Un chico malo en mi verano✔

*Dieciséis*

¡Idiota, idiota! Eres una idiota Allie, me recrimino por haber hecho algo tan estúpido. Lo más probable es que él crea que me interesa tanto como para querer besarle.

¡Que idiota que soy? Me repito de nuevo. Me recompongo de mi mira cuando veo a papá acercarse. Sigo en mi intento de terminar de lavar los platos del desayuno. Es mi turno y a papá le toca secar.

-¿Sucede algo? -pregunta tomando el primero para secarlo y guardarlo en la alacena.

-Nada, ¿por? -digo, pero creo que sueno como una amargada que no ha dormido bien.

Siento su mirada clavada en mí, y lo cierto es que sí, no he dormido nada bien. El evidente rechazo de Luke me causó muchas pesadillas.

-No sé, te ves demasiado seria.

Papá siempre tan agudo, y lejos de molestarme, me agrada que sea así, porque a pesar del poco tiempo que pasamos en el año, él siempre se preocupa por conocerme. Aunque en este momento no quisiera que lo haga tanto.

-Estoy bien, solo que no dormí muy bien -digo jugando con la espuma que hago lavando el siguiente plato.

-¿Tuviste alguna pesadilla? -pregunta y eso me hace mirarlo, supongo que he logrado desviar un tema incómodo para meterme en otro.

Tengo que serenarme.

-No es lo que crees, solo no tenía sueño -respondo y noto su rostro aliviado.

Le paso el plato lavado y él lo seca.

-¿Te desvelaste esperándome? Tu luz estaba apagada cuando llegué -comenta.

-He, no. No fue eso.

-Eso me alivia -expresa.

-Puedo saber a dónde fuiste que no podía esperar hasta hoy? -pregunto.

El hecho de que haya mencionado lo de la luz de mi cuarto, es que no descubrió que también estuve fuera, y la verdad, después de lo último no quiero recordar lo que pasó en el bosque. Al final, lo bonito del espectáculo de las luciérnagas se redujo a nada. En serio que lo aprecié; pero ahora solo creo que fue una señal que yo tomé equivocadamente.

Termino de lavar y el de secar y guardar los platos. Deja en su lugar el trapo de secar y se recuesta en la encimera. Me mira como si tuviera algo que decirme.

-¿Tienes planes para el sábado? -pregunta y yo le miro interrogante-, he invitado a unas personas a cenar -anuncia y yo le miro extrañada.

-¿Personas? ¿Las conozco?

-Sí, personas -recalca y capto su intención de darme una sorpresa-, y no creo que las conozcas, por eso quiero que lo hagas.

-¿Alguna nueva novia?

-¡Allie! -llama mi atención-, puedes ser paciente y no decir cosas a la ligera de tu padre.

-Es que mi padre es un sinvergüenza -emito y él abre sus ojos marrones claro, muy parecidos a los míos.

Él se echa a reír.

Me encojo de hombros y él niega varias veces con su cabeza sin dejar de reír.

-Será una cena, así que espero que me ayudes a preparar algo delicioso.

-Papá, tu cocina es deliciosa -le recuerdo y él niega risueño aún más.

-Bien, me ayudarás a esmerarme, así que nada de comprometerse para el sábado con los chicos -advierte y yo sonrío ahora.

-¿Y antes?

No lo digo en serio, pero quien sabe.

-Antes sí -concede y me lanzo a abrazarle y le beso ruidoso en la mejilla.