Sonrío. Aparto de mi ser esa necesidad imperante de llorar, porque no puedo ni debo hacerlo en público. Intercambio unas leves palabras con todos los que están ahí, incluido contigo y finjo que nada me afecta. Simplemente sonrío.
Se me vienen a la mente todos los recuerdos que pasamos juntos, todas las caricias que me diste, los abrazos. Solo teníamos una hora para demostrar nuestro cariño, pero admito que era el mejor momento del día. Esperaba viajar a casa solo para verte y compartir el viaje.
Sonrío.
Sonrío mientras abrazas y besas a la persona que ahora es tu pareja. Siento envidia. Subimos al bus que nos llevará a casa y obviamente no te sientas conmigo. Las cosas serán distintas, lo sé. Pero simplemente sonrío. Es raro ver como compartes con ella de la forma en que compartías conmigo. No tuve tiempo para procesar nada, simplemente ocurrió.
Se me viene a la mente la época de invierno, cuando las luces de las farolas en el camino iluminaban nuestras caras. Tú me contaste tus secretos y yo los míos. Recuerdo cuando dijiste que me querías mucho. Sabía que no debía sentir nada por ti, pero no puedes controlar al corazón.
Desde mi asiento, puedo ver cómo le sonríes, como tus ojos se conectan con los de ella, esos ojos que alguna vez se conectaron con los míos. Sonrío
Aparece en mi mente cuando comenzaste a contar los lunares que estaban en mi cara y quedaste solo a centímetros de mi rostro. Sentí tu respiración. Luego tomaste mi mano, como tantas otras veces lo habías hecho y te recostaste en mi hombro. Besé tu frente y una vez más me dijiste que me querías y que no te alejarías de mí. Recuerdo cuando me mirabas fijamente con esos ojos de un color que nunca podré definir y levantabas una de tus cejas de forma sexy, porque sabías que eso me molestaba, o más bien, me gustaba.
Sonrío por mi capacidad de malinterpretar las cosas.
Sonrío porque es lo único que me queda. Tengo más que claro que todo lo que sentías hacia mí era una amistad pura e inocente que yo no quise entender como tal. ¿Cómo hacerlo, si me tratabas como en mucho tiempo no me habían tratado? Llevo los auriculares a mis oídos y miro el paisaje por la ventana. Quiero apartar la vista de tu romance perfecto y dejo que el sol se cuele por entre los árboles del paisaje.
Sonrío, simplemente porque no quiero llorar.
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One Shots / Un relato, una historia
Teen FictionAquí estarán mis One Shots, donde cada relato narra una historia de vida.