fueron a un caño profundo. Ahora estoy de vuelta a mi mundo, a mi vida antes de Veneno, que al final con él, solo he descubierto que el amor puede ser letalmente triste al final. No hago esto porque no le quiera, el problema es que le quiero, pero si esto me está matando a mí por dentro, que le hará a él.

Habría deseado decirle... la verdad..., no la verdad, no.

—¡Allie! —mamá grita interrumpiendo, solo de momento, mis frustrantes pensamientos. Ella corre hacia mí. Me abraza sin demoras apenas se detiene frente a mí. Y como siempre, de forma exagerada.

—Hola mamá —digo sin mucha emoción.

—¡Solo hola mamá! —se queja—, Allie, no sabes lo feliz que estoy que ya estés de vuelta —añade y aunque conozco el contexto de esa declaración, no estoy de vuelta por ello. Ha sido por fuerza mayor, porque si las cosas fueran diferentes no estaría de vuelta tan pronto...

—Ma, estoy cansada. ¿Podemos ir a casa ya? —pido y ella aprieta sus labios mostrando su duda por mi poca actitud festiva, pero finalmente asiente y besa mi frente. Me da su ultimo abrazo apretado y quitándome la manija de la maleta y tomando mi mano, me lleva con ella, saliendo de la zona de arribos.

Afuera, junto al auto se encuentra papá Carl y Theo, ambos sonríen, pero la de Carl es algo preocupada. Es el primero que se acerca.

—Bienvenida a casa, Allie —dice quitándole mi maleta a mamá para guardarla en la parte de atrás del auto.

—¡Hey! —saludo a Theo tocándole la cabeza y él se queja.

—Te ves rara —me dice—, pero que bueno que estés de vuelta o mamá nos iba a volver locos a papá y a mí —añade y aunque, nunca le había dado tanta importancia a la sobreprotección de mamá, no sé por qué esta vez sí me empieza a resultar extraño.

Su actitud cuando viajo a casa, siempre es la misma. Eso me hace pensar con tristeza sobre que quizás ella sabía que mi padre podría tener un hijo fuera de la relación... y tal vez su miedo es porque trataba de evitar que me decepcionara de él...

Suspiro hondo y me apresuro a entrar en el auto, sin embargo, la idea de que quizás lo sabía ahora no dejará de rondarme la cabeza. Y sé que no saldrá de allí hasta que se lo pregunte; pero, si es así, no creo que quiera hablar de ella. Bien sea por no decepcionarme, o porque quizás no quiera recordar que lo que terminó su relación fue una traición por parte de papá y que su resultado es veneno.

¡Cielos!

Suspiro hondo de nuevo, volver a casa, a mis cosas, a mi habitación, a mis amigas, a mi mundo donde no existe Luke, debería sentirse fenomenal, y estar plagado de alegría, pero no es así. Me he traído mucha tristeza conmigo, la suficiente para que no tenga ganas de sonreír mientras salimos del aeropuerto y regresamos a casa. Al llegar me libro de mamá y todos y corro a mi habitación con el pretexto de que estoy agotada y quiero dormir. Pero ya dentro de mi habitación, me siento solitaria y muerta como los están mis ánimos.

¿Cuánto tiempo me costará superar este dolor que ni siquiera se definir porque está mezclado con tantas cosas que no tienen definición?

Exhalo hondo, muy hondo porque ha sido difícil desprenderme de mamá y su exagerada emoción. Y lo cierto es, que eso solo hace que quiera preguntarle si sabía de la existencia de Adelle en la vida de papá. ¿Sí fue ella la causa de su ruptura con él?

¡Diantres! No tiene sentido, porque eso no cambiará la realidad. Mi teléfono vibra en el bolsillo de mi chaqueta y lo saco. Todos son mensajes de mamá antes de abordar, Cam y Jess, y también uno de Luke, el primero de todos. Me llevo las manos a mi boca por lo que puede ser.

¿Ya se habrá enterado de todo?

¡Dios no! en parte pueda que tenga razón, pero no se debió a eso... y solo espero que no me odie. No quiero leerlo, pero, qué sentido tiene. Lo único que importa es que esté bien. Lo abro.

"No estoy enojado contigo porque te fuiste de repente, Allie. Solo estoy muy triste porque estaba empezando a querer. Pensé que sería yo quien rompiera tu corazón, pero al final parece que tú me lo rompiste a mí; pero no hay problema. Recuerda que soy veneno, solo muero por mí mismo".

Inhalo y exhalo varias veces para calmarme, las lágrimas no paran, y mientras caen ardiendo por mis mejillas, me recuerdo que mi corazón también está roto y quizás nunca pueda sanar.

Vive y vence tu propio veneno, Luke, pienso porque no hay nada más que pueda hacer por ti. Me limpio las lágrimas y miro los mensajes de mis amigas deseándome un buen regreso y que las llame apenas llegue. Le hablo a Cam para que le pase el mensaje a Jess, y quedamos de acuerdo de vernos a las seis en el centro comercial.

***

Un chico malo en mi verano✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora