Mi abue una vez me dijo que los corazones estaban para romperse. Recuerdo que yo estaba destrozado cuando ella me dio ese consejo, porque hacía muy poco alguien me había roto el corazón. Y ella, al ver que yo no paraba de llorar volvió a repetir, con más fuerza y convicción: "Pablito, los corazones están para romperse".
Y recuerdo haber mirado fijamente sus ojos verdes. Y ella me brindó una sonrisa cálida, de esas que son capaces de arreglar todo los problemas. Porque ella sabía claramente lo que estaba diciendo, ella sabía de primera fuente lo que era tener el corazón hecho añicos, ella vivió en carne propia lo que significaba que el amor de tu vida se fuera con alguien más.
-no sirve de nada tener el corazón ahí, bombeando sangre solamente. Hay que darle un poquito de acción- agregó mientras me abrazaba.
Han pasado dos años desde ese momento, y hoy vuelvo a repetirme a mí mismo que, ya sea por motivos amorosos, familiares, problemas con amigos/as o por una mascota que se fue, está bien tener el corazón roto. Porque te hace llorar, gritar, querer destrozar el mundo, pero al mismo tiempo te hace soltar todo lo malo que se puede albergar en el interior, te limpia y te libera. Porque es inútil guardar nuestro corazón en una caja de cristal para protegerlo, siendo que las mejores cosas de la vida suceden cuando te arriesgas.
Y ahora miro a mi abue feliz. Porque ella es la prueba viviente que todo puede mejorar, y que tener un corazón roto puede ser tan o más hermoso que tener uno intacto. Solo hay que aprender a secarse las lágrimas, soltar una sonrisa y aceptar las cosas. Porque las heridas son marcas de guerra, pero un corazón destrozado es una señal de estar viviendo.
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One Shots / Un relato, una historia
Teen FictionAquí estarán mis One Shots, donde cada relato narra una historia de vida.