Un chico malo en mi verano✔

*Treinta y ocho*

Reviso mi teléfono y ya he perdido la cuenta de las veces que lo he hecho desde que Luke se fuera, luego de la aparición de Scarlet, y con lo que pareciera una buena noticia. Suspiro hondo, porque a pesar de sus pocas probabilidades él esperaba eso. No pude preguntarle mucho, y la verdad, no es porque no pudiera. Ahora, después de todo y cuando puedo tomarme un tiempo para pensar más las cosas, me siento muy egoísta, por pensar en lo que yo estaba sintiendo, y no en lo que él realmente sufre. Él prácticamente está en una carrera por su vida y yo solo estaba pensando solo en mí.

No me di el tiempo de entenderlo, y aun así vino a buscarme, y ahora solo debería entender que él no quiere nada de lo que le pasa, porque no es como si lo hubiera deseado. Escucho toques en la puerta y limpio mis ojos antes de contestarle a papá. No he hablado con él, en el fondo no quiero que me haga preguntas, también ha estado ocupado. Y he pasado el tiempo investigando su enfermedad, descubrí que los pacientes jóvenes tienen más oportunidad de vencer la enfermedad con un trasplante de medula ósea. Cruzo los dedos porque ese hombre sea su padre y también sea compatible.

—¿Estás despierta, cariño? —pregunta al otro lado de la puerta.

Me sereno y aclaro mi garganta.

—Ya casi, papá —respondo.

—¿Puedes venir un momento?

—¿Ahora?

—Sí, Allie, alguien vino a verte —anuncia y yo exhalo hondo—, y no son tus amigos —añade y seguido escucho sus pasos alejándose.

Miro mi ropa, aun no me coloco el pijama, así que decido bajar y ver quien vino a verme a esta hora. Sin embargo, no es difícil adivinarlo cuando escucho la voz de la madre de Luke en la sala. Me apresuro y bajo hasta allá. Ella se gira hacia mí y aunque su mirada es serena no puedo evitar pensar que algo ha pasado.

—¿Le pasó algo a Luke? —pregunto sin poder evitar que la angustia traspase mi cara, al llegar hacia ella.

—Allie —papá llama mi atención.

—¿Puedes dejarnos a solas un momento? —le pide a mi padre y este luego de mirarnos a ambas, asiente.

—Iré a cerrar el taller —papá dice y ella le asiente, seguido se marcha.

Ella permanece en silencio hasta que papá cierra la puerta.

—Luke está bien —habla una vez estamos solas—, y quiero que siga así —añade y de alguna manera me siento intimidada por su mirada.

—Sí es así, ¿por qué está aquí? —pregunto, necesito entender que pasa.

—Porque necesito que me ayudes a que eso siga siendo así —aduce y le miro curiosa.

—Claro, en que puedo ayudar.

—Con que cumplas con lo que te pedí —dice y eso me hace tragar grueso recordando que ella me pidió que me alejara de él porque lo más probable es que rompiera mi corazón.

Sin embargo, ahora, después de saber qué es lo que tiene, no me extraña que me lo hubiera pedido, si hasta el mismo Luke me lo insinuó.

—Si es por lo de su enfermedad, no voy a hacerlo, creo que podría brindarle mi apoyo...

—No lo entiendes, te estoy pidiendo que te alejes de mi hijo —masculla cortando mis palabras.

—¿Por qué?

—Porque es lo mejor para ti. Así que quiero que me prometas que nunca más verás a Luke.

—No puede pedirme eso, no cuando empiezo a apreciar lo que él... realmente es.

—Luke es hermoso, el mejor hijo que pueda tener una madre, a pesar de no ser una buena —expresa y me mira acongojada.

La puerta se abre y es papá que está de vuelta.

—¿Por qué tengo que hacer eso? —le pregunto y ella lo mira a él.

Papá permanece serio, pero algo me dice que se miran como si conversaran mentalmente.

—Porque es lo mejor —aduce, pero quisiera que me contestara algo más. No es suficiente.

—¿¡Y si ese hombre es su padre y sale compatible!? —insisto, no quiero aceptar lo que dice, no ahora que estoy empezando a querer... a Luke

Ella no contesta, solo se aleja de mí y va hasta donde está papá en la puerta. Él se aparta para que ella salga.

—Por favor, haz lo que te digo —dice antes de salir por la puerta y cerrarla.

Miro a papá y él me mira muy serio, algo me dice que ellos estuvieron hablando antes de que fuera por mí.

—Ella tiene razón, y estoy segura que no harás caso. Por eso he decidido que regreses con tu madre...

—¿¡Qué!? —me exalto—, no puedes hacer eso, aun no es tiempo —me quejo.

No quiero irme a casa, sé que es inevitable, pero no quiero... todavía.

—Es lo mejor.

—¡Papá!

—Allie, cariño...

—¡Papá!

—No lo hagas difícil, Allie. No lo hagas difícil para ti por favor. Adelle tiene razón.

—¿Por qué tiene razón? ¿Dime por qué? —mi padre ahora luce misterioso, como si supiera todo lo que yo no sé.

—Porque estamos de acuerdo en que Luke merece una oportunidad.

—¡Por supuesto que sí, papá! Yo quiero eso también.

—Y decidí que voy a dársela —papá dice y yo intento sonreír por lo que habla de repente y luego no.

Pienso en lo que investigué y Luke necesita un donante compatible, pero las probabilidades están en sus parientes más cercanos, la madre o él padre y hermanos, pero Luke nunca ha mencionado que tenga uno. No me gusta lo que dice papá, aunque suene esperanzador. No suena... muy bien.

—¿De qué hablas papá?

—Lo siento, Allie, de verdad esperaba que estas fueran tus mejores vacaciones...

—¿De qué rayos hablas, papá? —esta vez exijo levantando mi tono.

Él me mira derrotado.

—De verdad esperaba que no fuera así, me resistí a creerlo cuando Adelle me lo dijo la noche que regresamos de casa de Brooke, por eso te pedí que te alejaras de él; sin embargo, me lo confirmó hoy. Ese hombre no es su padre, Allie. El padre de Luke, soy yo. De verdad que lo siento —revela y yo no puedo creer lo que dice porque tiene que ser una broma.

Intenta acercarse y me alejo de él recordando que Luke dijo que si no era ese hombre iría a Texas, no le di importancia en ese momento. Papá vivía allí antes de mudarse definitivamente aquí. Me tapo la boca para no gritar, ni siquiera sé que quiero hacer con todo esto que dice.

Me resisto. No lo quiero creer. Por favor, no...

***