One Shots / Un relato, una historia

Al fin

Ahí estaba con mi grupo de amigas jugando Twister con un poco de alcohol en la sangre y riendo hasta que nuestras costillas presionaban nuestros pulmones. Alejandra hacía girar la ruleta, Cinthia tomaba fotos y Javiera, Mackarena, Débora y yo luchábamos por no caernos entre tanto enredo de manos, pies y colores.

Yo tenía una casa vacía (pero amoblada) que no ocupaba y había pedido permiso a mi mamá para poder ir allá con mis amigas y juntarnos a comer, que es algo que todo amábamos hacer.

Nos habíamos reunido en la tarde / noche y compramos todo lo que íbamos a ocupar para una tarde genial. Habíamos tomado fotos, cantado, cocinado, bebido (de forma responsable) y conversado absolutamente de todo.

Javiera me había confesado que empezaría una novela en Wattpad y la felicité por ser valiente y decidirse a contar su historia.

Con Débora y Alejandra conversamos de libros y de las películas que queríamos ir a ver, rogando que el dinero nos alcanzara. Al final, todos terminamos hablando de lo que hacían nuestros ex compañeros y de lo rápido que pasaba el tiempo, y como el sueño estaba apareciendo, habíamos decidido ir a jugar Twister para despertar.

Personalmente, no habían sido días del todo bonitos. Algunas cosas del pasado me habían atormentado y provocaban que mi humor se desplomara, disfrazando todo en una sonrisa falsa. Pero estando ahí, mientras intentábamos no rendirnos, todo había quedado atrás.

Al final, la ganadora fue Mackarena, ya que fue quien quedó en pie cuando todos los demás nos habíamos caído. Cinthia nos mostró fotos que había tomado y habías algunas con poses muy raras. Seguíamos riendo a más no poder y además, completamente adoloridos. Pero no importaba en ese entonces.

Nada malo importaba.

Al fin entendí que las únicas personas que son capaces de subirte el ánimo y la única compañía que necesitas eran, son y por siempre serán los amigos.

Gracias chicas, las quiero.