Un chico malo en mi verano✔

*Tres*

El vuelo fue bien, y ahora me encuentro de pie, observando con mi mirada fija la cinta que trae mi maleta para no perderla de vista. La diviso cuando va saliendo y me apresuro en tomarla. Saco la manija y dando la vuelta para salir de esa área empiezo a arrastrarla hacia la salida de pasajeros.

Una amplia sonrisa se posa en mi boca iluminando mi rostro al ver a Joshua. El hace parte de esas personas bonitas y amigables que he encontrado en Gladwyne town. Es el hijo de la vecina más cercana a mi padre, y no me molesta verle a él a cambio de mi padre. Siempre hace de chofer cuando mi padre no puede venir a recogerme.

En un principio pensé que terminaríamos de hermanastros ya que su madre también es divorciada y anduvo un tiempo saliendo con mi padre; pero no llegaron a nada. En mi visita pasada ella ya estaba comprometida, y mi padre sigue esperando —o escogiendo— a la indicada. Joshua es lindo, y ahora que lo veo de nuevo se ve mucho más alto y más guapo. Es bueno que su madre y mi padre no hubieran llegado a nada, no creo que pudiera verlo como mi hermanastro, y él es de esas buenas razones por las que vengo a Pensilvania.

Joshua levanta s mano y me hace señas para que le vea. Apuro mi paso y casi corriendo voy hacia donde está arrastrando la maleta. Voy tan contenta y embelesada que no me percato de la persona que se atraviesa en mi camino. Me estrello con una pared forrada de cuero y por el impacto caigo de espaldas al piso golpeando fuerte mi trasero.

—¡Auch! —chillo duro mirando al imbécil que viste todo de cuero negro compaginado con el color de su corto cabello, que me ha hecho caer, y muy asombrada de que ni se detenga a ver lo que ha causado. El muy idiota sigue caminando como si nada—, ¡oye! Ten más cuidado —le grito furiosa para que se detenga y por lo menos espero que tenga la amabilidad de disculparse.

Josh llega donde estoy tirada y me ayuda a incorporarme mientras yo sigo mirando al imbécil que no se detiene para nada. O eso pensaba, hasta que lo hace. Se detiene, gira su cabeza solo un poco mirándome de reojo, pero ese solo movimiento es suficiente para que logre ver más que suficiente de él... una expansión en su oreja es la antesala a unos ojos azules, como un mar intenso sobresaliendo de la piel demasiado blanca de su cara. Parece una hermosa porcelana.

—La que debería tener más cuidado, eres tú —habla dejando salir su grave y odiosa voz de su boca de labios delgados y rosa pálidos, como su cara. Seguido saca un cigarro y lo sostiene con ellos dejando escapar una sonrisa cargada de sorna y se marcha.

Es un enigmático contraste, no dejo que me afecte; pero sí, su falta de educación. Me enervo y muy molesta me incorporo para ir a replicarle y decirle que la culpa fue suya; pero Joshua me detiene. Me enervo más cuando nos mira por sobre su hombro medio sonriendo con antipatía, luego de eso sigue caminando como si nada hubiera pasado afirmando su morral al hombro.

—Déjalo ya. No tiene caso discutir con él. Es solo un chico problemas —dice Joshua agarrando mi brazo para que no vaya tras él.

Me giro hacia él porque no entiendo por qué dice eso. Le miro a los ojos y no tienen ni sombra de comparación con los de ese imbécil. Los suyos son mieles y los de ese estúpido como el... océano.

¿Océano?

Esa palabra me hace caer en cuenta en la estupidez que estoy cometiendo al hacer precisamente esa comparación, y de lo cerca que estamos. Me sacudo recordando que Joshua tiene una novia formal desde hace años. Es lo único malo de él. Me aparto de forma brusca recomponiéndome y vuelvo al momento, al presente.

—¿Lo... conoces? —le pregunto tomando nuevamente mis cosas del piso.

—Lo conocía. Ahora no sé quién es exactamente —dice y luego exhala.

Me deja mirándole curiosa y confundida por lo que dice.

—No entiendo —digo esperando que me explique bien lo que quiere decir.

No lo hace, me quita la manija de la maleta y empieza a arrastrarla él.

—¿Me vas a decir quién es ese chico? —increpo al colocarme a su lado alcanzándolo.

—Ya te dije, no lo conozco bien.

—Por lo que dijiste, no creo que sea así.

—¡Bien! Lo dije porque hace mucho no había vuelto por aquí; además, que solo ha traído problemas y rumores.

—Vaya, sí que sabes mentir muy bien con que no lo conoces.

Joshua se frena y me mira, su actitud irascible de repente me hace pensar que sabe más de lo que dice y que hay algo de lo que no me entero.

—¿Me dirás eso de los rumores y problemas? —prosigo y Josh me mira como si estuviera perdiendo la paciencia.

—Es solo un rumor, ¿bien?

—¿Y cuál es el rumor?

Joshua suspira y retoma el camino hacia la salida, no me quedo atrás y me pongo a su lado. La verdad, ahora me ha entrado la curiosidad sobre lo que se rumorea sobre ese chico.

—Dicen que es el bastardo de alguien importante en el pueblo —dice o más bien murmura porque habla bien bajo.

Yo abro los ojos para mostrarle lo sorprendida que estoy. Mi mente vuelve al momento en que esa odiosa sonrisa asoma en su cara de porcelana.

Me abofeteo mentalmente.

—¿Quién? ¿Quién es el padre? —increpo con la misma sorpresa.

—Su madre nunca ha dicho de quien, pero deja de preguntar, es solo un rumor.

—¿Y cuál es el problema?; además, ¿por qué nunca supe de él?

—Bueno, eso es porque su madre se fue del pueblo antes de que tu empezaras a visitar a tu padre. Se sospechaba que estaba embarazada en ese momento y ahora que volvió todos empezaron a especular.

—Vaya, vaya —bufo dando un resoplido y Joshua me mira rayado.

—¿¡Podemos dejarlo!? —me chista apurándose en llegar a su camioneta.

Joshua mete mi maleta en la parte de atrás de su Range y se apresura en subir al puesto de conductor. Corro hacia la puerta del copiloto y me subo. Lo miro sacar sus llaves y encender el auto. al dar la vuelta al volante para salir de la zona de estacionamientos me mira.

—A ver, ¿Qué más quieres saber? —espeta y yo le sonrío pícara.

—¿Sabes cómo se llama? —digo la pregunta.

—¿Acaso te empezó a interesar?

—¡Por supuesto que no! —resoplo golpeando su brazo y él se queja fingiendo dolor—, es solo curiosidad —añado y el me mira haciendo una mueca de burla con su boca.

—No lo sé realmente; he oído que se hace llamar Luke... Luke Venon; pero no sé si es cierto porque no se ha presentado formalmente con nadie.

Luke Venon repito en mi cabeza poniéndome el cinturón y acomodándome en la silla mientras fijo mi mirada al frente. Lo único que puedo decir es que su supuesto nombre se escucha peligroso...

***